La UMSS, una de las últimas universidades en el ranking mundial QS, paga $us 2 mil en promedio a su personal

0
6293

El Programa Internacional para el desarrollo de la Comunidad (PIDC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Fundación para el Periodismo de Bolivia, realizó un sondeo de opinión para conocer si la prensa tiene acceso o no a información de la Universidad Mayor de San Simón en Cochabamba.

Frontis de la UMSS en la calle Jordán y Oquendo. (Los Tiempos)

David Ovando

Los docentes y administrativos de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) que restringe a la prensa el acceso a la información amparada en la autonomía universitaria, ganan en promedio $us 2 mil cada mes, un monto mayor al de los salarios del gobernador y asambleístas de Cochabamba.

El sueldo de los miembros de la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba es de 11.500 bolivianos, mientras que el del gobernador, Humberto Sánchez, es un poco más de Bs 13.000.

El dinero de los sueldos universitarios sale del Tesoro General del Estado (TGE), pero el presupuesto de la universidad pública no se fiscaliza. Además, acceder a información en la UMSS es una misión imposible.

La información se conoció esta semana, a solo un mes de la publicación del ranking mundial QS de universidades 2023, que ubica a la estatal cochabambina en los últimos puestos entre unas 1.500 casas de estudios superiores evaluadas.

Inclusive, el dinero para salarios es tomado de los ingresos universitarios provenientes del impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), previsto para equipamiento, según denunció el diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Héctor Arce Rodríguez.

“Un desperdicio de dinero”, apuntó la autoridad e indicó que el monto podría ser destinado a mejorar la calidad de la educación.

El programa  Internacional para el desarrollo  de la Comunidad (PIDC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESO) y  la Fundación para el Periodismo  de Bolivia accedió a información confidencial, sin autorización superior y pudo comprobar que el presupuesto anual de la UMSS es de 743 millones de bolivianos, de los cuales el 80%, equivalente a Bs 594.4 millones, corresponde a sueldos y salarios.

Del 100% de los funcionarios que tiene la UMSS, 1.900 son docentes, un 69%, y el resto funcionarios administrativos, 1.360, igual al 31%.

La cifra de 2.000 dólares promedio de sueldos en la UMSS, que es un “secreto a voces” dicen en la misma universidad, fue confirmada por el rector Julio Medina, el exrector Juan Ríos, y por el congresal nacional titular y representante de la Federación Universitaria Local (FUL) Wilber Flores Panozo.

El tema no solo fue motivo de debate en los consejos universitarios, sino que se trata de un “problema estructural” arrastrado desde hace “varias gestiones”, según las fuentes citadas.

Altos sueldos, baja calificación

Los elevados salarios, comparados con los de la mayoría de la población boliviana, contrastan con la calificación global de la UMSS en el ranking mundial QS.

Según el último reporte del ranking, de junio de 2022, la UMSS saca un puntaje de 3.6 sobre 100 en reputación académica, el principal indicador de medición de la calidad educativa.

Entre tanto, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que también se encuentra en la franja de las últimas casas superiores de estudios, figura en en la lista en el rango entre 1.200 y 1.400. La Universidad Católica Boliviana (UCB) está en el puesto 1.401. El resto de las universidades bolivianas no aparecen en la lista de las 1.500 universidades del mundo evaluadas.

El rector de la UMSS, Julio Medina.

El rector de la UMSS Julio Medina explicó que aunque el ranking no muestra un resultado favorable, abre una oportunidad  para avanzar y seguir creciendo en el trabajo académico.

“Debemos seguir trabajando y avanzar en el proceso académico. La Facultad de Medicina es un ejemplo que ya ha desarrollado un programa hace 15 años en un proceso de acreditación continua con el apoyo de la cooperación holandesa”, indicó.

Explicó que el sistema de aprendizaje está basado en resolver problemas y que la adecuada selección de estudiantes es un factor determinante. “Ingresan 220 estudiantes y egresan 210”, añadió.

El docente universitario en la UMSS, George Komadina.

Sin embargo, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC) y docente universitario en la UMSS George Komadina, considera que la baja calificación que tiene la UMSS preocupa y que tiene que ver con un “gravísimo problema de gobernabilidad” al interior de la universidad.

“Las luchas por el poder universitario han subordinado el trabajo académico, entendiendo por esto, aquellos procesos de aprendizaje e investigación. Hay pugnas internas por ocupar espacios de poder. En consecuencia, el poder predomina sobre el saber y crea una negativa atmósfera para crear procesos académicos y de investigación de calidad”, asegura Komadina.

Considera que la baja formación que han recibido los estudiantes en primaria y secundaria es otra de las causas, hasta tal punto que los procesos de lecto-escritura siguen siendo un problema en la formación superior. Además, los docentes no tienen una actualización permanente de sus conocimientos.

‘La estructura misma de la organización académica es obsoleta. La organización por facultades es aislada de una de las otras. Existe la gran necesidad de una gran reforma intelectual”, insistió Komadina.

Para el dirigente de la FUL, la competencia con las universidades europeas y del norte, que tienen muchas especialidades, es más difícil y complicada.

Flores reconoce que si bien en Latinoamérica “tenemos buenas universidades como la UNAM, la de São Paulo y la de Buenos Aires, son las únicas que ranquean y marcan la diferencia con su investigaciones”, pero aun así se encuentran lejos de los primeros lugares, ocupados por entidades estadounidenses y británicas.

“El problema es que la investigación en la UMSS es más criolla y acostumbrada a resolver los problemas cotidianos; sin embargo, pensamos que somos la mejor universidad de Bolivia porque hay trabajos que se destacan a nivel nacional”, resaltó.

Salarios

El rector de la UMSS Julio Medina admitió que el tema salarial, con un promedio de Bs 14.000, es un “problema estructural” que se debe resolver.

Medina explicó que la UMSS es la única universidad pública que no ha resuelto el  “problema” de los altos salarios porque, por ejemplo, el bono de antigüedad se aplica sobre 100% del salario básico y no al mínimo nacional como corresponde.

“Yo, como rector, que tengo un sueldo que no pasa al del presidente del Estado, pero hay administrativos, inclusive secretarias que se aproximan a ese sueldo”, apuntó.

El dirigente de la FUL no aprueba el salario promedio de Bs 14.000 en la UMSS porque está lejos del salario básico y de la realidad de los cochabambinos y bolivianos en general.

“Este problema significa que el mismo Estado no ha creado políticas para lograr incentivos económicos parar que se jubilen (los funcionarios). Hay profesionales administrativos y docentes con más de 30 años de trabajo, que por el bono de antigüedad  ganan más que el rector”, resaltó.

Flores dijo que los estudiantes se movilizaron denunciando el “exceso” salarial, pero las autoridades hicieron “oídos sordos y ojos ciegos”.

“Dinosaurios”

El exrector Juan Ríos pone la lupa en otro problema grave en la UMSS, la presencia de los denominados “dinosaurios”.

Ríos propuso, por ejemplo, que los universitarios deberían firmar una declaración jurada que garantice su continuidad y conclusión de la carrera en la universidad.

Este problema salió a la luz tras la tragedia ocurrida en la universidad Tomás Frías de Potosí, donde estudiantes murieron en medio de una avalancha durante un congreso para definir asuntos electorales.

Ríos también recordó supuestos actos de corrupción. Por ejemplo, de 2016, indicó, cuando en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, los estudiantes debían pagar  para defender sus proyectos de grado, una denuncia que quedó en nada, señaló.

Otras irregularidades

El diputado Héctor Arce dijo que también existen irregularidades en la contratación de docentes y de personal administrativo, que también son dirigentes.

Cuestionó la contratación de empresas para realizar trabajos de construcción o refacción de presuntas “obras fantasmas”, señaló

Arce solicitó información a la UMSS sobre todas sus denuncias. El plazo que tiene la universidad para entregar documentos a la Cámara de Diputados es de 15 días, plazo vigente para todas las instituciones y organizaciones del país. Sin embargo, a la UMSS le dieron un tope de 40 días.

El diputado del MAS ratificó que el objetivo de la investigaciones es transparentar el uso y el destino de los recursos económicos que deberían servir para mejorar la calidad de la educación.

Periodistas no pueden acceder a información de la UMSS, según sondeo

Combo de imágenes del sondeo de opinión del programa  Internacional para el desarrollo  de la Comunidad (PIDC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESO) y  la Fundación para el Periodismo  de Bolivia.

Respondió un total de 20 periodistas que trabajan en secciones de sociedad de medios de comunicación de Cochabamba y que tienen a la UMSS como su fuente.

A la pregunta de si alguna vez habían solicitado información a la UMSS, el 94.7% respondió que sí, mientras que 5.3% dijo que no.

Sobre si recibieron respuesta a su solicitud de información, el 83.3% de los trabajadores de la prensa respondió que no y solo el 16.7% reconoció que sí.

Además, el 94.4% de las personas consultadas dijo que la UMSS no explicó por qué no respondió a la solicitud de información, a diferencia de un 5.6% que dijo que sí recibió una explicación.

Bolivia Verifica consultó qué reparticiones de la UMSS se mostraban abiertas y colaborativas a entregar información, y la mayoría de los periodistas, 44%, dijo que ninguna.

Sin embargo, el 22.2% de los trabajadores de la prensa dijo que el rectorado les entregó  información de forma oportuna, mientras que 16.7 señaló que el vicerrectorado facilitó información.

Este reportaje se realiza en el marco del proyecto “Promoviendo la Ley de acceso a la información como una herramienta  para fortalecer el periodismo en Bolivia”, promovido por el programa  Internacional para el desarrollo  de la Comunidad (PIDC) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESO) y  la Fundación para el Periodismo  de Bolivia.