Hace 12 años, cinco años de lo que esperaban los científicos, el glaciar Chacaltaya desaparecía totalmente. Era el único glaciar de Bolivia apto para ser esquiado y la pista de esquí más alta del mundo, entre los 5.400 y los 5.200 metros de altitud. En 1943 fue equipado con un remonte y un par de pistas de esquí.
El glaciar Chacaltaya formaba parte del tronco central de los Andes en la zona de Bolivia, lo que se conoce como Cordillera Real. Tuvo el honor de ser la pista de esquí más alta del mundo durante bastantes años y eso era lo que la hacía más conocida en el mundo del esquí.
Aunque sólo se encontraba a 30 kilómetros de La Paz, en la práctica eran dos horas de coche; y es que el camino a partir de la ciudad de El Alto era una pista de 10 kilómetros de tierra y piedras que, por más inconvenientes, a veces quedaba cubierta de nieve o hielo en los últimos kilómetros.
Un equipo de científicos del país, entre ellos el glaciólogo Edson Ramírez, comenzó a medir el glaciar de Chacaltaya a mediados de los años 90, cuando ya se encontraba en regresión. Entonces previeron que el glaciar, que se había empezado a formar unos 18.000 años atrás, sobreviviría hasta 2015.
El mismo camino recorren los glaciares bolivianos, los más grandes como el Tuni Condoriri, el Hayna Potosí y el icónico Illimani. Según estudios científicos, estos desaparecerán antes de 2100 a consecuencia del cambio climático.