Foto: Desfiles escolares. Gentileza: Página Siete
Educación regular
Entre faldas y pantalones se debaten las normas escolares
Dayana Noemí Cárdenas Carranza
“Cuando estaba en la promoción no nos permitieron utilizar pantalón, por eso optamos por no llevar uniforme”, relata Carmen a sus 33 años recordando su paso por el colegio de orden católico que la cobijó durante 12 años. “El uniforme diario llevaba falda debajo de las rodillas, era prohibido asistir con pantalón, así sea invierno”.
Como este colegio, existen varias unidades educativas en la ciudad de La Paz que imponen ciertas reglas de comportamiento para regular los papeles sociales; es decir, para reforzar los roles que son impuestos para mujeres y varones. Que los varones lleven el cabello corto y las mujeres solamente utilicen faldas o las clases diferenciadas de educación física o de técnica vocacional (hoy llamada Técnica-Tecnológica), son algunas de las prácticas constantes en estos escenarios educativos. Por ello se afirma que la escuela -a pesar de las reformas que intentan modificarla- ha mantenido, de cierta manera, una lógica machista en algunas acciones concretas.
En el municipio de La Paz, el año 2016, el Ministerio de Educación registró a 102.929 estudiantes varones y 98.646 mujeres que cursaron alguno de los tres niveles de educación regular: inicial en familia comunitaria, primaria comunitaria vocacional y secundaria comunitaria productiva. En cuanto a la dependencia de las unidades educativas, se determinó que 136.939 estudiantes pertenecen a instituciones fiscales o de convenio, y 64.636 a privadas.
Por mucho tiempo -y con mayor relevancia en las unidades educativas particulares paceñas- a las mujeres se les prohibió utilizar pantalones, obligándolas al uso de la falda, aún en época de invierno. Esta vestimenta impuesta a las colegialas supone el uso de un discurso que puede ser considerado machista: “Las señoritas no se sientan con las piernas abiertas”, “No deberías correr con falda”, “Tu falda está muy corta, puede ser peligroso” y otras; aunque antiguamente el uniforme escolar estuvo concebido para diferenciar a la educación pública de la privada.
La historiadora francesa Christine Bard, en su “Historia Política del Pantalón”, refiere que esta prenda era un ropaje para pobres y bárbaros, pero que para la mujer se convirtió en su acceso a la ciudadanía. La autora cuenta que en la Edad Media esta prenda diseñada exclusivamente para varones era parecida a un calzón que cubría la pierna hasta la altura de las rodillas, por lo que el hombre considerado atractivo debía tener buenas pantorrillas. “El hombre atractivo debe tener buenas piernas (los delgados recurren a medias con relleno y pantorrillas falsas)”.
Según la misma autora, “en el siglo XIX, el simple hecho de que una mujer llevara un pantalón la asimilaba a una travestida cuyo género (masculino) ya no se correspondía con su sexo”, lo que representaba una práctica intolerable para la sociedad. Probablemente éste haya sido uno de los argumentos para la prohibición del pantalón en los colegios, y más aún en los denominados “liceos de señoritas”.
La imposición del uso de la falda a las escolares fue una práctica común en unidades educativas religiosas, donde algunas se explican a través de un versículo del Libro de Deuteronomio donde se señala que “La mujer no llevará vestido de hombre, ni el hombre vestido de mujer, porque Yavé aborrece al que hace tal cosa” (Deuteronomio 22,5).
La obligatoriedad de su uso estuvo estipulada en los reglamentos internos de cada unidad educativa. Ante ello, un funcionario del Ministerio de Educación (MINEDU), quien prefirió mantener su nombre en reserva, explicó que esta instancia no tiene potestad para revisar las normativas internas de cada establecimiento educativo: “No corresponde al MINEDU la tarea de revisar la normativa interna de cada U.E., dicha tarea corresponde a las Direcciones Distritales de Educación de acuerdo a lo señalado en el DD 0813”, aseguró.
Sin embargo, la Resolución 001/008 del año 2008, emitida por el Ministerio de Educación, reiteraba a las unidades educativas privadas, públicas y de convenio que el uniforme escolar ya no sería obligatorio y que su uso debía regularse previo acuerdo con los padres de familia. Fue en este comunicado que se incorporó el pantalón como uniforme escolar de las mujeres: “Las niñas y señoritas podrán usar falda o pantalón indistintamente”.
A inicios de esta gestión, la diputada Adriana Silva dijo a los medios que recibió denuncias de estudiantes a las que aún se les impone el uso de faldas. “Vamos a garantizar el ejercicio de los derechos de los colegiales y colegialas, ya hemos tomado conocimiento de algunas denuncias informales”, señaló en esa oportunidad.
Pero Bolivia no es el único país que impuso este código de vestimenta, pues fue una práctica aceptada en varios países; sin embargo, algunos rechazaron esta idea, tal es el caso de Ecuador que recientemente aprobó un decreto que ordena la no obligatoriedad de usar faldas.
En cuanto a vestimenta, la realidad de las maestras no está alejada de la que viven las estudiantes. A Pamela, profesora de Secundaria, su director le sugirió que utilizara un guardapolvo sobre su vestimenta tradicional porque su figura juvenil podía distraer el avance curricular: “Eres joven, los chicos te miran y no como a una maestra. Puedes utilizar un guardapolvo para cubrir tus atributos”.
En unidades educativas de orden militar, el uso de la falda, cabello recogido en un moño, zapatos de tacón bajo y el mismo color de medias nylon son constantes en los desfiles escolares. “Nuestras autoridades dicen que la falda es sinónimo de feminidad y que como somos mujeres debemos llevarla en los desfiles cuatro dedos sobre la rodilla”, explica Liliana, una profesora de Primaria de una unidad educativa de orden militar.
Lo cierto es que hoy en día, a pesar de las normativas existentes en el país, varias unidades educativas aún exigen el uso de esta prenda femenina a escolares, al plantel docente o administrativo en actos cívicos o formales. Aunque muchas unidades educativas del área urbana ya implementaron el pantalón como uniforme oficial, aún queda la duda si las normativas emitidas son respetadas en contextos rurales.
Normativa
• Ministerio de Educación: En cada inicio de gestión escolar, el Ministro de Educación reitera que el uniforme no es de uso obligatorio. Los padres y madres de familia pueden consensuar su uso.
• Los padres y madres de familia no están obligados a adquirir el uniforme o material escolar de tiendas elegidas por las unidades educativas.
• Las direcciones departamentales y distritales son las encargadas de controlar el cumplimiento de la circular.
• Para realizar consultas o denuncias, la población puede llamar a la línea gratuita 800-10-0050 o escribir al WhatsApp 715 55592.