Cuatro megaproyectos ponen en riesgo riqueza natural y derechos

Cientos de paceños recibieron como héroes a más de 400 indígenas del Tipnis que marcharon desde Beni a La Paz durante 65 días en 2011. Las heridas en sus pies, los rostros quemados y el cansancio no mermaron las fuerzas para reclamar su derecho a un medio ambiente sano, ante la amenaza de una carretera en medio del área protegida.

Lograron detener el proyecto parcialmente, aunque el Gobierno construyó tres puentes de forma clandestina, según observó Los Tiempos en una inspección. Sin embargo, luego surgieron otros tres megaproyectos de hidroeléctricas; Rositas, Ivirizu, El Bala/Chepete; que ponen en riesgo a más de 100 comunidades indígenas, seis áreas protegidas y miles de especies de flora y fauna.

 

 

Derecho al medio ambiente

El abogado constitucionalista, César Cabrera, explica que existen tres grupos de derechos establecidos en la Constitución Política del Estado. Entre éstos se encuentran los Derechos Sociales y Económicos que contemplan el Derecho al Medio Ambiente.

Los artículos 33 y 34 detallan los alcances. Quien considere que esto se estaría vulnerando puede iniciar las acciones legales que también estipula la Constitución.

«Luego de la revolución francesa y la segunda guerra mundial se vio que también se podía acabar con la tierra sin usar un arma, sólo dañando el medio ambiente. Por eso, se establecieron estos derechos», manifestó Cabrera.

Es así que los pueblos indígenas afectados por el proyecto hidroeléctrico Rositas interpusieron una Acción Popular. Incluso se habló de llegar a instancias internacionales. Sin embargo, el abogado Ramiro Orías, explicó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no tiene contemplado este derecho dentro de su marco normativo. Los casos que llegaron son por la vulneración al derecho a la salud.

 

Afectación

La implementación de un proyecto dentro de un área protegida siempre trae consigo una fuerte afectación al medio ambiente. La carretera por el Tipnis, la hidroeléctricas Rositas e Ivirizu generará la pérdida de hábitat de miles de especies de flora y fauna. Aún no se contabilizó el daño el El Bala y el Chepete, pero se presume que será el doble.

Alternativas

El senador Demócrata Yerko Núñez insta al Gobierno a utilizar otro tipo de proyectos de generación de energía, como la solar y la eólica, cuya afectación al medio ambiente sería menor. Además, permitiría a los pueblos indígenas seguir viviendo en su hábitat.

«El objetivo del Gobierno es beneficiar a los cocaleros (…) Es contradictorio. Habla de protección al medio ambiente, pero luego busca implementar este tipo de proyectos», dijo Núñez.

En defensa

Por su parte, el presidente del Estado Evo Morales siempre señaló que su gobierno sería defensor de los derechos de la madre tierra. Incluso impulsó iniciativas a nivel internacional y llamó a la conciencia nacional.

«Esta Madre Tierra es para los pueblos. No para el sistema capitalista», manifestó Morales en un acto por el Día Internacional de la Tierra en 2017.

 

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