La independencia de los medios públicos se garantiza mediante la autonomía de programación y la lejanía del Estado que no debe olvidar la responsabilidad que tiene para garantizar el funcionamiento de esos espacios de comunicación.
Matthias Kopp, periodista y antropólogo, además coordinador de la DW Akademie en Colombia, explicó cuál es la fórmula que se emplea en Alemania para que la independencia de los medios públicos sea real, una situación que no es palpable en Bolivia, ni en Latinoamérica en general.
Mencionó que en Alemania “el Estado no interfiere en la programación de los canales y las emisoras”, lo que garantiza una pluralidad de opiniones. Indicó también que “es obligación del estado garantizar el financiamiento económico” para que esos medios públicos funcionen y estén al servicio de la sociedad.
“Hay lejanía del Estado, los medios no hacen propaganda para el gobierno de turno y ese mismo gobierno se mantiene alejando y no interviene de ninguna forma”, agregó.
En este contexto, Kopp citó a Jürgen Habermas; filósofo y sociólogo alemán conocido por sus trabajos en filosofía política, ética y teoría del derecho, así como en filosofía del lenguaje; señalando que el ideal de una “comunicación no perturbada”, que es base de una sociedad libre y democrática, tiene “iguales posibilidades de intervenir, replicar y criticar a cualquier otra intervención”.
El invitado aseguró también que una “comunicación no perturbada” tiene iguales posibilidades de introducir planteamientos, afirmaciones, deseos, sentimientos, sin represiones ni humillaciones. Además, un medio público debe tener todas estas condiciones que hacen una “comunicación no perturbada”, como lo manifiesta Habermas.
El Laboratorio “El futuro de los medios estatales” es una iniciativa de la Fundación Para el Periodismo con el apoyo de la DW Akademie América Latina.