Cinco fases forman parte del Design thinking (pensamiento de diseño, en español), uno de los métodos de innovación que mejores resultados consiguió. Esta metodología fue detallada durante la tercera sesión del Laboratorio 7 del Laboratorio de Medios, desarrollado por la Fundación Para el Periodismo.
“La metodología del Design thinking se originó en Estados Unidos hace 10 años y es por excelencia la que mejores resultados tiene a nivel global en términos de innovación”, explicó la experta invitada al taller, Belén Dávalos.
La también psicóloga agregó que “el poder del Design thinking radica en ser una herramienta y un proceso que obliga a estimular y utilizar ambos hemisferios del cerebro”. Por una parte, cuando se trata de encontrar respuestas o generar innovaciones, se utiliza: la lógica, es decir: el hemisferio izquierdo del cerebro. Por el contrario, las ideas creativas nacen desde el lado contrario, el emocional.
De igual manera, se describieron cinco fases que son parte del Design thinking: empatía, evaluar, definir, idear y prototipar.
Por ello, agregó Dávalos, todo el proceso requiere que los participantes tengan una mentalidad enfocada en las personas, en los procesos, en “mostrar, no decir”, en estar enfocados en la acción, en una colaboración radical y en una cultura de prototipaje.
Sin embargo, como todo proceso de innovación, el Design thinking siempre conlleva fallos. No es un sistema infalible, sino que representa un proyecto que ha conseguido los mejores resultados con miras a consolidar una modernización.