“¿Cómo van a querer las autoridades que se les critique? No quieren, pero hay que hacerlo. Por supuesto que te van a molestar, pero el antídoto a eso es trabajar en red. Una radio pequeña que trabaja sola es débil, pero si trabajamos en red, al unir nuestras agendas y denuncias con otras radios comunitarias, se multiplica la fuerza” explicó José Ignacio López Vigil al ser preguntado sobre cómo debe actuar un periodista radial ante aquellas autoridades corruptas del área rural a las que no les gusta ser cuestionadas.
También aseguró que aquellas radios pequeñas que tramitan las denuncias de la audiencia crecerán gracias al apoyo de las personas. El experto recomendó a los participantes que valoren el riesgo que implica elegir un tema, alegando que, por seguridad, una pequeña radio no podría luchar contra el narcotráfico, pero sí podía denunciar casos de violencia e inseguridad.
“Hay que medir nuestras fuerzas. Como Jesús decía: ‘sean gente buena como palomas, pero astutas como las serpientes’”.
Consejos de supervivencia para radialistas apasionados
“¿Qué podemos hacer cuando los dueños (de los medios) muchas veces son más empresarios que periodistas y no les importan los derechos de la gente, sino ganar plata?”, preguntó el participante Jorge Medina durante la cuarta sesión del Laboratorio 7.
“¿Cómo hacerle frente a eso? Lo mejor es ir ganando espacio en un medio con ‘mente algo abierta’ o sacar nuestra propia radio online que haga una comunicación democrática, criticando lo malo venga de donde venga, porque lo que está mal hecho hay que criticarlo, denunciarlo y lo que está bien hay que felicitarlo” sugirió el experto invitado.
La solución que propone López Vigil es buscar la independencia con una emisora online y alejarse de los medios inflexibles que coartan a libertad de expresión.
“Si llegas a una radio y ves que el director es un dinosaurio, vete. ¿Por qué vas a amargarte la vida? Pero si en la dirección están algo abiertos a recibir ideas, aprovéchalo. Ve poco a poco, despacito, ganando campo. Como dice la frase ‘vamos despacio que tengo prisa’”, dijo el experto.
José Ignacio López Vigil es comunicador y capacitador radiofónico. Fue sacerdote jesuita y estudió teología bíblica. Coordina el centro Radialistas Apasionadas y Apasionados, con sede en Quito. Ha capacitado a radios comunitarias de América Latina y el Caribe en temas de producción radial y educación popular. Ha publicado varios libros como el Manual de Radialistas Apasionadas y Apasionados, Pasión por la Radio, Ciudadana Radio, entre otras. Ha producido varias series sobre la Historia de América Latina como 500 Engaños y Noticias de Última Ira