Las clases a través de una pantalla deben romper los esquemas clásicos de educación y ser planificadas como secuencias narrativas que logren despertar el interés de los estudiantes.
Omar Rincón, expositor de la tercera sesión del Laboratorio 6 “Televisión Educativa”, dijo que un buen proceso educativo no tiene fórmulas y depende de la creatividad del educador.
“Por ejemplo (una clase) puede comenzar amenamente, entonces debe seguir con un concurso de preguntas y respuestas de manera didáctica y lúdica, después un descanso oyendo un podcast por ejemplo y finalmente dar lugar al debate y discusión de lo aprendido”, ejemplificó el experto periodista y docente universitario.
En este contexto, afirmó que la didáctica educativa actual ha fracasado y que no hay una fórmula para poder enseñar.
“Cada uno debe crear sus fórmulas y adaptarlas a las necesidades actuales de los estudiantes. Hay que volver a descubrir al maestro como un contador de historias y un generador de experiencias”, concluyó el experto.