Cochabamba, 2 de octubre de 2025 – El Observatorio de Desinformación Electoral de Bolivia Verifica presentó, ante la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), datos sobre la desinformación en el contexto de la segunda vuelta de las elecciones generales de 2025, destacando hallazgos de la creciente tendencia en el ámbito económico.
Esta iniciativa se hizo posible gracias a una alianza estratégica entre la Fundación para el Periodismo (FPP) y la FEPC, como parte del ciclo NEXO, que aborda temáticas de interés regional y nacional.
Principales hallazgos
Fabiola Chambi, especialista en periodismo de datos y miembro del Observatorio develó los alcances del monitoreo realizado por Bolivia Verifica, durante ocho meses. En este periodo se pudieron identificar 900 contenidos sospechosos de desinformación, de los cuales se verificaron 358.
El análisis concluyó que 7 de cada 10 contenidos estaban directamente relacionados con el proceso electoral y la mayoría fueron fabricados y manipulados con la finalidad de alterar el discurso público. Esta ofensiva digital empleó tácticas sofisticadas como deepfakes (videos y audios generados ambos con IA) y el uso fraudulento de logos de medios de comunicación reconocidos para afectar la credibilidad de los candidatos.
Chambi explicó que “la desinformación tiene un impacto negativo y repercusiones que pueden influir en el momento de la votación, mucho más cuando la crisis económica ha exacerbado la incertidumbre de la ciudadanía”. En este contexto identificó cuatro tendencias de contenido falso y engañoso relacionados al eje económico: inflación y escasez; tipo de cambio; subsidios y bonos; y datos alterados de organismos internacionales.
La periodista subrayó que la desinformación económica también se ha convertido en un arma de ‘guerra sucia’ para deslegitimar a oponentes políticos. “De cara al balotaje vimos cómo aumenta la circulación y consumo de contenidos falsos, mientras la ciudadanía busca explicaciones inmediatas o simplistas y es más proclive a aceptar los rumores como verdades. A esto se suma el clima de incertidumbre y desconfianza en las instituciones”.
TikTok, Facebook y WhatsApp fueron las plataformas en las que más circularon los bulos, en este periodo electoral.
Llamado a la acción y la necesidad de alfabetización mediática
Renán Estenssoro, director ejecutivo de la FPP, enfatizó que es fundamental empoderar a los verificadores y que la población priorice informarse a través de los medios de comunicación profesionales sobre las redes sociales. Asimismo, destacó la urgencia de la alfabetización mediática. «Es importante llegar a las escuelas, las universidades y las empresas para que la gente al menos dude de los mensajes que recibe a través de las redes sociales y pueda discriminar a los grupos de desinformación», afirmó.
Por su parte, Juan Pablo Demeure, presidente de la FEPC, expresó su profunda preocupación desde el sector empresarial por el impacto de la crisis económica, en contexto político actual. “Este fenómeno, que incide directamente en la percepción ciudadana, exige respuestas técnicas, rigurosas y transparentes. Por eso, la tarea de verificar datos y desmontar narrativas falsas no es solo un aporte al periodismo, es un aporte directo a la estabilidad institucional y al desarrollo económico”, advirtió.Asimismo, Demeure mostró su apoyo al trabajo de la FPP y Bolivia Verifica urgiendo a masificar la verificación ante el creciente volumen de contenidos falsos.
Ambos líderes coincidieron en que la colaboración multisectorial es la única vía efectiva para proteger el proceso democrático y la credibilidad institucional ante el embate de la desinformación.