El nuevo reto de las mujeres en el sector público

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Un paso dado, un espacio logrado

 El nuevo reto de las mujeres en el sector público 

Durante los últimos años se ha podido ver que las mujeres han logrado convertirse en la masa laboral más relevante en el sector público, pero esto no significa que sea la masa laboral más importante, si nos referimos a la toma de decisiones y al manejo de poder, aún más si de política hablamos.

Soraya R. Salinas Quiroga

Los espacios a los que las mujeres han accedido en la vida pública, es decir los cargos que ocupan, los roles y tareas que se les asignan, en el caso de cargos jerárquicos, carecen de participación y decisión de parte de ellas.

Podemos ver mujeres que participan activamente en áreas económicas, políticas y públicas, espacios que eran netamente copados por hombres.

Si nos remontamos a la historia, podemos ver los roles que cumplían las mujeres dentro de la sociedad, la vida cultural y económica se basaban en la caza y la recolección: las mujeres eran las encargadas de recolectar, mientras que los hombres eran los encargados de traer la carne.

En la Edad Media, las cosas eran más estrictas y definitivas para la historia de la mujer. El conocimiento se convirtió en un arma poderosa que, combinada con la Iglesia, dejaron a la mujer relegada a ser esposa y madre.

En la época burguesa fue un poco distinto, se les daba a las mujeres pequeñas posibilidades de acercarse al trabajo como forma de ayudar en el sustento de su hogar. Pero no fue sino hasta 1918, con la Primera Guerra Mundial, cuando este panorama empezó a tomar un camino distinto. La coyuntura de la guerra obligó a las mujeres a salir de sus casas con el consentimiento de sus esposos y padres. Los hombres debían ir a la guerra y alguien debía encargarse de las tareas que antes eran exclusivas para los hombres. Esto se acentuó en 1942 en el marco de La Segunda Guerra Mundial.

En nuestra realidad local no podemos afirmar que la mujer asume un solo rol, ya que las mujeres actuales son consideradas totalmente multifuncionales; además de labores de madre y esposa, como es el caso de miles de mujeres en todo el mundo, se desempeñan como jefas del hogar y sustentadoras, siendo éste uno de los retos que tiene las mujeres que están ejerciendo función pública.

Para Yomara Gutiérrez, de 36 años, odontóloga de profesión y activista política dentro de la Gobernación del Departamento de Tarija, si bien las mujeres juegan un rol protagónico dentro de las luchas sociales y políticas, no se las ve en reuniones donde se toman decisiones, ya que …“La mujer cumple una función en su trabajo llega a casa y también debe cumplir su rol de ama de casa porque es madre y esposa”. Esta situación las limita en cierta forma para hacer política, además del miedo a equivocarse. “La mujer desde que nace es educada y formada con limitantes, porque se te educa para tener que dedicarte al hogar”, dice Yomara.

También contrastamos la opinión de la directora financiera de la Gobernación de Tarija, Fabiana Sfarsich, de 38 años, quien considera que el rol que las mujeres juegan dentro de esta institución es relevante porque son personas más dedicadas a su trabajo. A la fecha se ha logrado que se ocupen diferentes cargos en Secretarias y Direcciones, rescatando que la mayoría del personal con el que cuenta la secretaria de Economía y Finanzas es femenino. Para ella es importante destacar que las mujeres hacen un doble esfuerzo y que muchas de las limitantes que la mujer debe sortear para poder desempeñarse óptimamente es la fijación de que se debe estar presente en el desayuno, almuerzo y cena. “Esa es una limitante, sin embargo la mujer tiene la capacidad de entender, comprender mejor a las personas que muchas veces es lo que les falta a los hombres en el aspecto político”, dice. Aún así no considera que el tener que ocuparse de las labores del hogar sea un limitante porque está comprobado que la capacidad de organizarse es mejor. “Las mujeres siempre damos más de lo que muchas personas esperan, y el obstáculo que debemos sortear para incursionar en lo público es el machismo. Muchas veces se cree que las mujeres no tenemos la misma capacidad; no se le da mucha importancia al criterio u opinión de la mujer porque se cree que no está bien sustentado a diferencia del criterio de algún hombre”. Otro aspecto que resalta es la discriminación a la mujer por su aspecto físico y por su manera de pensar, aspectos que vemos como dificultad para poder ser tomadas en cuenta.

Estamos conscientes de que en los espacios ganados en todo ámbito ya sea político, social, laboral, cultural, religioso, etc., las mujeres han demostrado la igualdad de condición y operación.

La directora de Recursos Humanos de la Gobernación de Tarija, Silvia López, de 37 años, nos explica sobre los porcentajes de participación de mujeres dentro de la institución, y resalta que el 50% está ocupado por mujeres en cargos jerárquicos. “Tenemos 131 funcionarios y 46 mujeres de ellos son mujeres, osea 35% de mujeres que ocupan algún cargo jerárquico en la Administración Central de la Gobernación”. Desde su perspectiva, al momento de requerir personal los mismos varones son los que solicitan en cargos profesionales a mujeres, ya que “las son más ordenadas, más amplias y maduras, sus aptitudes de mujer suman a la hora de asumir un cargo”. Antes se pensaba que las mujeres abandonaban su hogar y descuidaban sus familias con el trabajo. “Tanto en el campo como en la ciudad, las mujeres deben afrontar grandes retos y uno de ellos se debe a que la sociedad en Tarija es todavía muy machista y somos las mismas mujeres las que nos cargamos ese rol, nos mentalizamos que somos las responsables de llevar a los hijos al médico. de ir a las reuniones de padres y sin querer nosotras mismas fomentamos el machismo. El hombre tiene que trabajar porque trae la plata, pero la mujer a pesar de ellose da tiempo de donde sea para cumplir”. También en este espacio se puede evidenciar que se atraviesa problemas de discriminación: “En mi condición de jefa me cuesta cuando me ven joven y se rehúsan a cumplir instrucciones por mi calidad de mujer, por ello es que creo que si estás haciendo bien las cosas y cumples con tus obligaciones nadie tiene por qué cuestionarte nada”. Otros aspectos que en muchos caso han hecho que la mujer dé un paso al costado son los prejuicios de la misma familia: “Los padres, el marido, cuestionan, pero no piensan que ellos también trabajan y dejan las casa y una piensa que sin una se cae la familia, pero no es un tema de capacidad, sino el romper con los roles tradicionales y empezar a ejercer desde los espacios que hemos logrado generar”.

Daniela Rodríguez, de 36 años, es directora de Comunicación e Información Pública de la Gobernación. Asumió el cargo hace poco y comenta sobre los obstáculos que ha identificado para las  mujeres  en la función pública: “Las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres, pero muchas veces nuestras opiniones no son escuchadas y reconocidas por los hombres. Esto nos llena de frustración porque pareciera que por ser mujer nuestra voz no es escuchada o nuestra opinión no es valorada”, relata. Otro aspecto que hay que valorar sobre la participación de la mujer en los espacios púbicos está relacionado a su capacidad para tomar decisiones, lo cual aún no es muy tomado en cuenta, pero para Daniela es fundamental: “Si bien la mujer está siendo tomada en cuenta para participar en cargos estratégicos, todavía nos falta, y no es un tema de capacidad, sino que piensan que no vamos a tener la capacidad de tomar decisiones acertadas, cuando sabemos que no es así; he visto que se toman decisiones por coyuntura, y nosotras creo  que lo hacemos más con la cabeza fría y no es tan acelerada, la mujer tiene un poco más de panorama”.

Ahora bien, el tema de los roles que existen para hombres y mujeres, actualmente es algo con lo que se está combatiendo, puede atribuírsele a la necesidad económica de que la mujer trabaje para ser también un pilar fundamental de aporte en la economía y manutención de la familia. También lo es la necesidad de las mujeres de equilibrar las tareas del hogar para poder ser altamente competitivas y desarrollar con amplitud sus potencialidades. ”Con el laburo que tengo, mi marido se hace cargo de mi casa, él se encarga de cocinar y de planchar. Es muy importante tener un compañero que te apoye en todo lo que haces, un compañero que tenga la misma lógica tuya, y al final si no lo tienes hay muchas madres solteras que igual sacan adelante a sus familias, se organizan en sus tiempos y  priorizan(…) Si bien nos sentimos capaces, también nos sentimos limitadas y es por el chip que se nos ha incrustado, tenemos miedo de tomar decisiones sin consultar dentro de nuestro entorno laboral, pero eso es algo que se está combatiendo, por ello tenemos muchas mujeres en cargos jerárquicos dentro de la Gobernación y si se han mantenido es porque lo han hecho bien”…

La incursión de la mujer en la vida pública es sin lugar a dudas una lucha de años, una lucha contra las barreras que los cautiverios a los que ha sido sometida. Son nuevos tiempos, nuevos aires de esperanza que impulsan a las mujeres a seguir luchando por romper con la vieja estructura de la sociedad; una sociedad donde los roles asignados la califican como buena o mala madre y esposa. Hoy vemos que las luchas no sólo van encausadas a buscar la equidad dentro de lo doméstico o en nuestro entorno íntimo, sino que la lucha ahora está dentro de lo público: luchar contra la violencia machista de hombres y mujeres dentro en nuestros espacios laborales, luchar por tener los mismo derechos yel mismo acceso al manejo del poder, luchar porque en los espacios que abramos nos den la oportunidad de demostrar nuestra capacidad como mujeres para poder ejercer y tomar el poder.

Sin lugar a dudas, el nuevo reto de las mujeres en la función pública es que cada paso que demos, cada espacio que logremos sea reconocido y respetado, no por nuestra condición de mujer, sino por nuestra capacidad de afrontar al mundo entero.

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