
Foto: Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA)
En un esfuerzo conjunto por blindar el proceso democrático contra los crecientes desafíos de la desinformación, Bolivia Verifica, la Universidad Católica Boliviana (UCB) y la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) presentaron los avances de su monitoreo de la desinformación sobre las Elecciones Generales 2025, información que ahora es empleada para la elaboración de un informe final que estará listo las próximas semanas.
Este trabajo forma parte de una robusta alianza que culminó en la conformación del Observatorio Electoral de la Desinformación en Bolivia (OED-Bolivia), en colaboración con la prestigiosa Universidad Complutense de Madrid (UCM).
La iniciativa OED-Bolivia se integra al paraguas del Observatorio Complutense de Desinformación, un macroproyecto internacional que agrupa a más de cuarenta investigadores de 15 universidades de Iberoamérica, dedicado a explorar y comprender el impacto de los desórdenes informativos —incluyendo bulos, deep fakes y narrativas polarizantes— en las democracias.
La hipótesis central de este proyecto es que el crecimiento exponencial de la desinformación tiene un impacto negativo en la velocidad y el alcance de la comunicación política, un fenómeno que se agrava drásticamente durante los periodos electorales.
El monitoreo boliviano en el marco del OED-Bolivia se activó oficialmente el 20 de mayo, coincidiendo con el inicio del periodo de propaganda y campaña fijado por el calendario electoral del Órgano Electoral Plurinacional. El objetivo principal es identificar, medir y analizar la circulación de contenidos maliciosos antes, durante y después de los comicios, proporcionando a las autoridades electorales mecanismos de respuesta.
La presentación de los primeros hallazgos se realizó en la UPSA y en la UCB, durante dos paneles académicos, un espacio que sirvió para la reflexión sobre la importancia de la veracidad de los contenidos que circulan masivamente en el espectro mediático.
Desde la perspectiva internacional, Jordi Rodríguez Virgili, representante del Observatorio Complutense, delineó tres ejes fundamentales para construir la resiliencia democrática: la información, la formación ciudadana y la colaboración público-privada entre verificadores, académicos e instituciones.
Por su parte, Carmen Beatriz Fernández, otra de los miembros del equipo del Observatorio Complutense, detalló la metodología estandarizada que emplea esta iniciativa, diseñada para comparar e identificar patrones desinformativos, permitiendo fortalecer las estrategias de respuesta en diversos contextos electorales.
El trabajo en Bolivia se caracteriza por una división de tareas estratégicas entre las instituciones locales. Según explicó José Rafael Vilar, Bolivia Verifica es responsable del crucial relevamiento de datos de los incidentes desinformativos; la UCB se enfoca en el análisis del ámbito legal y político; mientras que la UPSA asume el análisis comunicacional, codificando los incidentes conforme a la rigurosa metodología internacional del Observatorio.
Las contribuciones específicas fueron presentadas por el estudiante de la UCB, Max Bruno Pérez, quien detalló la metodología de estudio del marco normativo electoral y los casos de desinformación desde la óptica legal. Asimismo, Patricia Cusicanqui de Bolivia Verifica ilustró los procesos de recolección y organización de la información. Y Vania Solares profundizó en el análisis informativo y comunicacional realizado por el equipo de la UPSA.
El panel también contó con la participación de Alessandra Rossi, asesora principal del PNUD, entidad que apoya los procesos de democracia del Órgano Electoral Plurinacional y forma parte de la coalición de instituciones que combaten la desinformación.
Esta iniciativa tripartita, respaldada por la experiencia académica internacional de la Complutense y la cooperación del PNUD, reafirma el compromiso de la academia y la sociedad civil boliviana con la investigación, la cooperación académica y la defensa del pensamiento crítico, fortaleciendo la capacidad del país para enfrentar los desafíos de la desinformación en el camino hacia los comicios de 2026.
