¿Cómo llenamos el plato los bolivianos?
Juan Pablo García/Anabel Vaca/Gladys Mita/Mijail Miranda
Para 2025, el año 2013, Bolivia se fijó la meta de producir 45 millones de toneladas de alimentos. En 2017 cerró con una producción de 17 millones de toneladas de alimentos, 13 por ciento más en relación al cupo alcanzado cuatro años antes.
La cantidad producida el año pasado representa solo el 38 por ciento de la aspiración que se tiene para dentro de siete años. Las cifras no son alentadoras, sin embargo, el Gobierno y los empresarios, aunque los segundos con menos optimismo, creen que hay posibilidades de concretar este objetivo.
No obstante, ¿cuánta de esta producción llega realmente a la mesa de los bolivianos? ¿Esta producción busca alcanzar las tan anheladas y promocionadas soberanía y seguridad alimentarias? Lo cierto es que un porcentaje importante de la producción a productos alimenticias, a nivel industrial, tiene otro tipo de fines.
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Los expertos creen que la ampliación de la frontera agrícola crece a pasos muy lentos, pero, al parecer, un crecimiento mayor tampoco garantizaría una mejor alimentación del conjunto de los bolivianos.
Este tipo de preguntas y dilemas surgen al momento de intentar responder a la sencilla interrogante de ¿cómo llenamos el plato los bolivianos?