El Fondo Concursable para Investigación Periodística sobre el Empleo Juvenil en Bolivia es una iniciativa de la Fundación para el Periodismo y Solidar-Suiza que, por segundo año consecutivo, publicó la separata “Prioridad” y fue distribuido junto al periódico Página Siete. Los reportajes que se presentan fueron seleccionados por su calidad y rigurosidad periodística en el marco del programa. Sus autores recibieron una beca para estimular su realización.
Israel Dennys Gutiérrez Gutiérrez
El Director Nacional de Trabajo, Roberto Pardo, informó que alrededor de la cifra son muchos los factores que encierran la falta de empleo juvenil tanto en varones y más aún en mujeres. Destaca la falta de experiencia laboral, la cantidad de profesionales que se gradúan o titulan al año, los bajos salarios, la inestabilidad continua, prima la amistad a los conocimientos y el no acceso a la seguridad social entre otros.
De una cantidad de 30 entrevistados en las ciudades de La Paz y El Alto, 15 reconocieron que ingresaron a sus fuentes laborales por amistad con un camarada de curso o universidad, seis aceptaron un bajo salario en comparación a lo que otros perciben por el mismo trabajo, tres trabajan como consultores sin acceso a seguridad social, cinco trabajaron entre dos y cuatro diferentes empleos en tan sólo un año, sin ejercer su profesión; uno, por falta de experiencia laboral e ingresos obligadamente se dedicó a otro trabajo donde tampoco ejerce su profesión.
Carlos de 25 años, se considera una persona con suerte. “Desde la universidad siempre he tenido suerte, nunca me han faltado amigos ni fiestas [….], hoy gracias a uno de ellos tengo un buen empleo, él trabaja para su papá y yo le ayudo, no me va mal”. Carlos trabaja en una empresa de auditores desde que salió de la casa superior de estudios donde se formó.
No sucede lo mismo con Silvia, quien pese a tener buenas notas en la universidad, tuvo que acceder a un trabajo donde le pagan el salario mínimo impuesto por el gobierno. “Es muy difícil encontrar un trabajo, busqué nueve meses después que me titulé como administradora de empresas, todos te piden referencias o años de experiencia. Cómo tenerla si recién salía de la universidad, imposible”. Ella trabaja administrando un café.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación juvenil en el país es del 8 por ciento, lo que significa más del doble de la tasa de desempleo general que es de 3,2 por ciento. Por su parte, Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) -con datos de 2011- informó que la tasa de desempleo general fue calculada en 8 por ciento, mientras que la desocupación juvenil fue prevista en 14,5 por ciento. La investigación fue hecha en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto, exclusivamente en zona urbana.
Ronal trabaja en un medio de comunicación, relata que aceptó ser contratado como consultor debido a la falta de empleo existente en el país. “Al principio fue muy difícil para mí pasar de radio a televisión, tuve no sólo que tener amigos sino aceptar una infinidad de viajes por el salario que me pagaban, fueron muy claros conmigo, me dijeron que no me pagarían ni seguro en la Caja Nacional de Salud ni aportes para la jubilación, tengo una familia que mantener y se me presentó la oportunidad, así que la acepté”, aseveró el periodista.
Alejandra de 25 años, graduada de la carrera de trabajo social informó: “Este año tuve cuatro empleos; el primero, fue repartiendo volantes por todo un mes […] me pagaban 800 bolivianos por más de 12 horas de trabajo; en el segundo, trabajé en el área de mensajería, lo malo era que no me daban para mis pasajes y si me daban era una miseria y no respetaban mis horas de salida, duré cuatro meses. Hasta hace una semana trabajé de mesera en un boliche, era muy peligroso, así que mis padres me obligaron a dejarlo y hoy trabajo en una guardería. Realmente me esforcé por encontrar un trabajo para lo que estudié, pero es muy difícil, el mercado está muy saturado, la gente se agarra con dientes y uñas cuando encuentra un trabajo”.
Algo que también afecta la inserción laboral es la economía nacional. Laura, Educadora Especial de profesión, afirma que en su primer empleo le pagaron 450 bolivianos ayudando a niños con síndrome de Down. “Muchos de los padres de niños con discapacidad no tienen dinero para sostener a sus familias y menos para pagar a un educador especial. En La Paz y en sí en Bolivia no existe la cultura de atención a estos niños, muchos trabajamos y elegimos la profesión por vocación y amor y los pocos centros que ayudan este tipo de casos carecen de presupuesto; claro, son privados, el Estado en sí no se preocupa por ellos”.
Según estadísticas del Registro de Comercio realizadas por Fundempresa, la base empresarial activa del país registró a diciembre del año pasado 122.995 empresas, logrando así un 80 % de crecimiento en comparación a 2013 donde se reportó un número de 68.232. De acuerdo con su tipo societario, sobresalen las unipersonales con 103.621 firmas, que a su vez develan un crecimiento de 105 por ciento con relación a 2012. En segundo lugar, se hallan las de responsabilidad limitada (17.635), seguidas por las de sociedad anónima (1.492), las extranjeras (208), las sociedades colectivas (19), las de comandita simple (10), las sociedades anónimas mixtas (9) y las de comanditas por acciones (1). Mostrando así que son pocas las empresas privadas que funcionan en Bolivia y los emprendimientos personales tuvieron un crecimiento casi del 100%.
Ante la falta de empleo, Andrea -nombre ficticio- comentó que los años de estudio son realmente inexistentes a la hora de buscar empleo. “Vengo del interior del país, al llegar a La Paz tuve el sueño de ser enfermera, desde niña me gustó, pero la realidad es otra, cuando busqué empleo, con lo que me ofrecían no podía ni pagar mis estudios y menos pagar un alquiler, así que tuve que buscar otro tipo de empleo, donde gano más que una enfermera, nadie sabe dónde trabajo y espero algún día salir de la prostitución y cumplir mi sueño, mientras tanto hago esto, no porque me guste sino por lo que necesito, estoy a punto de lograr mi título. Sabes, todo es dinero”.
Según analistas, para el 2016 las cifras de desempleo, no sólo en profesionales jóvenes sino en la población en general, irán en aumento por fuga de capitales y la caída de los precios de materias primas. El Banco Mundial pronostica un crecimiento del -0.3% en el 2015 y 1% para el 2016. Para evitar esto, según el Abogado Laboralista Hugo Pizarro, es predominante la creación de fuentes de empleo en general y a nivel nacional, la economía debe buscar un crecimiento rápido y sostenido, se debe impulsar el desarrollo productivo y la industrialización del país, porque las actuales condiciones obligan a los jóvenes a optar por los puestos menos remunerados y más precarios.