La obra se desarrolló en el marco de la Semana Mundial de Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), una campaña global promovida por la UNESCO para fomentar el uso responsable de los medios y las plataformas digitales.

Una multitud se detuvo el domingo 26 de octubre en la feria dominical de El Prado atraída por una escena poco habitual: actores, máscaras, un poco de humor y verdades incómodas para narrar una historia. Era el estreno de “No es lo que parece”, una obra de teatro callejero que busca despertar el pensamiento crítico frente a la desinformación.
La iniciativa, impulsada por Bolivia Verifica y la Fundación para el Periodismo, en colaboración con el elenco de Mara Teatro, convirtió el tradicional paseo paceño en un escenario para contar historias basadas en hechos reales sobre estafas, manipulación política, desinformación en salud, trata de personas y polarización social.
Entre risas, gestos de sorpresa y aplausos, el público reconoció en las escenas situaciones que muchos viven a diario: información falsa compartida sin verificar, mensajes sospechosos en redes o cadenas que apelan al miedo.

Además de las tres funciones de la obra, los visitantes participaron de dinámicas interactivas que pusieron a prueba su capacidad para detectar bulos y distinguir información veraz. Familias enteras, jóvenes y adultos mayores se sumaron al juego, convirtiendo la jornada en una experiencia de aprendizaje colectivo.
El evento fue parte de la Semana Mundial de Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), una campaña global promovida y apoyada por la UNESCO para fomentar el uso responsable de los medios y las plataformas digitales.
“La alfabetización mediática no tiene que quedarse en las aulas o en talleres especializados; debe llegar a las calles, a los mercados, a los espacios donde la gente conversa e intercambia información. El teatro es una herramienta poderosa para lograrlo”, destacó Renán Estenssoro, director de la Fundación para el Periodismo.
Con “No es lo que parece”, el teatro demostró que puede ser mucho más que entretenimiento: puede ser una herramienta ciudadana para combatir la desinformación desde el arte y la calle, ahí donde la ciudadanía vive, conversa y se informa.
Esta actividad también fue posible gracias al apoyo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
