Los aportes de más de 110 mujeres en al menos 11 áreas del desarrollo han sido identificados y sistematizados en el portal de la Comunidad Virtual #VidaSinViolencia.
Por Patricia Cusicanqui Hanssen
Los aportes de mujeres bolivianas en al menos 11 áreas de diversa especialidad e importancia para el desarrollo integral han sido sistematizados en un espacio virtual llamado “Mujeres haciendo historia”, donde se puede conocer a detalle sus logros a lo largo de diversos periodos de los anales del país.
Al sitio se puede acceder desde el link https://bit.ly/3I2nbTW, construido por la Comunidad Virtual #VidaSinViolencia. Literatura, ciencia y tecnología, política y luchas sociales, deporte, economía, derechos humanos, arte, cultura, periodismo y otras son las áreas donde se han identificado a más de 110 mujeres que impulsaron e impulsan el crecimiento del país con su trabajo.
Desde cada una de las áreas se puede acceder a un perfil donde se detallan sus aportes. Toda persona, en particular periodistas y medios de comunicación, pueden reproducir libremente esta información.
Sobre el sitio
“La página Mujeres Haciendo Historia es un espacio abierto y colaborativo, para preservar nuestro pasado, pero también para inspirar el trabajo de las nuevas generaciones de mujeres bolivianas (…) Durante los últimos años, el proyecto Vida Sin Violencia estuvo trabajando en un espacio virtual que alberga las historias de mujeres que aportaron a transformaciones profundas en distintos ámbitos de acción”, se lee en el portal.
El mensaje añade que las mujeres marcan la historia del país y son parte de la construcción del presente y del futuro, rompiendo barreras y ayudando a construir el país con justicia para todas y todos.
Vida sin Violencia es un proyecto de la Cooperación Suiza en Bolivia, que se amplía en alianza con la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo ASDI, que asigna la responsabilidad a Solidar Suiza de su implementación (2016-2022). Tiene la finalidad de “Contribuir a la reducción de la violencia e incrementar la posibilidad de las mujeres de tener una vida digna” y facilitar su acceso a la justicia. En su primera etapa, se promovieron y recogieron buenas prácticas de lucha contra la violencia hacia las mujeres a nivel nacional y subnacional y en esta segunda etapa, se busca que estas y otras se repliquen en otros territorios e incidan en políticas públicas y se multipliquen a través de su difusión, intercambio y réplica.