Editor marzo 7, 2022
Red Buena Vista Valórate, Mujer

A través de talleres con diversos sectores de la sociedad, la Red llega a distintos puntos del municipio de Buena Vista, con información y educación contra la violencia machista (foto: GAMBV).

 

La Red ¡Mujer, valórate! ha logrado reunir a representantes y miembros de todos los sectores y todas las instituciones del municipio, para prevenir y luchar contra la violencia machista. En talleres, conversatorios, intervenciones directas y a través de diversas herramientas de la tecnología, la población se informa, se educa y se apoya para erradicar este mal.

 

Por Patricia Cusicanqui Hanssen

Con un mensaje de reflexión y empoderamiento, el municipio cruceño de Buena Vista se ha organizado en torno a la red ¡Mujer, valórate! Desde cada comunidad y barrio, desde los hospitales, las unidades educativas, la Policía, los clubes de madres y los sectores sociales organizados, cientos de aliadas y aliados se forman para prevenir la violencia de género, mientras que la Alcaldía ha fortalecido la atención de las víctimas a fin de que la lucha contra la violencia sea integral y sostenible.

La Red tiene cerca de dos meses de vida y el conformarla representó un trabajo arduo que demandó meses de reuniones informativas para llegar a consensos con diversos actores; ahora que ya se tiene a un enorme grupo humano organizado, han empezado los talleres formativos y la campaña de comunicación.

“El objetivo de crear la red es unificar los esfuerzos de distintas instituciones y organizaciones para luchar de manera conjunta contra la violencia hacia la mujer. Participan sectores de educación, salud, representantes de barrios y de comunidades, clubes de madres, promotoras comunitarias, la central campesina, el Concejo Municipal, gremiales y transportistas, entre otros. Es un trabajo de mucho compromiso y voluntariado”, destaca el alcalde de Buena Vista, Teodoro Gonzáles (MAS).

Muchas de las habitantes de Buena Vista sufren las consecuencias de la violencia machista, instaurada en prácticas patriarcales heredadas de sus propias familias. El Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia reciben denuncias con cierta frecuencia, pero aún no tienen un registro consolidado. “La gestión (municipal) anterior no nos pasó información completa, todo lo eliminaran. Lo que ahora reportamos con más regularidad es la violencia intrafamiliar, tanto física como psicológica”, explica la directora del SLIM, Delia Claros.

La necesidad de incidir en la prevención es fundamental para el municipio. Por eso, sus autoridades ponderan el acuerdo logrado con el proyecto Vida sin Violencia de la Cooperación Suiza en Bolivia, que se amplía en alianza con la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), ejecutado a través de Solidar Suiza, para la consolidación de la iniciativa.

“Nos hemos organizado gracias al apoyo de estas instituciones que nos aportan con algo de recursos, gracias a ello pudimos concretar la Red”, relieva el burgomaestre.

 

Alcalde Buena Vista

El alcalde Teodoro Gonzáles, con representantes de la Red en el lanzamiento de la iniciativa.

 

Comunidad formada e informada

El apoyo brindado a la municipalidad se traduce en una serie de acciones que se han empezado a ejecutar. “Ya estamos trabajando en actividades con los padres de familia, los maestros, los estudiantes, las promotoras comunitarias y otros sectores; realizamos talleres sobre violencia, normativa vigente, derechos humanos, derechos de las mujeres y prevención. La gente ha empezado a conocer la Red (y sus alcances) y ya se ven algunos resultados”, afirma Claros.

A su vez, las y los aliados retransmiten esta información en sus organizaciones y en sus zonas de incidencia, y cuando hace falta pueden orientar a las personas en dónde buscar ayuda profesional e institucional.

Otra forma de llegar a la comunidad con información y educación son los mensajes a través de redes sociales, aplicaciones y medios de comunicación, herramientas vitales para alcanzar su objetivo.

“Trabajar con redes sociales nos permite llegar a más gente, también tenemos un grupo de WhatsApp por donde enviamos anuncios de las actividades. Lastimosamente ya no funciona una radio comunitaria que teníamos en el municipio y la radio Kawsachun Coca (cuya señal llega con fidelidad a la zona) nos pide un monto (para difundir los mensajes), pero seguimos trabajando”, dice la directora del SLIM.

 

Compromiso institucional y social

La Alcaldía también hace esfuerzos para mejorar la atención a las víctimas. Con un presupuesto de 97.000 bolivianos para el SLIM, consiguió sumar a su equipo a dos especialistas en el tema.

“Cuando asumimos el gobierno municipal, hace nueve meses, solo contábamos con un asesor jurídico y los casos de violencia se pasaban directamente al juzgado. Ahora hemos complementado el equipo con una encargada de la Defensoría y una psicóloga, y estamos por contratar un trabajador o trabajadora social. Esto va a beneficiar mucho a la atención de las víctimas, ya que trabajamos en dos componentes: prevención y atención. Las víctimas ya saben mejor cómo y dónde acudir por ayuda cuando sufren violencia”, sostiene el Alcalde.

El trabajo de las y los miembros de la Red es voluntario y demanda que ellas y ellos mismos inviertan su tiempo y sus recursos para poder asistir a sus talleres, lo que hace aún más encomiable su misión, en particular con aquellas personas que se trasladan desde las comunidades aledañas al pueblo para dedicarle horas de su actividad personal a las capacitaciones.

Destacable es el rol que cumplen las promotoras comunitarias, un grupo de mujeres que promueven la convivencia con respeto y se constituyen en voceras y defensoras de las niñas, los niños y las mujeres. Atienden casos en lugares remotos y han sido formadas para ello.

“Tememos 10 promotoras comunitarias que ayudan mucho al SLIM y a la Defensoría; como somos un equipo chico estamos impedidos de abarcar todo el territorio, ellas nos dan apoyo, sobre todo en las comunidades alejadas. Vienen trabajando hace años y ahora, con la Red, se ha fortalecido su misión. Tienen la voluntad de venir (a las capacitaciones) son un brazo de la Defensoría en sus lugares de residencia, se ocupan de los casos de orientación en pareja”, explica Claros.

Teodoro Gonzáles valora mucho la labor de este puñado de mujeres: “Estamos fortaleciendo a las promotoras comunitarias, cuyo trabajo es digno de destacar porque para una mujer es difícil atender al mismo tiempo su trabajo en casa y a su comunidad. Algunas se hicieron voluntarias a partir de haber vivido y experimentado el maltrato, muchas de ellas que salen de esta situación se ofrecen a trabajar”.

 

Red Mujer, valórate

Representantes de decenas de instituciones son parte de la red ¡Mujer, valórate! (foto: GAMBV).

 

En busca del mayor apoyo estatal

Los avances para luchar contra la violencia en razón de género son notorios, pero aún falta mucho por hacer desde la institucionalidad. En Buena Vista, capital de la provincia Ichillo del departamento de Santa Cruz, no hay oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) ni de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), tampoco una oficina del Ministerio Público.

En los casos en que se requiere de la intervención de la Fiscalía y la Policía, el equipo municipal debe viajar acompañando a las víctimas hasta el municipio vecino de Yapacaní, distante a unos 30 minutos de viaje en vehículo, la mayoría de las veces empleando dinero que sale de sus propios bolsillos.

“Cuando hay emergencia nos trasladamos allá con la víctima, con nuestros recursos. A veces la víctima no tiene ni para sus pasajes, muchas de ellas son mujeres que salen (en busca de ayuda) desde comunidades lejanas”, indica la directora del SLIM.

Pero esto no les desanima y el compromiso es facilitar y garantizar el acceso a la justicia. “Solo contamos con módulo policial y tenemos un juzgado, sin embargo, vamos a seguir trabajando” para contar con autoridades de la Fiscalía y con personal de la FELCV en nuestro municipio, asegura el Alcalde.