Editor marzo 21, 2022
Senadora Simona Quispe

Época de cosecha: la senadora Simona Quispe, durante una jornada laboral como agricultora
en el altiplano de La Paz (foto: Simona Quispe).

 

Pertenece a una numerosa familia de escasos recursos dedicada al agro en el altiplano paceño. Cuando decidió labrar su liderazgo no imaginó que la cosecha la llevaría a la Asamblea Plurinacional; hoy, Simona Quispe ocupa la Primera Vicepresidencia del Senado, otro logro de las mujeres indígenas de Bolivia en el Legislativo.

 

Por Claudia Quenallata
Edición: Patricia Cusicanqui

La senadora Simona Quispe Apaza es la segunda mujer indígena originaria en ocupar la Primera Vicepresidencia de la Cámara Alta, logro que resume años de crecimiento personal y consecuencia en la superación de diversas barreras, no solo por ser mujer, sino por su condición de indígena y por provenir de una familia de escasos recursos.

Su antecesora fue la senadora Martha Poma Luque, originaria de la provincia Omasuyos de La Paz, y dirigenta sindical de las y los artesanos de Bolivia, quien hace 11 años marcó un hito al asumir el mismo cargo.

A la par de los esfuerzos de Simona Quispe por consolidar su proyecto de vida como líder y dirigenta, el país experimentaba un cambio estructural expresado en la Asamblea Constituyente de 2006, espacio deliberativo que sin bien no consiguió la deseada paridad representativa (solo 88 de sus 250 miembros era mujer), estuvo atravesado por las agendas que las organizaciones de mujeres y diferentes instituciones y agrupaciones feministas venían trabajando.

La fuerza que resultó de esa articulación permitió garantizar la inclusión de la equidad de género en la Constitución Política del Estado (CPE) como un valor sobre el cual se sustenta el Estado mismo, pero también permitió alcanzar un texto constitucional de avanzada respecto al reconocimiento de los derechos de las mujeres.

Así, en su artículo 8, parágrafo 2, la Carta Magna establece que “el Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien”.

Inspirada en estos cambios, Quispe optó por incursionar de lleno en la política como representante del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el departamento de La Paz. En esta entrevista, la senadora comparte su historia, sus logros como política y su trabajo.

 

— Cuéntenos un poco de su infancia y su crianza, senadora ¿dónde nació y en qué contexto creció?

— Nací el 23 de junio en la comunidad Marka Llata, municipio de Carabuco de la provincia Camacho del departamento de La Paz, éramos 11 hermanos y tres han fallecido, soy hija de agricultores de una familia humilde. En mi niñez y adolescencia siempre he hallado fuerza de donde no hubo, en las comunidades ponemos sacrificio para tener algo.

Desde entonces siempre me ha gustado luchar por mis objetivos, lo que anhelaba era estudiar primaria y segundaria, sin embargo, no pude concretar por falta de recursos económicos. Hice los primeros cursos de primaria en la unidad educativa Manuel Rigoberto Paredes, pero tuve que dejar dos años para ayudar a mi familia; posteriormente retorné, esta vez sin ayuda de mis padres. En las áreas rurales siempre hubo discriminación hacia las mujeres y peor una mujer indígena, los padres solo enviaban a estudiar a los varones, decían que las mujeres solo éramos para la cocina y para cuidar wawas, así nos reducían.

Para tener recursos económicos ayudaba a una tía de la comunidad y por día de trabajo me pagaba dos bolivianos, eso era para comprarme útiles escolares; por la mañana iba a estudiar y por la tarde a trabajar. Cuando ingresé a secundaria no tenía recursos económicos, una de las anécdotas que tengo es que me han elegido como representante a reina de belleza del centro educativo y al no tener dinero tuve que renunciar, mi profesora y mis compañeros no han aceptado y entonces hicieron una recolección para ayudarme.

En la siguiente gestión tuve que dejar los estudios y me vine a la ciudad como trabajadora del hogar por un año, después me busqué otra ocupación en artesanías y me inscribí en CEMA (Centros de Educación Media Acelerada), así pude concluir la secundaria. Para el estudio no hay límites ni edad, en tal sentido sigo con mis estudios en la universidad.

 

— ¿Y cómo fue su experiencia como líder y sus inicios en la política?

— En las comunidades acostumbramos escuchar Radio San Gabriel, y un día que estuve cumpliendo con mis labores de casa escuché una convocatoria donde se invitaba a las mujeres para un taller de liderazgo, que iba a desarrollarse en Chuquinayra, en la provincia Ingavi. Entonces, decidí participar junto a mi hijo de dos años y cargada de víveres, papa, chuño y otros, fui caminando todo el día hasta el lugar, cuando llegué me quedé asombrada porque había varias compañeras con mucha experiencia y otras eran autoridades en función.

En el taller nos enseñaban sobre el liderazgo de las mujeres, a la vez nos socializaban los presupuestos que había en los municipios para capacitarnos como mujeres. Esta formación duró una semana, posteriormente retorné a mi comunidad Marka Llata, donde compartí con mis hermanos y hermanas todo lo que había aprendido. Justo en esas fechas era la elección de la nueva ejecutiva de Bartolina Sisa y participé en una asamblea donde las hermanas me sugirieron; resulta que gané, no fue sencillo asumir el cargo, desde antes siempre hubo discriminación hacia las mujeres, siempre ha primado el patriarcado, unos me decían que era muy joven para el cargo y otros me apoyaban, pese a las dificultades pude concluir el cargo.

De 2010 a 2015 fui elegida asambleísta departamental, dos gestiones fui vicepresidenta de la Asamblea paceña, cuando asumí fue un reto grande para mí, en ningún momento podía equivocarme como autoridad, tuve que revisar todas las normas, el procedimiento de la gestión de la Asamblea y también tenía la obligación de hacer cumplir todas las competencias sin vulnerar ninguna ley ni reglamento.

 

Senadora Simona Quispe

La Directiva de la Cámara Alta, con Quispe como Primera Vicepresidenta (foto: Simona Quispe).

 

Después de concluir mi gestión como autoridad departamental continúe trabajando de la mano de las organizaciones sociales y llegaron las elecciones generales el 2019, cuando las hermanas Bartolina Sisa me eligieron como candidata a senadora, fue así que vuelvo a la carrera política nuevamente.

En nuestro país hubo golpe de Estado, fueron momentos muy críticos, sobre todo para las mujeres de polleras, había persecución, después de un año de llanto y dolor, con la unidad del pueblo logramos recuperar la democracia, así nuevamente vamos a las elecciones generales y otra vez soy ratificada como candidata; durante el arduo trabajo de campaña logramos ganar democráticamente, es así como llego a ser autoridad nacional.

No soy una persona ambiciosa, no me gusta buscar cargos, pero cuando me piden o me eligen no me excuso, nunca pensé asumir el cargo de la Primera Vicepresidencia del Senado, es un reto grande que llevo orgullosamente como mujer de pollera indígena, me gusta resaltar que gracias a la refundación del Estado Plurinacional del Estado y la nueva Constitución Política del Estado, hoy en día, las mujeres nos empoderamos en diferentes espacios: político, social y económico.

 

— El 50% de los curules del Legislativo están ocupados por mujeres. Los hechos han demostrado que ser mujer y hacer política en un entorno tan machista tiene un alto precio, ¿le ha tocado enfrentar algún tipo de violencia y discriminación con sus colegas varones en la Asamblea?

— Si bien hoy en día las mujeres ocupamos espacios importantes dentro del Gobierno, debemos continuar preparándonos para llegar a más espacios. Gracias a Dios, hoy en día, no sufrí ningún acto de discriminación.

 

— ¿Una de las funciones de la primera vicepresidenta es la de coordinar las relaciones entre la Directiva y las brigadas departamentales, ¿cómo transversaliza el tema de género e igualdad desde sus funciones?

— Como vicepresidenta de la Cámara de Senadores hago participar a toda las senadoras y senadores para planificar y organizar los temas de legislación o las políticas y programas en todos los niveles. Ya sea en las sesiones o reuniones de las bancadas y en las brigadas parlamentarias tienen derecho a participar y plantear sus ideas.

 

— ¿Cómo Primera Vicepresidenta toma parte de manera directa o indirecta en el trabajo de la Comisión de Revisión de Casos de Violación y Feminicidio?

— Mi persona nunca va estar de acuerdo con la violencia, los feminicidios y las violaciones, a los culpables se los debe sancionar con todo el peso de la ley. La legislación boliviana establece para los feminicidas y violadores la sanción máxima de 30 años de cárcel sin derecho a indulto y los administradores de justicia deben cumplir la norma. Eso estamos impulsando.

 

— ¿Cuáles fueron las acciones que llevó adelante en 2021 para promover los derechos de las mujeres en el área rural?

— En mi semana regional he realizado varias capacitaciones y socializaciones en comunidades de las provincias, acerca de las normas que nos protegen a las mujeres, incluso hemos analizado la Ley 348. También hemos trabajado sobre liderazgo. Gracias a las actividades de mi equipo técnico hemos visto un resultado positivo; a un principio, las hermanas tenían miedo de expresar el maltrato físico que recibían.

 

— ¿Qué actividades planea para este 2022, “Año de la Despatriarcalización”?

— Voy a continuar con capacitaciones y talleres de socialización y de liderazgo para empoderar a las mujeres de las provincias bajo coordinación con las organizaciones, como se ha ido realizando hasta ahora.