FOTOREPORTAJE.- Cerca a Irpavi, en la ciudad de La Paz, jugadores aficionados y profesionales se dan cita a un espacio de entretenimiento. 10 pinos, una bola de nueve a 16 libras y un par de zapatillas especiales son los únicos accesorios indispensables para este juego.
El bowling permite reunir a niños, jóvenes y viejos entorno a una pista aceitada por la cual viaja la bola. En 10 tiros, los jugadores definen al ganador según el puntaje acumulado, definido por el número de pinos derribados en cada jugada.
La puntería y la práctica son las claves del éxito en este deporte. Ese es el caso de José Miranda, que inició como un deportista aficionado para luego convertirse en uno de los representantes del país. “Yo practico hace cinco años, desde que se fundó este centro. Ya he asistido a siete torneos internacionales y traje la medalla de bronce en el Torneo Sud Americano”, aseguró Miranda.
Un entrenamiento de una hora al día y mucha perseverancia rindieron frutos, según el jugador. Las diferentes variedades de aceite hacen que la dificultad del juego varíe. “Son más de 200 tipos de aceites que hacen que cada juego sea distinto”, explicó Miranda. Además, aseguró que en sus cinco años de experiencia aprendió que lo más importante para el jugador de bowling es la técnica para la caminata previa al lanzamiento.
Autores:
- Rodolfo Huallpa
- Sady Rojas
- Verónica Velarde
- Mabel Gaete
