Por: Julio Fernández

Fotos: Fundación NKM

La Primera Expedición a Caparuch

A principios del siglo XX, Percy Fawcett, era teniente coronel, arqueólogo y expedicionario inglés, a sus 39 años de edad, lidera a encargo de la “Royal Geographical Society”  una expedición para delimitar el área Amazónica en disputa entre Bolivia y Brasil.

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Su travesía de 1907, se centró en lo que hoy es el Parque Nacional Noel Kempff Mercado (Caparuch), Fawcett afirmó haber visto y disparado a una gigantesca Anaconda de 19 metros de largo, por lo que fue extensamente ridiculizado por la comunidad científica de ese entonces. Descubrió otros misteriosos animales, como un pequeño perro de apariencia felina, o la “apasanca” una gigantesca araña.

Con el tiempo y después de otras expediciones, estos relatos fueron difundiéndose en Londres – entre otros – a los oídos de Arthur Ignatius Conan Doyle, escritor y médico britanico, creador del célebre detective Sherlock Holmes y que motivado escribe la novela “Un Mundo Perdido”.

Fawcett: “dejo instrucciones que si nosotros no volvemos, no debe enviarse expedición de rescate alguna, o de lo contrario los rescatadores sufrirían el mismo destino. Estoy con mi hijo Jack”.

En extraña premonición, Percival Harrison Fawcett, desapareció en circunstancias desconocidas, durante una expedición para encontrar “Z”, nombre que le dio a una antigua ciudad perdida que él creía ser “El Dorado”, originando la leyenda que los Incas ocultaron un gran tesoro. Era 1925, cuando Bolivia celebraba el primer centenario de fundación. Nunca se supo que pasó.

Por la época de 1924, para ser exactos el 27 de febrero, nació en Santa Cruz de la Sierra Bolivia Noel Kempff Mercado. De padre alemán, se convirtió en naturalista y visionario que dedicó su vida al cuidado de la vida silvestre, la conservación y la investigación. Catalogó cientos de especies entre otros grandes trabajos científicos …

Noel Kempff Mercado, se graduó como Contador, era un hombre de constante superación personal y apasionado por la naturaleza. Esto lo llevo, primero a ser reconocido como un gran apicultor y luego como una referencia del conocimiento en flora y fauna sudamericana. En los 80’s, centro su atención en Caparuch, donde las aguas que nacen en la cordillera de Los Andes, encuentran un límite divisorio para formar las dos grandes cuencas hidrográficas de Sudamérica, la Amazónica y la Cuenca del Plata.

“Carajo”

88 metros de caída libre de las aguas del rio Paucerna impactan en la superficie y se transforman inmediatamente formando una especie de nubes gaseosas que vuelven a tomar altura, dejando en la retina de los ojos de quien la observa, un espectáculo de naturaleza viva. Noel Kempff Mercado y sus acompañantes descubren la Catarata “Arco Iris”, es un hombre tranquilo de hablar pausado que no contiene su emoción a lo que sus ojos ven como una deslumbrante belleza, testimonia el reconocido periodista Rubén Poma …

La Segunda Expedición

5 de septiembre de 1986

El día amaneció parcialmente nublado, el viento suave se lo sentía fresco en el rostro. La expedición hispano boliviana tiene previsto llegar a la serranía Caparuch, que se eleva sobre unos farallones o acantilados de hasta 200 metros de altura en medio de la Amazonía de Bolivia. La emoción es tal que después de retirar los asientos posteriores de la avioneta Cessna para llevar raciones de comida, un bidón de gasolina para el retorno, olvidaron la batería que debería suministrar energía al equipo de radio.

Los ocupantes se acomodan en medio o sobre la carga de la pequeña nave, aprestándose a descubrir un capricho más u otra obra de arte de la naturaleza. Sobre las 10 am despegan en el primer vuelo de reconocimiento desde un conocido aserradero que operaba en la zona atraído por especies madereras exóticas (Caoba y Aymara). Los expedicionarios van en misión científica, incluido el hallazgo de población no contactada.

La referencia que tienen es que existe una pista abandonada por militares que fueron años atrás ha custodiar yacimientos de piedras preciosas. A la media hora de vuelo se divisó una fina, pero clara línea roja en medio del verde que se pierde en el horizonte de abundante vegetación. Como un ave, desde el aire, llamó la atención ver instalaciones que ponían de manifiesto la presencia de humanos.

De cara morena, largas patillas y pelo grisáceo, Noel Kempff Mercado, con sus ojos pícaros y fino humor, lideraba la expedición a sus 62 años de vida. Gracias a Don Noel, en 1979 se creó el Parque Nacional Huanchaca. La zona más espectacular es la meseta o serranía que geológicamente se conoce como el escudo brasileño, pese a que se encuentra en territorio boliviano. Este escudo y el Guayanés constituyen las formaciones rocosas de mayor data del continente cuyos orígenes se remonta al pre-cambrico, miles de millones de años en el pasado.

Vicente Castelló era el otro biólogo a bordo del monomotor; su especialidad los peces, de nacionalidad española, estatura espigada que sumado el pelo rubio daba la impresión de ser “gringo”. María, su mujer y colega era parte de la expedición, se había quedado en el campamento base y le pareció inoportuno el comentario de Iván cuando Vicente se apartó de la avioneta antes de subirse para orinar: “Te estás meando de miedo”.

Paso una hora del despegue y nada. No había comunicación con la avioneta, sin embargo, había mucho trabajo para preparar los demás vuelos programados, así que montaron un techo de lona para protegerse del fuerte sol que caía a plomo sobre el descampado. Transcurrían los minutos y comenzaron a preocuparse por la ausencia de contacto con la tripulación de la nave. La ansiedad comenzó a apoderarse en el grupo de retaguardia; para disimular la zozobra charlaban inquietamente, consultaban libros, ponían a punto los diarios y hasta se desparasitaban arrancándose garrapatas y niguas del cuerpo. ¡auu!

Sin que estos últimos supieran, la vetusta avioneta que no le funcionaba la radio UHF tomó tierra perfectamente a las 10:30 de la mañana, la pista presentaba marcas por ruedas de tractor, otros motorizados y huellas recientes de personas. El piloto Juan Cochamanidis y el ayudante Franklin Parada fueron a inspeccionar, mientras los biólogos se quedaron a lado de la nave, Castelló encendió un cigarro y Don Noel sentado sobre una de las ruedas comenzó a desplegar su magneto para registrar el canto de las aves.

Hace recordar años atrás, cuando viajaba a Puerto Rico (Pando) a donde confinaban a los presos políticos y el “profe” cargando su grabadora japonesa de última generación “Nakamichi” logró registrar el canto del “Jilguero Pandino” (canto)

Aterrizaron en “Un Mundo Perdido”. La meseta tiene farallones cortados a pico emergiendo como una isla en medio de la selva …

En el campamento base se mantenía la incertidumbre al no tener ningún contacto con los expedicionarios. Durante la espera comenzaron a barajar diversas conjeturas para explicar el retraso:

-La rueda de la avioneta sufrió un pinchazo-.

-No, al tomar tierra encontraron termiteros o mucha vegetación-.

-Si, Vicente y Flankhin deben de estar limpiando el terreno para el despegue de retorno, porque el profesor y el piloto no son tan jóvenes-.

-Vaya, Fueron dos y ahora vienen cuatro- dijo el profesor Kempff sorprendido.

Cuando vieron incrédulos, sus compañeros estaban encañonados por dos desconocidos fuertemente armados. Una sensación de vacío y aturdimiento se apodero del momento; individuos de 25 a 35 años inexpresivos, en silencio y miradas amenazadoras, de aspecto guaraní o brasileño, traían de vuelta a los recién llegados.

-Se acercaron y yo inmediatamente me dirigí hacia ellos en castellano, (Vicente Castelló), les dije que éramos españoles y que lo que hacíamos era estudiar animales-.

De pronto el guía hizo un gesto de como tocarse la camisa, uno de ellos se alteró, se puso nervioso, pronunció dos palabras en portugués y sin mediar nada más descargo varios disparos liquidando a Franklin Parada. Cochamanidis (el piloto) instintivamente retrocedió desesperado e intento huir …

Noel Kempff Mercado, en lugar de discusiones, enseñaba con pequeños actos.

Se incorporó e intento disuadirles en una frase:

-¡No, no hagan eso!- (ráfaga)

Impotente, en un espacio inerte, donde ese micrófono que esta en medio de una campana solo registra el silencio de un sueño que queda destrozado. NKM dirige sus ojos a la selva que amo y en su mente escucha las aves que parecen acudir a acompañarlo.

Vicente aún no se explica como pudo hacerlo, reaccionó y emprendió carrera detrás del segundo sobreviviente. Gracias a su juventud pronto lo sobrepaso en medio de disparos que amenazaban en convertirlos en las siguientes víctimas. Las balas zumbaban alrededor, mientras escapaban buscando el monte para poder internarse y encontrar un lugar de escondite y resguardo.

En su refugio improvisado y salvador, oía que sus perseguidores rastreaban el terreno y registraban la vegetación en su búsqueda. En un par de ocasiones estuvieron muy cerca. Tan cerca que Vicente pensó que se topasen con él. Así permaneció absolutamente inmóvil, ni siquiera hizo un leve gesto con la cara, o la mano, para apartar las gotas de sudor de su rostro, o el enjambre de mosquitos que lo asediaban atraídos por el intenso calor que irradiaba su cuerpo.

A las 19:30 se emitió un mensaje radiofónico al tráfico aéreo de Santa Cruz notificando que la avioneta no había regresado.

Cayo la noche y Vicente permaneció quieto en el interior de la maleza con el cuerpo entumecido y una sed que le embargaba. Ya avanzada la noche dejo de sentirlos, le pareció que definitivamente habían abandonado su búsqueda. Sin embargo, decidió quedarse en su escondite por si los asesinos lo estarían asechando todavía.

A la mañana siguiente (sábado 6 de septiembre de 1986) se ordenó el operativo de rescate desde Santa Cruz de la Sierra

Antes que amaneciera, Vicente (el español), salió de su refugio, caminó por la senda y encontró un charco de agua, donde sació ávidamente la agobiante sed que tenía. Continuó avanzando sigilosamente y en un recodo de su trayecto encontró el cuerpo sin vida del piloto de la avioneta (Juan Cochamanidis) del que en un sordo murmullo, un enjambre de moscas acudieron al llamado del olor a muerte, yacía tendido en el senda, ensangrentado por los impactos de los disparos que le habían alcanzado por la espalda. No logro escapar, fue abatido en el límite de la pista clandestina.

Noel Kempff Mercado, acostumbraba a recitar los poemas de Pablo Neruda. Esta vez NO sería el caso, le interrumpieron su vida, fue el segundo en ser asesinado al pie de la avioneta que los llevo por la hazaña de un descubrimiento científico, en un lugar que sin saberlo operaba una Mega Fábrica de Cocaína.

Vicente Castello fue rescatado con vida, milagrosamente el único sobreviviente.

En el momento de la evacuación, pensaron que los “pichicateros” los disparaban, pero era uno de los cinturones de seguridad que quedo fuera de la nave y que golpeaba en el fuselaje a momento de abandonar la escena del crimen.

El asesinato de Noel Kempff Mercado y dos de sus acompañantes marco profundamente a la sociedad boliviana y especialmente a la cruceña. Hasta antes del trágico acontecimiento, los narcotraficantes (pichicateros) eran aceptados dentro de la sociedad y hasta apreciados por las fiestas que otorgaban, los regalos que ofrecían, o las comodidades que se accedía al ser parte de su círculo. Con la muerte del profesor, las cosas cambiaron.

Las investigaciones posteriores permitieron conocer que en “Huanchaca” operaban 16 carteles de narcotraficantes a escala internacional y que sus propietarios era un colombiano y un brasilero, quienes tenían contacto con más de un centenar de personas en Bolivia.

Así también quedaron al descubierto una serie de interrogantes que hasta la fecha no tienen respuestas:

• El Gobierno Nacional reaccionó tarde. El ministro del Interior fue censurado por el Congreso. Fernando Barthelemy califico de “desestabilizadoras” las acusaciones https://www.youtube.com/watch?v=0zvZdodB1Zk.
• Edmundo Salazar diputado del FRI (Frente Revolucionario de Izquierda) que investigaba el caso fue muerto con 4 disparos de bala en la puerta de su casa cuanto estaba a punto de dar a conocer su informe final. A éste, también se sumo la muerte de un piloto canadiense abatido en la calle.
• El MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) y el ADN (Acción Democrática Nacionalista), partidos en función de Gobierno determinaron la cancelación de las investigaciones.
• La DEA que operaba en Bolivia no autorizó el uso de sus helicópteros para recoger los cuerpos (incluido de Noel Kempff Mercado) aduciendo que no tenían la autorización del jefe del Comando Sur que estaba jugando al golf en Panamá. Esto abrió la hipótesis de que la fábrica de cocaína de Huanchaca era parte del financiamiento de los contras en Nicaragua.
• Semanas después del asesinato en Huanchaca, una cadena de camiones encabezada por un jeep de las Fuerzas Armadas había sido detenido cuando avanzaba hacia el cuartel de la Fuerza Naval en la zona de Puerto Villarroel con un importante cargamento de pasta base. Investigaciones posteriores determinaron que ese cuartel era un centro de almacenamiento de droga desde 1984.

En la tumba del “genio” NKM se lee una de Man Céspedes, otro de sus poetas preferidos …

“Madre naturaleza, vuélveme árbol … y en la silenciosa poesía del paisaje, en vez de pensamientos daré flores”.