El área natural de manejo integrado de “El Palmar”, fue creado el 20 de mayo de 1997, está ubicado en el municipio de Presto al norte del departamento de Chuquisaca, su mayor riqueza forestal son las palmeras, parajubaea torallyi, una especie endémica única de su especie en el planeta. En su interior conviven 313 especies de plantas y 155 especies de animales vertebrados; entre, mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.

En septiembre del 2021, el área protegida fue víctima de un incendio que devoró más de 100 hectáreas de Flora, aunque los animales se salvaron, varios de ellos huyeron despavoridos como el oso andino o Jucumari, un animal en peligro de extensión que por esa causa perdió temporalmente su hábitat natural y sus alimentos, como el Janchicoco fruto silvestre de palmeras.Aunque las autoridades locales hicieron hasta lo posible para sofocar el fuego, era necesaria la intervención del gobierno nacional por la magnitud, pero lamentablemente no hubo una reacción inmediata y tuvieron que actuar solas junto a 100 comunarios que ya se habían auto convocado para iniciar las tareas de sofocación.

El incendio duró aproximadamente 8 días, una nave especializada en incendios ingreso a Chuquisaca cuatro días después del hecho, sin embargo 6 días después cuando ya casi todo estaba controlado decide iniciar la búsqueda de pequeños focos de calor que persistían. Datos preliminares proporcionados por la FAO y la gobernación de Chuquisaca, estiman que se quemaron alrededor de 700 palmeras, el daño es invaluable ya que cada una de ellas, tardará entre 80 y 100 años en regenerarse y aportar con la purificación de la atmosfera.

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Según resultados de la investigación, el fuego fue causado por un rayo, aunque es potestad de todo el estado asumir las pérdidas las autoridades locales a la cabeza del alcalde, Jaime Roque, afrontan solas la tarea de recuperar todo lo perdido, aguarda que FONABOSQUE; una institución descentralizada del ministerio de medio ambiente apruebe un crédito de aproximadamente 3 millones de Bs para reforestar la zona, aplicar programas para la siembra de otro tipo de plantas que servirían como alimento a los animales nativos, pero además generar empleo a las familias de las 25 comunidades que habitan en su interior.

D.P.Q.