Educación: la mejor manera para combatir la desinformación
Roxanna Morduchovicz es doctora titulada por la Universidad de París VIII, docente titular en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y consultora de la UNESCO. Fue la facilitadora del taller “Alfabetización mediática e informacional en la formación docente“ que organizó la Fundación para el Periodismo (FPP) junto al Ministerio de Educación, con el apoyo de la UNESCO y del European Journalism Centre del 25 al 26 de octubre de 2018 en la ciudad de La Paz. En esta entrevista habla sobre la necesidad de desarrollar el pensamiento crítico mediante una nueva alfabetización mediática que permita combatir los retos que conlleva el proceso de digitalización.
¿Cómo se diferencian las noticias falsas de hoy de las de antes?
“Las noticias falsas existieron desde siempre. Previo Internet, un diario o un programa de televisión podía transmitir o publicar una noticia falsa. El problema es que con la llegada de Internet, las noticias falsas tienen otra dimensión. Primero: llegan más lejos, porque al estar en la Web no tienen límite. En cambio, el programa de televisión antes de Internet era para los televidentes que lo miraban en ese momento, ese día, ese programa. No tenía alcance internacional. Pero hoy, las noticias falsas llegan más lejos, duran más tiempo, porque lo que se sube a Internet es difícil de borrar y, además, se difunden con mayor rapidez por los efectos de las redes sociales que hacen que se viralice y que se comparta rápidamente todo. Entonces, una noticia, una imagen o un contenido falso en la Web tiene muchísimo más fuerza que las viejas noticias falsas que salieron en los medios tradicionales”.
¿En qué momento te diste cuenta del poder que tienen las noticias falsas en la actualidad?
“En los últimos años. Quizás se haya intensificado a partir de la campaña electoral de Hillary Clinton y Donald Trump. Pero, más allá de eso, comenzaron a aparecer muchas noticias falsas que tienen efectos terribles sobre la población. Por ejemplo, recuerdo una noticia falsa que planteaba, sin fundamento ni argumento, que vacunarse produce autismo. Y eso hizo que muchas familias dejaron de vacunar porque tenían miedo de producir o generar autismo. Este tipo de informaciones, que tienen riesgos sobre la vida de las personas, ya sean riesgos políticos, riesgos económicos o riesgos de la salud, es lo que creo que a mí, a la UNESCO, y a todos los especialistas que trabajamos estos temas, nos empezó a preocupar, sobre todo en la formación de los chicos y adolescentes”.
¿Cómo se puede combatir su difusión?
„0“Yo, personalmente, como muchos otros especialistas en el mundo, creo que la mejor manera es la educación: fomentar el pensamiento crítico y formar, en este caso, a los futuros docentes y, a través de ellos, a los estudiantes y a los docentes en ejercicio para que puedan enseñar esta nueva alfabetización – una alfabetización informacional, que requiere que tanto docentes como estudiantes aprendan a distinguir dos conceptos fundamentales en relación a la información: La relevancia – ¿qué información es relevante? y, además ¿cuál es prescindible? ¿Cuál puedo desechar porque no agrega nada? sobre todo, la confiabilidad: ¿Qué información es confiable, autorizada, fundamentada? ¿Cuál es no confiable o falsa? Creo que esta nueva alfabetización que la UNESCO propone para todo el mundo es la mejor herramienta para combatir la desinformación y las noticias falsas“.
¿Qué entiendes como pensamiento crítico?
“El pensamiento crítico en relación a este tema es justamente la capacidad de comprender de manera reflexiva el funcionamiento y las lógicas de las tecnologias, entender que no hay nada neutro en Internet; entender que, cuando subimos información a la Web, alguien la está utilizando o la puede utilizar, y también comprender que mucho de lo que hay en Internet es absolutamente valioso y conveniente de utilizar, pero también hay mucho que no es confiable y que por lo tanto no podemos utilizar.
Entonces, el pensamiento crítico, es la actitud y la competencia que debemos tener para reconocer justamente el funcionamiento de las tecnologias, el funcionamiento de Internet y entender cómo seleccionar, cómo buscar y cómo analizar la información que vehiculize Iinternet”.
¿Cómo transmites este enfoque a los participantes del taller “Alfabetización mediática e informacional en la formación docente“?
“El primer día se basó en senzibilizar a los docentes sobre el tema. Mostrarles por qué es un tema que preocupa a todo el mundo. Reflejar el resultado de distintos estudios internacionales que muestran que, cuando buscan información, los estudiantes se quedan con el primer link que encuentran, no comparan ni chequean información, no identifican el autor, se informan por las redes sociales – entonces, sus contactos son más importantes que quién produjo ese contenido. Y esto está pasando en todo el mundo. Una vez que entendimos el problema, lo objetivo es mostrarles entonces qué competencia necesitamos fortalezer en la escuela y cómo hacerlo, con qué contenidos, o sobre qué contenidos y cómo enseñarlo. Entonces, hay una parte que es: qué competencia, qué contenidos – es la parte más teórica. Y cómo hacerlo es la parte más práctica“.
¿Cómo percibes el interés y la participación en el taller?
“Estoy sumamente contenta con el grupo y con la participación. Por un lado, por la representatividad del país, porque hay docentes de todo el país, entonces hay una representatividad nacional. Están de todas las regiones y esto conlleva toda la posibilidad de multiplicar el tema en Bolivia; pero, además, el nivel de participación, las preguntas que formulan, los comentatios que realizan y las producciones que hacen. En el momento del trabajo de grupos hablan de un interés y de un ccompromiso con el tema. Por el otro lado, estoy muy contena que haya abierto este taller el Ministerio de Educación a través del Director General de Educación Secundaria, el profesor Ramiro Cuentas, porque esto también refleja el compromiso del Ministerio de Educación con estos temas que hoy preocupan a todo el mundo“.
Benjamin Hindrichs es voluntario de la Deutsche Welle Akademie en la Fundación para el Periodismo.