Iván Guzmán de Rojas
El matemático sensible
Guzmán de Rojas prestó grandes servicios a Bolivia, en todos ellos puso el corazón; pese a que algunos políticos trataron de empañar su fructífero legado.
Roxana Ramos Zilveti
Corría mayo del 2001 cuando el pleno del Congreso boliviano, preso de una gran tensión, se reunió para escuchar elInforme oral al Presidente de La Corte Nacional Electoral (CNE), Iván Guzmán de Rojas, sobre las observaciones a las listas de candidatos al Parlamento; las que por su cuantía podían perjudicar las elecciones presidenciales del próximo año.
El problema se originó, explica Guzmán de Rojas, por la solicitud de los partidos políticos de exigir que el 50 % de los candidatos fuesen mujeres. El como Presidente de la CNE les había advertido sobre la falta de condiciones -en ese entonces- para cumplir con la normativa. Sin embargo, insistieron. Luego, al no lograr cumplir con ese requerimiento, simplemente inscribieron a sus candidatos varones cambiándoles el género. Así Juan se convirtió en Juana, Mario en María… Causaron un importante número de candidatos observados.
El “escándalo de los travestis”, como se lo llamó luego, llegó a su punto más alto cuando el Presidente de la CNE mostró las listas de “observados” y algunos parlamentarios de CONDEPA y el MIR se pusieron a vociferar insultando a la CNE y a Guzmán de Rojas, quiense enojó tanto que le subió la presión arterial, casi al punto de sufrir una embolia.Consternado al extremo, abandonó el hemiciclo para recibir atención médica. “Tuve un derrame que daño grandemente la visión de mi ojo izquierdo, pero pudo haber sido mucho peor”, señala Iván.
El periódico La Razón, del 23 de mayo de 2001, presenta declaraciones de jefes políticos que lamentan el hecho culpando a parlamentarios de otras tiendas políticas. Señalan su importante aporte en la reorientación del Órgano Electoral; no solo a nivel informático, y finalmente temen por las consecuencias de su declinación en la democracia boliviana.
El matutino, cita la carta de renuncia del Presidente de la CNE, la misma que señala: “He tomado la decisión de retornar al trabajo en el campo de la ciencia y tecnología que hace diez años abandoné para dedicarme alma, vida y corazón al servicio de la democracia, cumpliendo el nombramiento con que me honró el Congreso Nacional”.
Iván Guzmán de Rojas renunció a la Corte Nacional Electoral después de casi 10 años de importantes servicios en su reorganización, creación y puesta en marcha del soporte informático del Poder Electoral: “la Corte fue buena inicialmente, pero al final dejó un sabor amargo”, recuerda.
Guzmán de Rojas, hijo del destacadísimo pintor indigenista Cecilio Guzmán de Rojas, estudió Ingeniería Industrial, en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Fue becado por UNESCO para el curso de Matemáticas Avanzadas en la Universidad de Buenos Aires y luego, con otra beca -esta vez de la Fundación Alexander Von Humboldt en Bonn, Alemania- realizó cursos en Matemáticas Aplicadas a la Física Teórica.
Posteriormente, también en Alemania, trabajó como ingeniero de sistemas electrónicos, en proyectos de suministro, planificación de recursos energéticos y en el cómputo del balance energético para proyectos hidroeléctricos con sistemas integrados de suministro de energías para agua potable yde riego.
Luego, cuando prestaba servicios como ingeniero del Centro Tecnológico de la empresa Siemens AG, elaborando propuestas de electromecánica industrial para Latinoamérica, decidió retornar a Bolivia con una invitación de trabajo de la UMSA y con la gran necesidad de ver a su madre doña María Luisa Rizkowsky, quien estaba enferma del corazón y que lamentablemente falleció antes de su llegada al país.
Aportes a la educación
A su retorno al país se propuso mejorar la educación. “Yo quería contribuir a un cambio drástico en la forma de educar…replantear la educación boliviana desde colegio, pues desde cuando estudiaba en el Instituto Americano me sentía preso; no era libre como entre las chacras vecinas a mi casa donde jugaba libremente; mucho peor aún, en las aulas universitarias. Luego en Alemania; confirmé que en muchos casos, la exigencia educativa de nuestro país es inhumana, produciendo desinterés en los estudiantes”, explica.
Por esta razón,en 1979, presentó su libro “El niño Vs. Número”,en el que desarrolla una propuesta para corregir la educación matemática en base a la “prevalencia” o importancia de la enseñanza de algunos contenidos sobre otros. Sostieneque el uso de la calculadora ahorraría esfuerzo y tiempo en la formación matemática de los niños; descarta la enseñanza de la teoría de conjuntos por imponer mucha abstracción y términos rebuscados, innecesarios e incomprensibles para el estudiante en edad escolar. “Pienso que esa era mi vocación real”, detalla.
Así, al volver a Bolivia, del año 1967 al 1970, trabajó en un proyecto financiado por el BID, para la UMSAen el que se desempeñó como decano y fundador del Instituto de Ciencias Básicas de la UMSA. Allí desarrolló las bases para la futura Facultad de Matemáticas. Sin embargo, fue alejado de ese empeño por estudiantes en una revuelta política. “La politiquería de siempre me expulsó”, rememora.
EL matemático Eric Shulze, afirma que el primer pensum fue organizado gracias a la asesoría de Guzmán de Rojas, quien también fue su catedrático. Sin embargo, explica Shulze, el año 1970, una denominada “revolución estudiantil” decide destituir a todos los catedráticos antiguos y pese a que todos los docentes del Instituto de Matemáticas eran muy destacados, fueron expulsados por ser disidentes a ese movimiento político. Este acto provocó su alejamiento definitivo junto a otros catedráticos de renombre.
Traductor en aymara
Quizá por la fascinación que el hombre aymara y su entorno ejercieron en la obra de su padre el famoso pintor, fundador de la pintura indigenista, Cecilio Guzmán de Roja, Iván aprende esa lengua desde muy pequeño. Luego,en el campo de la ingeniería del lenguaje estudia la Problemática Lógico-Lingüística dela Comunicación Social del Pueblo Aymara.
Guzmán de Rojas se adelanta a los estudiosos de su época y posteriores, por su trabajo en la creación de sistemas informáticos, manteniéndose a la vanguardia de adelantos tecnológicos como las redes de internet a través de las cuales, hoy en día, permanece activo.
En 1985 presenta su creación del software Atamiri, que es un sistema de traducción multilingüe, completo, automático y que se basa en la representación formal de la morfo-sintaxis del aymara.
Atamiri es presentado y probado como traductor entre diferentes idiomas a nivel mundialen la traducción de la documentación del canal de Panamá. También realizatraducciones al alemán, francés, portugués, holandés, catalán, sueco y otros idiomas con el auspicio de organismos como la UNESCO y la Unión Latina de París.
Partiendo del Atamiri, Guzmán de Rojas presentó pruebas del mensajero Qopuchawi (del aymaracopuchar=charlar); Arunqera (diccionario en aymara) que muestra equivalencias léxicas entre 17 idiomas; yAynisiwi, que traduce diferentes terminologías; en ponencias.
Hoy en día existen muchos sistemas de traducción simultánea, sin embargo, este es uno delos primeros en el mundo y el único basado en las construcciones morfo sintácticas del aymara, explica Iván, “Se necesitaría de una fuerte inversión para la formación de muchos términos que actualmente no se usan en el aymara pero que se pueden componer en base de sus propias estructuras…”
Iván Guzmán de Rojas es una persona sencilla y afable, cálida con sus amistades y de fuertes principios morales, como afirma el ex vocal de la CNE Jorge Lazarte, quien guarda entrañables recuerdos de la época en la que trabajaron juntos. Asimismo el doctor en Matemáticas de la UMSA, Jimmy Santamaría, sostiene que es un matemático, un enciclopedista del conocimiento y que así como “la lógica no acepta medias tintas, es muy clara: esa es la característica del comportamiento de Guzmán de Rojas”.
Actualmente vive en la casa en la que naciera hace 83 años, situada en la calle Abdón Saavedra de la ciudad de La Paz. Esta vivienda alberga una pinacoteca en la que se exhiben cuadros de su padre, así como mobiliario antiguo tallado en madera, algunos de ellos por un tallador español para su padre. En la planta superior se encuentra su estudio en el que está su computadora instrumento de su infatigable trabajo y comunicación.
Todo junto a un solario que cubre las dos plantas de la casa y en el que se destaca una higuera, un ficus enorme y otras plantas sobre las que se posan alegremente pajaritos silvestres “chiwancos”(aves de tamaño mediano, color negro y pico naranja); “curucutas” (palomas torcaces en aymara) y bellos picaflores. Algunas de estas avecillas nacieron en un nido, fabricado dentro del jardín, o simplemente suelen visitarlo. Don Iván lamenta que la construcción de un edificio, en el terreno de al lado, haya restado mucho sol a su agradable jardín o “chumi” (selva en aymara), que además provocó varias rajaduras en su casa.
A sus años,don Iván, es una persona imponente y afable;alto y bien plantado, como sus obras; de cabelloblanco y lacio, como su carácter y tiene una mirada profunda en sus ojos verdes.Lucha tenazmente contra las consecuencias de la enfermedad de Parkinson que lo aqueja. Piensa en soluciones muy acertadas y necesarias para Bolivia.
En una conversación con un amigo, el reconocido periodista y ex vocal de la CNE, Alberto Zuazo Nates, afirmaba: “Probamos que en Bolivia se pueden hacer cosas muy buenas”.
“Bolivia es lo único que tenemos”, enfatiza Guzmán de Rojasy continúa, “…la juventud no debe quedarse en el lamento o abandonar el país; más bien tiene que enfocarse en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas, dejando de lado las etiquetas políticas que siempre causaron mucho daño, para formular alternativas de solución, en todos los campos yen plantear nuevos liderazgos para la conducción de nuestro querido país”.
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