El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, admitió que aún faltan políticas y mecanismos para erradicar el acoso sexual en esta casa superior de estudios, tras el destape de varios casos en contra de estudiantes mujeres, el año pasado.

“Estoy convencido de que cuando me esté yendo el 2019, va a faltar limpiar (el acoso sexual)”, aseguró.

La pasada gestión, al menos 10 docentes fueron suspendidos y dos terminaron en prisión debido a este delito. Por primera vez la universidad se constituyó en parte querellante en la instancia judicial competente a través de su máxima autoridad.

Sin embargo, Albarracín admitió que es un proceso complicado y que requiere de tiempo, especialmente por los docentes llamados “vacas sagradas”, a quienes calificó también como “reyes intocables”.

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Atribuyó a estos la responsabilidad de que la víctima terminara saliendo de la universidad, por la protección y encubrimiento de roscas de poder.

“Sanear la universidad” sentando bases para proyectar una nueva institución, es el objetivo que plantea para solucionar esta problemática. “Todo lo que hemos hecho hasta estos momentos no es una obra concluida y vamos a continuar”, concluyó.

A pesar de estas intenciones a la fecha no existe un protocolo para la atención y sanción del acoso sexual en la UMSA.