Por: Marcelo Blanco, Gladys Mita y Arnold Guachalla.
PERIODISMO CROSSMEDIA. Claudio Cusi es un chofer del sindicato de trufis “Continental”, una de las cuatro asociaciones que existen en el lugar desde que la línea amarilla del teleférico se inauguró en la ciudad de El Alto.
El trufi de Cusi, al igual que los vehículos de transporte público, fluye por el lugar como a borbotones, lo que hace tres años era impensable. Utilizan las cuatro avenidas que desembocan a los pies de la monumental construcción que fue inaugurada el 15 de septiembre de 2014.
Fotografía de la parada del teleférico amarillo en la calle Méndez Arcos y Miguel De Cervantes.
Antes de la inauguración de esta obra en el barrio de Ciudad Satélite sólo se observaban vehículos de alto tonelaje y algunos particulares por la poca afluencia de gente por el lugar. Ahora el panorama es diferente, según Saturnino Calderón, un orureño que llegó hace 40 años a La Paz y se instaló en esta zona.
“El tráfico vehícular se ha multiplicado con las paradas hasta cinco veces en este sector (…) Generalmente transitaban vehículos grandes, volquetas o buses, pero de paso, no era con el fin de negocio, desde la llegada del teleférico hay circulación de taxis, minibuses y micros”, relató.
Los cuatro sindicatos de trufis que se formaron con la llegada del transporte por cable tienen diferentes rutas y trasladan a cientos de usuarios de un punto de la urbe alteña al teleférico o viceversa.
El crecimiento y movimiento económico que se debe a la demanda que generan los usuarios del teleférico también se traduce en la generación de fuentes de empleo incluso para profesionales que no logran ubicarse en un puesto acorde a sus capacidades.
“(Antes) habían solo choferes (asalariados) y ahora son propietarios, son dueños. Aquí hay de todo, policías, abogados, porque como la línea es rentable, entonces la gente se ha dedicado a trabajar como chofer”, indicó Cusi.
Si bien la generación de empleos es destacable en torno a la línea amarilla del teleférico, otro sector de choferes sufrió una merma en sus ingresos aunque no difícil de superar. Jesús Pérez, encargado del control del grupo de trufis “Correcaminos” que presta el servicio desde la calle México de La Paz hasta Ciudad Satélite y cruce Viacha de El Alto, aseguró que sus ingresos disminuyeron entre un 50 a 60 por ciento.
Antes de que existiera el teleférico, ésta era la única línea que llevaba de manera directa a los pasajeros desde La Paz hasta el barrio de Satélite de El Alto.
Línea de radiotaxi tiene un convenio con este teleférico
En La Paz se vive un panorama similar. La línea amarilla, en su punto de parada en Sopocachi, firmó el primer convenio con la empresa de radiotaxi “Illimani” a mediados del pasado año, lo que le permite ingresar “al playón” (ingreso) de ese punto de parada.
Fotografía de Elías Zeballos, encargado del control de la empresa de radio taxi «Illimani».
El encargado del control de la empresa, Elías Zeballos, contó a este medio que ante la gran demanda de usuarios la cantidad de vehículos fue aumentando, ya que de los 50 móviles que eran hace cuatro años ahora se contabilizan 200.
Este 2 de febrero, radiotaxi “Illimani” cumplió 35 años y sus afiliados cuentan que antes de establecerse en el lugar sus ganancias eran menores a las que tienen en la actualidad.
