La cara del empleo y desempleo juvenil en Cochabamba

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El Fondo Concursable para Investigación Periodística sobre el Empleo Juvenil en Bolivia es una iniciativa de la Fundación para el Periodismo y Solidar-Suiza que, por segundo año consecutivo, publicó la separata “Prioridad” y fue distribuido junto al periódico Página Siete. Los reportajes que se presentan fueron seleccionados por su calidad y rigurosidad periodística en el marco del programa. Sus autores recibieron una beca para estimular su realización.

Carlos Rafael Prada

El desempleo juvenil es un factor que afecta a muchas áreas en general, tanto en Bolivia como en el mundo. En esta oportunidad, se realizó un análisis del área metropolitana de la ciudad de Cochabamba, que está conformada por los municipios de Cochabamba  (Cercado), Sacaba, Quillacollo, Colcapirhua, Tiquipaya y Vinto.

Para conocer esta realidad, se tuvo acceso al  libro “El nuevo mundo del trabajo”, elaborado por Eliana Quiñones, Gabriel Rodríguez, Carla Ascarrunz y Víctor Hugo Calisaya, en el que los autores comentan que hasta el 2012 el mundo laboral del área metropolitana de Cochabamba estaba compuesto por personas jóvenes, ya que el 30,9% no superaba los 30 años de edad.

En ese material se encontraron datos apropiados que es importante abordarlos; entre ellos, la edad en la que empezaron a trabajar. Se identificó que la mayoría de las y los trabajadores/as (49,2%) empezó a una temprana edad (13-19 años), por lo que denominan a este grupo como “trabajadores infantiles”.

Dentro de los sectores de la economía y la actividad, se encuentran diferentes secciones del trabajo donde los jóvenes y adultos se desenvuelven. Se conoce que un 18% de las personas se dedican a la industria, artesanía y explotación de canteras, el 16, 6% a las artes, mecánica u oficios y un 15,1 % a los servicios comunales y personales.

Un punto importante de abordar es la forma en la que se realizan los contratos al momento de trabajar. Según datos de INCISO, un 48,4% realiza un contrato escrito; el 23,5%, contrato verbal y; el 28,1%, ninguno. Esto indica que existe un gran porcentaje de personas que están en riesgo de ser despedidos y, a partir de ello, poner en peligro sus derechos laborales.

Raúl Ávila de 26 años edad, actualmente desempleado y profesional en Marketing y Publicidad, realizó a lo largo de su profesión una serie de trabajos que ayudaron a que su currículum tenga más presencia, pero en su último trabajo que fue en una nueva empresa de publicidad, se dejó llevar por todas las propuestas que le hicieron, desde trabajar en casa, asistir sólo a reuniones y presentar sus trabajos en las fechas establecidas, etc., pero al tercer mes se enfrentó con una serie de problemas porque la empresa empezó a tener déficit económico y las promesas simplemente no se cumplieron. Finalmente, no obtuvo el pago completo de su último sueldo y fue despedido indirectamente, sus derechos fueron violados y actualmente sigue buscando trabajo.

Incumplimiento de los derechos

En esta gestión se promulgó el Decreto Supremo No. 2346, que fijó un incremento salarial del 8,5% y que subió el salario mínimo nacional en un 15%, a Bs 1.656. Algunos anuncios que requieren personal no cumplen este Decreto, existen ofertas de trabajo que bordean los 1.200 bolivianos e incluso menos y no son trabajos de medio tiempo, sino de ocho a más horas diarias.

Según el libro de INCISO, muchos trabajadores están realizando horas extras sin remuneración. Las ocho horas legales de trabajo se incrementan dependiendo el lugar. Algunos trabajan sábados y hacen horas extra para cumplir objetivos o simplemente no perder el trabajo. El 40,07% de las personas trabajan más de 48 horas a la semana, y un 65,89% reconoce que no pagan horas extra a sus trabajadores.

La paga del aguinaldo es otro factor que afecta a los derechos laborales de trabajadores dependientes e independientes. Un 19,4% de trabajadores dependientes no cuenta con este pago, muchas personas desconocen los derechos que tienen y es la razón por la que no exigen lo que les corresponde por Ley.

Una misma situación en distintos contextos

No es suficiente haber cursado el colegio, tener una profesión y sobre todo contar con el respaldo de los padres. La desesperación por conseguir trabajo se puede dar en distintos contextos, como el caso de Lourdes Tapia de 22 años, titulada en Comunicación Social de una universidad privada, quien se encuentra actualmente buscando trabajo. Ella explica que fundar una empresa propia es complicado porque el mercado cochabambino es muy cerrado y tradicional. Expresa que buscar trabajo es aún más difícil para alguien que está comenzando a hacer camino, porque muchas empresas sólo buscan practicantes o exigen un nivel de experiencia de dos hasta cuatro años.

Otro caso es el de Vita Sejas, también de 22 años, quien empezó a trabajar desde los 12 debido a que sus padres se habían divorciado y cada uno hizo su vida. Relata que su madre tuvo que migrar a España para buscar mayores oportunidades económicas, por lo tanto él y su hermana tuvieron que quedarse bajo la responsabilidad de su tía. Vita expresa que su madre no les mandaba suficiente dinero para sobrevivir, situación que lo llevó a salir a buscar trabajo desde temprana edad.

Su primer trabajo consistió en construir techos y transportar material de construcción, recuerda que le pagaban Bs 40 por día. Mucho después, encontró una empresa de molduras donde le ofrecían Bs 50 diarios y decidió al instante cambiar de trabajo. Con el tiempo fue rotando en trabajos como albañil, ayudante de ferretería y otros. Afirma que su niñez se la pasó estudiando y trabajando y que haber cargado y manipulado algunos materiales desde niño le ocasionó problemas de salud.

Con el tiempo y más maduro, Vita tuvo la oportunidad de migrar a Argentina para trabajar, pero los gastos eran más fuertes, casi todo el sueldo se le iba en alimentos y algunos víveres para el hogar. Fue entonces que decidió volver a Bolivia y encontró trabajo en una empresa de pollo frito muy reconocida, de donde fue despedido porque creían que su trabajo no llenaba las expectativas de la empresa.

Algunas iniciativas de ayuda

El programa llamado “Mi Primer Empleo Digno” que está enfocado en jóvenes que viven en áreas urbanas y periurbanas, promueve el desarrollo de habilidades y destrezas laborales, comprende formación en aula y pasantías en empresas para adquirir experiencia. En suma, incrementa la probabilidad de acceder a un empleo digno.

Actualmente, se encuentran en un periodo de receso y tramitando los títulos de jóvenes que lograron culminar sus actividades en las siguientes áreas: carpintería, metalmecánica, constructor, costureros y gastronomía. Hasta la fecha, este programa ha beneficiado a 1.367 personas que están catalogadas como “jóvenes”, 270 son cochabambinos.

La realidad laboral con los jóvenes en Bolivia es dura, si bien no encuentran un trabajo por distintos factores, los que tienen uno están en una situación de precarización muy elevada como lo confirman los autores de “El Nuevo Mundo del Trabajo” cuando dieron a conocer que un 21,2% de trabajadores entre los 19 a 30 años se encuentran en un nivel altamente precarizado. Este dato es preocupante porque no existe una garantía de condiciones socioeconómicas mínimas y suficientes para una supervivencia digna.

 

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