Entre la informalidad y la esperanza: Jóvenes Estibadores del Tagarete – Oruro

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El Fondo Concursable para Investigación Periodística sobre el Empleo Juvenil en Bolivia es una iniciativa de la Fundación para el Periodismo y Solidar-Suiza que, por segundo año consecutivo, publicó la separata “Prioridad” y fue distribuido junto al periódico Página Siete. Los reportajes que se presentan fueron seleccionados por su calidad y rigurosidad periodística en el marco del programa. Sus autores recibieron una beca para estimular su realización.

Juan Carlos Vásquez Siles

Los estibadores en Oruro realizan actividades como cargar y descargar paquetes, mate-riales de construcción, cereales, minerales, además de albañilería, plomería, electricidad, chofer, etc. Diariamente están sobre  el puente Tagarete, ubicado  en la intersección que forma la Avenida  Ejército Nacional y la Circunvalación en la ciudad de Oruro.

Aunque provienen de varias regiones del país, mayoritariamente son jóvenes de La Paz y Potosí. Se autoidentifican como  indígenas originarios y prefieren hacerse llamar por sus seudónimos como «Chavo», «Phesku», «Concejal», etc.

En la ciudad de Oruro existen cinco lugares de esta oferta laboral: Mercado Bolívar,  Walter Khon, Avenida España, Radio Mega y Tagarete.

Un día en los zapatos de un Estibador

 
  

                    Casa de Daniel. Barrio San Isidro (Oruro)

07:00.  1º de septiembre de 2015, casa de Daniel. Saltamos de la cama en un dos por  tres a la voz de la sargento de su madre (Emeliana), una señora de aproximadamente 55 años, natural de Cruce Kh’ulta, del departamento de Potosí.

Un nuevo desafío comenzaría de la mano de un joven de 25 años, estatura mediana, cara larga, cabellos negros y lacios, tez morena, soltero, bachiller del colegio Jesús de Naza-ret.

08:00. Estamos sentados en la mesa para desayunar, siete comensales listos para devorar  pan con cocoa caliente. –
«Tomen pues, Dios Tata bendición ninta japh’isun» (Hoy será día de bendiciones),  dijo Doña Emiliana sorbiendo bulliciosamente.

08:20. Salimos de  casa. Daniel  vive en  el barrio «San Isidro», ubicado al sureste del aeropuerto, donde las casas son de ladrillo y adobe en formas de cubos dispuestos hori-zontalmente a lo largo de toda la pampa, calles y avenidas de ripio, luz eléctrica y agua potable, pero sin alcantarillado.

09:00. Ya estamos en el Puente Tagarete esperando a los contratantes, entre tanto, dos temas llamaron la atención de Daniel, -«No me va bien con las mujeres», se lamentó al contar que su concubina le duró tres días, literalmente la atrapó con las manos en el telé-fono celular hablando acarameladamente con su amante. El segundo tema fue sobre el negocio que realizó con la venta de accesorios de celulares,-«Tengo suerte» dijo con voz alegre y a la vez triste, al darse cuenta que gastó más dinero en la operación de su mamá.

11:13. Cuando tomamos un contrato por Bs 120 por persona, subimos a bordo de una camioneta. El contratista era parecido al Ekeko paceño. El trabajo era en una quinta, había que acomodar unas 200 bolsas de cemento descargadas recientemente y puestas por doquier en el patio. Parecía sencillo. Daniel respiró profundamente dejando de lado su mochila y comenzó el traslado.

16:35. Daniel había concluido. Yo también, pero casi muerto.

Entonces nos propusimos cobrar, el avaro contratante  nos pagó, -«Falta jefe, aquí tengo 60 y él también, el acuerdo  era de 120 por persona», reclamé iracundo a lo que él replicó en sentencia: «Qué siempre han hecho, sólo era acomodar y en media jornada».

Mientras protestaba, observé a Daniel, parecía un fantasma empolvado en cemento, sólo sus ojos grandes destacaban y seguro yo tenía igual apariencia, a diferencia de ser un fantasma cansado.

Atravesando la puerta, una señora de figura paceña nos retuvo, nos complementó Bs 40 más por persona, despidiéndonos con una sonrisa.

17:00. Estamos en el mini bus de retorno. Daniel no paraba de hablar sobre películas que veríamos en casa. Allí, Daniel recalentó el almuerzo, nos aseamos y puestos en la mesa degustamos una sopa de fideo.

17:37. Estamos en la sala algo estrecha donde un sofá viejo apoyado en la pared es el principal mueble. Al frente está una mesa sobre la se encuentra un reproductor de DVD y un televisor de 14 pulgadas.

23:00. La función había acabado, Daniel buscaba mis impresiones sobre la película «El Transportador I, II». Entre sueños respondí que era una ¡gran película! Se trataba de nosotros sólo que en otro mundo y tiempo, el actor con Mercedes Benz y nosotros a dos pies, «¡Sorprendente por la agilidad del actor como chofer y peleador!», -«¡Y qué chica no!», repetía una  y otra vez  Daniel al describirla como una diosa, personaje con el que soñaría hasta el día siguiente.

Informalidad Laboral

El departamento de Oruro tiene 494.587 habitantes. 264.943, viven en la ciudad. Más del 60%,  60.243 son jóvenes tienen de 18 a 28 años de edad, seguido por niños niñas en un 22%, adultos 25%, adolescentes 15% y adultos mayores 10%.

Según la Autoridad de Control y Fiscalización de Pensiones, la Población Económica-mente Activa (PEA) en Oruro es de 176.682 personas, de las cuales el 32% están afilia-das al Seguro Obligatorio.

Según el periódico “Cambio”, del 17 de diciembre de 2010, el empleo informal alcanza al 74% de la población laboral, igual a 3,7 millones de personas. En ciudades capitales, la informalidad es del 65% y en las regiones rurales creció al 85%, según afirmaciones de Oscar Calle, presidente de la Cámara Nacional de Comercio.

Actualmente, la minería da ingresos a miles personas, especial¬mente en la corporativi-zada y chica (privada). Se caracterizan por demandar una fuerza laboral poco calificada y un bajo grado de mecanización.

La Federación de Cooperativas Mineras de Oruro (FEDECOMIN), agrupa a 65 cooperativas. Según el secretario general Edwin Fuentes Camacho, la mayoría de los trabajadores son jóvenes de 18 y 30 años.

A la consulta sobre “trabajo digno y formal”, Fuentes Camacho responde que “la mayoría tiene seguro de salud y a largo plazo, pero hay dificultades con los beneficiarios que no regularizan sus aportaciones a la Caja y a las administradores de fondos de pensiones”. “El tema digno, en Oruro no existen peones, subcontratistas u otro tipo de explotación laboral de los mismos cooperativistas”, asegura.

“La minería estatal, pasa en Huanuni más por decisiones políticas que por técnicas o productivas”, afirmó Carlos Sandy, ex parlamentario y actual docente de la Universidad  Técnica de Oruro, en una conferencia sobre el tema Formulación del Estatuto Departamental, en abril de este año.

Economía Estancada

“Oruro vive un estancamiento económico, la contabilidad entre importación y exporta-ción 2012 es deficitaria (Exportaciones: 413 millones de dólares. Importaciones: casi 758 millones de dólares). Un modelo económico serio dinamiza dos elementos: trabajo y capital; el primero educación ausente como factor estratégico de transformación; el segundo, la tecnología que generará productividad, también ausente.

“Las mayores inversiones fueron dadas en construcción por factores externos como en-vío de remesas del exterior, en la lógica de retención de inversión y demanda local de mano de obra. Bajo estas condiciones, no cambió la realidad  laboral o productiva de Oruro y el país”, según Ramiro Lujan (profesor universitario,  durante el programa “Perfiles” dirigido por Ricardo Rocha, el 9 de septiembre de 2015, Radio Fides Oruro).

Bolivia experimentó un crecimiento económico anual del orden del 5%, que, según Ro-dolfo Stuchi, consultor internacional, puede ser más si consideramos factores tradicio-nalmente no tomados en cuenta como la eficiencia del mercado laboral, innovación, adopción de nuevas tecnologías, educación, formación laboral, infraestructura y acceso a financiamiento, entre otros. Según Stuchi, en su propuesta presentada en agosto pasado en un taller de la Fundación para el Periodismo dirigido a periodistas, afirmó que “Bolivia, a pesar de su crecimiento sostenido, tiene la productividad más baja en Amé-rica Latina”.

Agenda Gubernamental sin Jóvenes

Víctor Hugo Vásquez Mamani, Gobernador del departamento de Oruro, en entrevista en Radio Fides Oruro.

Sobre el programa electoral, el actual Gobernador del departamento de Oruro Víctor Hugo Vásquez, propuso:

– Apoyo, fomento y seguridad a la inversión en la micro, pequeña, mediana y gran empresa.

– Atraer la inversión privada (nacional y extranjera) en sectores que desarrollen tecnología de punta, produzcan empleo y respeten el medio ambiente.

– Consolidación de empresas publicas departamentales en la industrialización de fibra, cuero, carne, quinua y horticultura.

– Industrialización de los recursos evaporíticos.

Ninguna de estas propuestas  es explícita cuantitativamente en materia laboral, enten-diendo que es implícito y genérico, como improbable.

Edgar Bazán Ortega, actual Alcalde Municipal de Oruro, propone una relación de obras civiles y sociales, sin ninguna alusión específica a empleo.

Conclusión, el empleo está ausente en la agenda gubernamental departamental y local.

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