La primera experiencia de una radio alternativa se dio en Bolivia, en 1947, en el mes de mayo y poco tiempo después salió al aire, en Colombia, la segunda que fue en el departamento de Boyacá, la llamada radio Sutatenza.
“Así como la experiencia boliviana, la colombiana era combativa, era sindical, era marxista, como los mineros del campamento Siglo XX en Bolivia”, manifestó José Ignacio López Vigil, experto comunicador y capacitador radiofónico.
Aseguró que Bolivia siempre ha sido un semillero de emisoras de radio alternativas. “Hasta el día de hoy, hay una enorme cantidad de experiencias de radios educativas y populares, también las radios municipales, las radios de las universidades públicas”, agregó López Vigil, expositor del Laboratorio 4 “Nuevos formatos y tecnologías para la radio”.
“Entonces, en Bolivia siempre ha habido un caudal muy importante de radios. Solo mirar las radios que hay en torno al lago Titicaca es increíble. También es importante mencionar las radios de los pueblos originarios que entiendo ya hay más de 100”, añadió el experto.
Sin embargo, dijo que la experiencia colombiana, que era pilotada por un cura llamado José Joaquín Salcedo, también buscaba evangelizar y alfabetizar a los campesinos y campesinas colombianos.
“Con esos dos hilos se fue tejiendo, desde el año 1947, las experiencias de radios comunitarias, de radios educativas, en todo el paisaje latinoamericano”, indicó López Vigil.
El Laboratorio 4 “Nuevos formatos y tecnologías para radio”, es una iniciativa de la Fundación Para el Periodismo con el apoyo de la DW Akademie. Forma parte del Diplomado “Procesos experimentales y propositivos para la construcción de los medios del siglo XXI” desarrollado junto a la Universidad Privada Boliviana.