El tiempo se ha acelerado. Lo que antes era muy disperso y muy lento ahora se ha dinamizado y todo gracias a la tecnología.

Actualmente existe un influjo de medios y de posibilidades que llegan por un sinfín de medios a las audiencias. Asimismo, hay información que esas audiencias quieren recibir, pero también que no quieren recibir y reciben a pesar de todo.

Foto: Exposición de Camilo Albarracín en el Lab 2.

“El tiempo, ahora, crea una dinámica en la cual uno es el centro de la comunicación y esto hace que muchas veces se deje de lado la contemplación”, afirmó Camilo Albarracín, expositor de la novena sesión del Laboratorio 2 “Configuración de nuevos modelos de sostenibilidad de los medios”,

“El influjo de la reflexividad por todos los medios que actualmente hay y el flujo de información, han hecho, por ejemplo, que creer que la tierra es plana sea mucho más atractivo que siglos y siglos de conocimiento”, agregó.

El experto aseguró que eso ocurre porque “esas personas han construido, con esa reflexividad, su propia visión del mundo y su propia forma de hacer las cosas. Nos apropiamos y descartamos las cosas que no nos gustan a partir de lo que vemos o lo que no vemos”.

Foto: Exposición de Camilo Albarracín, invitado del Laboratorio 2.

En ese sentido, explicó que leer los titulares de un medio digital es una práctica automática de descarte que tienen las audiencias.

“Si a alguien no le gusta un titular, no va leer esa noticia porque no comulga con la intención de esa noticia. Eso es algo que no tiene que ver tanto con el nivel de lectura o con el nivel de atención de las personas, sino más que todo con la reflexividad de lo que a mí me gusta o no me gusta o de lo que creo o no creo”, detalló Albarracín.

El Laboratorio 2 “Configuración de nuevos modelos de sostenibilidad de los medios”, es una iniciativa de la Fundación Para el Periodismo con el apoyo de la DW Akademie. Forma parte del Diplomado “Procesos experimentales y propositivos para la construcción de los medios del siglo XXI” desarrollado junto a la Universidad Privada Boliviana.