Erika Soraide
Una historia para leer, sentir y conectar; ese es el objetivo de cada crónica elaborada por la revista digital independiente La Brava. El equipo, conformado por puras mujeres y con apenas dos años de vida, es un referente en periodismo de investigación en Bolivia.
Los temas sobre los cuales trabajan están relacionados con derechos humanos y ambientales, considerando que urge la producción de material periodístico que se centre y haga foco en temas relevantes para la sociedad.
“Una idea que merece ser contada tiene posibilidades de ser publicada”, afirmó la directora de contenidos de La Brava, Karen Gil, durante una presentación que compartió con los participantes del diplomado “Desarrollo de nuevas narrativas periodísticas para nuevos públicos”, en el MediaLab de la Fundación para el Periodismo.
Durante su intervención contó experiencias sobre su trabajo y dio consejos para que los participantes puedan desarrollar su producto final, recalcando que la empatía es el corazón de cualquier historia con propósito para despertar nuevas visiones al contar la realidad.
Contó que La Brava comenzó como un medio autofinanciado por un equipo que había ganado diferentes concursos, mismos que les dieron la posibilidad de trabajar de forma independiente.
La revista digital actualmente sobrevive con los aportes de las propias periodistas y con fondos concursables en el país y en el exterior que han logrado ganar gracias a su enfoque centrado en historias de personajes y la explicación del contexto de problemas sociales que merecen una atención especial, que no siempre son tratados con detalles en medios grandes.
Las herramientas comentadas por Gil fueron de gran valor para los participantes del laboratorio periodístico, sobre todo para comprender la importancia de que los prejuicios o sesgos de un periodista terminan cuando conoce mejor la realidad que va narrar ya sea en un texto, con fotografías, un podcast o un vídeo.
Este laboratorio forma parte del diplomado “Laboratorio de innovación para medios digitales 3.0” que es impulsado por la Fundación para el Periodismo con el apoyo de la DW Akademie y en coordinación con la Universidad Privada Boliviana.