¿De qué manera informan los medios de comunicación en Bolivia acerca de los feminicidios? ¿Incorporan en la producción de sus contenidos el enfoque de género? Una investigación realizada a cuatro medios de alcance nacional revela que en la producción informativa persisten prácticas que revictimizan y justifican la violencia en contra de las víctimas y sus familiares.
El objetivo fue identificar los aciertos y desaciertos en el manejo informativo de los casos de feminicidio en cuatro medios de comunicación de alcance nacional, considerando los preceptos del enfoque de género.
El estudio tomó como objeto de análisis 41 notas de prensa publicadas en abril de 2021: 22 elaboradas para televisión, por las redes ATB y Bolivisión, y 19 para prensa en formato digital, tomadas de las plataformas de La Razón y El Deber.
Cada nota fue analizada con base en una matriz construida a partir de las pautas y recomendaciones que hacen tres manuales para el ejercicio del periodismo con enfoque de género, y tanto el diagnóstico como el análisis contemplan una valoración cuantitativa y otra cualitativa.
De esta última se desprende que en el 30% de los casos estudiados, los contenidos recurren a expresiones sexistas y/o roles de género que justifican la violencia. Además, en cerca del 75% periodistas o entrevistados brindan detalles innecesarios del hecho que alimentan el morbo. El porcentaje es el mismo cuando se mide si los contenidos revictimizan a la víctima y a su familia.
En el caso de la televisión es recurrente el uso de música dramática y la espectácularización de los hechos, con transmisiones y entrevistas en directo, e incluso con recreaciones. Asimismo, se emplean con frecuencia imágenes –fotos y videos– que no respetan la identidad e intimidad de las víctimas.
Hallazgos. Aquí, algunos ejemplos de los hallazgos en el análisis cualitativo:
– El periodista pregunta a la hermana de la víctima: “¿Con qué la mató?”, en referencia al tipo de arma que empleó el feminicida para acabar con la vida de su esposa.
– Se publica una fotografía (captura de pantalla) del momento en que una de las dos personas involucradas en un presunto feminicidio seguido de suicidio cae de lo alto de un edificio. Se marca con un círculo de color rojo el cuerpo y se cita el siguiente pie de foto: “El momento de la caída de una de las personas”.
– En otro caso, el presentador advierte de la emisión de imágenes que pueden herir sensibilidades, pero delega la responsabilidad de consumir este tipo de contenidos al televidente: “A ver, les advertimos que las imágenes que van a ver a continuación pueden herir sensibilidades, así que usted véalas bajo su propia cuenta y riesgo”.
– Fiscal: “Lo más probable es que el feminicidio se consumó después del consumo de bebidas alcohólicas durante la fiesta de Pascua en la comunidad y el motivo fue celos”.
– En otra nota, el periodista señala que antes de ser asesinada, la víctima había ido a una kermés, que llegó tarde a su casa y que el feminicida, quien era celoso, la acuchilló mientras ella se bañaba porque “halló en su cuello” señales de una supuesta infidelidad.
“La violencia de género, y concretamente la violencia contra la mujer, no es un hecho de orden privado ni debe ser reducido únicamente a un suceso criminal. Se trata de una problemática social que evidencia la violación de derechos humanos fundamentales y profundiza las desigualdades. Por tanto, la manera en que se aborda este tipo de información, es decir cómo se la cuenta, influye en la manera en que las audiencias construyen opinión pública y una imagen de la sociedad y de los ‘protagonistas’ de los hechos”, se lee en el informe.
A continuación se presenta la investigación desarrollada con el apoyo de la Fundación para el Periodismo y el Fondo Spotlight XI de Apoyo a la Investigación Periodística en los Medios de Comunicación:
estudio violencia medios