Las mujeres bolivianas son protagonistas de la producción agropecuaria (foto: ABI).
Las mujeres son un puntal de la producción agropecuaria; para mejorar sus ingresos, promover su empoderamiento y asegurar la propiedad de sus bienes productivos, el Ministerio de Desarrollo rural ejecuta diversos programas en las áreas rurales del territorio boliviano.
Con datos de ABI
A través de diferentes programas del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el Gobierno impulsa procesos productivos inclusivos que apuntan a fortalecer las destrezas y conocimientos de mujeres dedicadas al trabajo agropecuario. La finalidad es promover su independencia económica y su empoderamiento como productoras y jefas de hogar.
“La actividad agropecuaria es fundamental para el sustento de miles de familias bolivianas que encontraron en esta ocupación un pilar económico estable y sostenible, que en muchos casos es liderado por mujeres bolivianas que ven en la producción de alimentos una fuente de empoderamiento e independencia económica”, se lee en boletín de esta cartera de Estado.
Uno de estos proyectos es el “Programa de Agricultura Urbana y Periurbana”, puesto en marcha con la emisión del Decreto Supremo No. 4632 (del 21 de diciembre de 2021) y que impulsará al 60% de emprendimientos productivos liderados por mujeres, incrementando en 25% el valor de un salario mínimo mensual para 5.500 familias dedicadas a la venta de su producción agropecuaria.
Esta cartera de Estado cuenta, además, con programas como “Empoderar” que, mediante el Proyecto de Inversión Comunitaria en Áreas Rurales (PICAR), aplicó metodologías participativas —incorporando un fuerte contenido transversal de equidad de género— en todas sus actividades. Estas estrategias han permitido que las mujeres identifiquen y prioricen sus necesidades (familiares/comunitarias) y propongan subproyectos para satisfacer esas necesidades desde su propia mirada.
La participación de las mujeres en los comités, organizados en el marco de los proyectos del PICAR, generó nuevas capacidades que vienen cambiando no solo su condición, sino su posición dentro de su entorno comunal, ya que la experiencia lograda permitió que lideren y sean elegidas como representantes comunales, fortaleciendo su empoderamiento en diferentes aspectos de su contexto familiar, social, cultural y político.
Dueñas de tierras y de tecnologías para la producción
Bajo estos criterios de empoderamiento de la mujer en la actividad agroproductiva, el Instituto de Reforma Agraria (INRA) entregó de 25.049 títulos firmados por el presidente Luis Arce, brindando seguridad jurídica a 44.125 personas del área rural, de las cuales 20.699 son mujeres que se dedican a la labor agropecuaria, a pequeña y gran escala.
Por otro lado, con el Programa CRIAR II, el canje de bonos de tecnologías agroalimentarias por parte de mujeres productoras asciende al 53%, es decir, durante la ejecución se benefició a 49.498 pequeños productores, de los cuales 26.251 son mujeres, promoviendo su partición en el sector agropecuario.
La adopción de tecnologías por parte de las mujeres reduce el tiempo dedicado al trabajo agrícola, lo que permite que asuman la administración de los ingresos económicos del hogar debido a que la propiedad de las tecnologías se transfiere principalmente a ellas, que en muchos casos son jefas de hogar, encargadas del sustento de sus familias.