Editor abril 12, 2022
niñas, no madres

Los proyectos de vida de las niñas y adolescentes, por lo general, se frustran y se incrementan las probabilidades de que terminen sumergidas en el círculo de pobreza, arrastrando consigo a sus hijos o hijas y perpetuando la violación de sus derechos humanos.

 

Por Patricia Cusicanqui

Un total de 38.513 embarazos en menores de 19 años fueron registrados durante 2021 por el Servicio Nacional de Información en Salud (SNIS), lo que se traduce en una cifra promedio de 105 por día, es decir 4 por hora. Esta condición vulnera los derechos de las niñas y adolescentes a una vida plena y amenaza seriamente con destruir su proyecto de vida.

El reporte da cuenta también de que 2.329 de estas gestaciones correspondieron a adolescentes y niñas menores de 15 años (un promedio de 6 por día), que en la mayoría de los casos sufrieron violencia sexual. De hecho, el año pasado, la Fiscalía General del Estado (FGE) registró 2.007 casos de violación de infante, niño, niña o adolescente; es decir, 167 al mes, 5 por día.

Santa Cruz, con 14.251 casos es el departamento con el mayor número de niñas y adolescentes en gestación, seguido por Cochabamba, La Paz, Beni y Potosí, en este orden. Luego aparecen Chuquisaca, Oruro, Tarija y Pando. En tanto que, en menores de 15 años, detrás de Santa Cruz (con 932 casos) aparece Beni, con 455.

 

Cuadro embarazo adolescente

Este 12 de abril se recuerda en Bolivia el Día de la Niña y del Niño. La fecha conmemorativa se remonta al 12 de abril de 1952, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) redactaron la Declaración de Principios Universales del Niño, para protegerlos de la desigualdad y el maltrato.

En esta oportunidad se acordó, además, que cada país fije una fecha para festejar a su niñez, y en 1955, durante la presidencia de Víctor Paz Estenssoro, el gobierno boliviano instituyó, vía decreto, el 12 de abril como Día del Niño.

En 2013, mediante Ley 357 se abrogó dicho decreto y se instituyó el 12 de abril como Día de la Niña y del Niño. Este cambio surgió a iniciativa de la Red Parlamentaria por la Niñez y Adolescencia a fin de visibilizar la situación de las niñas bolivianas, sus necesidades y los cuidados específicos que requieren para alcanzar su derecho a la igualdad y equidad de género.

 

Efectos adversos en sus vidas

Ante este preocupante panorama, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) recuerda que el embarazo adolescente e infantil es una de las cinco amenazas contra la vida, la salud y el desarrollo de las niñas y adolescentes, por lo que hizo un llamado a extremar esfuerzos para erradicarlo.

“El embarazo adolescente e infantil, así como la maternidad temprana, configuran uno de los mayores desafíos sociales, políticos y económicos para los países en desarrollo, entre ellos Bolivia. Cuando una menor de edad se convierte en madre, sus derechos sexuales y reproductivos y el acceso a la salud, educación y otros, se ven vulnerados a corto plazo con consecuencias a mediano y largo plazo”, alerta el UNFPA.

El organismo hace notar que el potencial de desarrollo de estas niñas y adolescentes, su posibilidad de obtener ingresos dignos y su futuro corren peligro. “Hay una gran probabilidad de que queden atrapadas en un círculo de pobreza y exclusión, que las afectará principalmente a ellas, pero que también limitará las oportunidades de sus hijos y, de forma agregada, dada la magnitud del embarazo precoz en el país, afecta a su entorno social”.

Por ello, el UNFPA pide que se garantice el derecho de las niñas y adolescentes a un desarrollo pleno, con información y sistemas de protección eficaces, con servicios municipales que cuenten con el personal y los recursos necesarios para la atención con oportunidad, calidad y calidez, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva.

“La educación integral de la sexualidad, dentro y fuera de la escuela, es una de las herramientas más eficaces para la prevención. Una formación en valores de convivencia, de respeto, de autocuidado, por ejemplo, son fundamentales en la casa, en el colegio, en el ámbito público y privado”, dice.

 

Acceso a la justicia

Asimismo, considerando que la violencia sexual contra niñas y adolescentes es, en muchos de los casos, la causa del embarazo precoz, el UNFPA identifica el acceso a una justicia real y pronta como uno de los aspectos urgentes que el país demanda.

En ese marco, plantea que los ajustes que se vienen analizando para sistema judicial considere una perspectiva de género para que los casos de violencia hacia niñas, adolescentes y mujeres sean sancionados adecuadamente; sin revictimización ni prejuicios o estereotipos de género en la valoración de los casos.