Las y los participantes compartieron sus iniciativas, sus logros y cómo superan las dificultades
que se les presentan para garantizar sus sostenibilidad. (fotos: Solidar Suiza).
Representantes de 29 alcaldías se reunieron en la capital cruceña en un encuentro de dos días, altamente participativo y didáctico, que sirvió también para fortalecer las capacidades de sus funcionarios/as, comunicadores/as y otros actores de la sociedad civil. El involucramiento de toda la comunidad es el común denominador de cada buena práctica implementada en los municipios.
Por Patricia Cusicanqui Hanssen
En San Miguel de Velasco, la juventud migueleña se unió a la red de lucha contra la violencia “¡Con rebeldía y sin violencia!”. A través de los gobiernos estudiantiles de cada unidad educativa, jóvenes líderes se forman de manera integral en prevención de la violencia hacia la mujer, relaciones de pareja, derechos humanos, normativa vigente y masculinidades. Lo hacen para replicar todo este conocimiento con sus compañeras y compañeros de colegio y así promover un cambio que apunta a erradicar las diversas formas en que se violan los derechos de las mujeres.
Pero no son los únicos, también son parte de esta red el personal de las postas de salud y hospitales, autoridades indígenas, representantes comunitarios, la Policía, clubes de madres, organizaciones territoriales de base (OTB), entidades agremiadas y otros.
Así, el de San Miguel de Velasco es un ejemplo de buenas prácticas para hacer frente a la violencia. Por su valor y alto impacto, esta y otras experiencias fueron compartidas por representantes de 29 municipios de Santa Cruz en el encuentro “Hacia nuevos horizontes, por una vida libre de violencia hacia las mujeres”, realizado en Santa Cruz de la Sierra durante dos días.
Cuatro Cañadas, San Antonio de Lomerío, Samaipata, Buena Vista, Puerto Quijarro, San Carlos, Porongo, Santa Rosa del Sara, El Torno, San Miguel de Velasco, Charagua y otras 18 alcaldías cruceñas enviaron a sus representantes a exponer sus programas y sus logros con la idea de que sean replicados por sus pares, y también con la finalidad de recoger otras buenas prácticas que pudieran adaptarse a sus realidades.
Las actividades desarrolladas durante las dos jornadas del evento fueron ampliamente participativas y las y los asistentes recurrieron a diversas técnicas para la socialización de sus iniciativas, entre ellas la dramatización y la exposición interactiva.
Otro de los objetivos del encuentro fue fortalecer las capacidades de las y los funcionarios y de las y los comunicadores a fin de que se garantice la continuidad de los proyectos y se mejoren los resultados hasta ahora obtenidos.
Al evento —organizado en el marco del Proyecto Vida Sin Violencia, un proyecto de la Cooperación Suiza en Bolivia en alianza con la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI), implementado por Solidar Suiza— fueron convocadas/os alcaldesas y alcaldes, concejalas/es, autoridades de los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM), promotoras contra la violencia, comunicadoras/es y otros actores de la sociedad civil que forman parte de la red de lucha contra la violencia en sus municipios. De este modo, en un ambiente didáctico y participativo, cerca de un centenar de personas participaron de la cita.
Comunidad involucrada y articulada
“No estás sola”; “Detener la violencia es responsabilidad de todos”; “Rompe el silencio”; “Mujer, date tiempo”; “Por una sociedad libre de violencia”; “Somos las voces que no se callan”; “Unidos en la lucha contra la violencia” y “Mujer, valórate” son algunos de los nombres y eslóganes de las iniciativas diseñadas e implementadas por las municipalidades para trabajar en la prevención de la violencia hacia la mujer.
En todos los casos, el común denominador es la articulación de prácticamente toda la comunidad en torno a las iniciativas y sus fines, pues la idea es llegar a la ciudadanía de cada municipio para que tome conciencia de la problemática y se involucre en las soluciones.
Al término del encuentro, Rebeca Borda, oficial de Programa de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), agradeció el alto nivel de involucramiento de cada persona e institución con el objetivo común de contrarrestar las diferentes formas en que se expresa la violencia.
“Sabemos que el trabajo contra la violencia es largo, todos los días salen a relucir nuevos casos (…). Agradecemos enormemente su compromiso y las ganas de trabajar en ello. Nuestro aporte para impulsar este proceso es un granito de arena, ustedes han hecho todo y vemos la necesidad de seguir trabajando juntos, probablemente en esta nueva etapa van a haber algunos cambios, pero el compromiso y el trabajo van a seguir (…), lo vamos a seguir haciendo con todos los municipios que muestren las ganas de seguir trabajando en este tema”, dijo.
Por su parte, Martín Pérez, coordinador Solidar Suiza, reafirmó la misión de la cooperación suiza de luchar contra la violencia de género y celebró cada iniciativa desarrollada, en la mayoría de los casos, en condiciones no del todo favorables.
“Los avances y el compromiso que tienen nos inspiran, lo que se ha hecho en contextos muy complejos es impresionante. Quiero reforzar el compromiso de Solidar para seguir trabajando en esta área, estamos viendo cómo va a funcionar una nueva etapa. Hemos aprendido que esta temática debe ser integrada en varios lugares y en Santa Cruz, Solidar Suiza va a potenciar su programa de participación y arte, principalmente, con jóvenes, y vamos a reforzar nuestro trabajo para generar condiciones en términos de autonomía económica para madres adolescentes; hay mucho por hacer y es un gusto tener aliados como ustedes”.
Comunicar e informar con enfoque de género
Como parte de las actividades del encuentro, las y los participantes reflexionaron también en torno a la importancia de generar y administrar mensajes comunicacionales e informativos que no justifiquen la violencia, que eviten la revictimización, que no romanticen la violencia, que no generen morbo y que eviten el lenguaje sexista e incorporen el lenguaje inclusivo.
Mediante ejercicios grupales y análisis de casos, las y los participantes propusieron narrativas que aporten a desmontar los constructos machistas y se vuelquen a lo educativo y preventivo.
Además, conocieron los contenidos del Protocolo para un periodismo con enfoque de género y del Manual de periodismo para una vida libre de violencia, documentos elaborados en el marco del Proyecto Vida Sin Violencia para la Red de Periodismo para una Vida Libre de Violencia, conformada por un grupo de más de 60 periodistas de diversas regiones de Bolivia, la mayoría formados en enfoque de género.
