Editor marzo 7, 2022
Red San Miguel Velasco

Parte del equipo migueleño que conforma la red ¡Con rebeldía y sin violencia!,
en el día de lanzamiento de la iniciativa (foto: GAMSMV).

 

La comunidad escolar, el personal de salud, autoridades indígenas, representantes comunitarios, la Policía, clubes de madres, OTBs y otras organizaciones se forman y se informan para prevenir y combatir la violencia de género.

 

Por Patricia Cusicanqui Hanssen

El municipio cruceño de San Miguel de Velasco ha diseñado una estrategia integral para luchar contra la violencia machista. No solo han fortalecido su sistema de atención a las víctimas, sino que han decidido atacar el problema de raíz, y para ello han sumado voluntades y fuerzas en las escuelas, los barrios, los hospitales, las organizaciones de base y las comunidades indígenas, en los medios de comunicación y en las instituciones púbicas.

Un tejido humano se ha comprometido con la prevención de todas las formas de violencia que afectan a las mujeres, las niñas, niños y adolescentes, en especial la violencia intrafamiliar y la violencia de pareja. Las denuncias que llegaban al Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) dieron la alerta y, entonces, las autoridades decidieron “ponerle el cascabel al gato”.

Mediante un proceso participativo, consensuado y con alto compromiso institucional, el 25 de noviembre de 2021 vio la luz la red ¡Con rebeldía y sin violencia!, una cruzada que promueve el rechazo a la violencia de género, cuestiona las actitudes machistas y cultiva los valores de igualdad, inclusión y respeto. La fecha del lanzamiento no fue casual: en esa jornada se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y era la ideal para los fines del proyecto.

En mayo de 2021, el recién posesionado gobierno municipal de San Miguel de Velasco empezó a preocuparse por el sistemático número de denuncias que llegaban al SLIM a causa de la violencia basada en razón de género. “Para junio, en nuestro primer mes de gestión, las estadísticas de violencia intrafamiliar nos preocuparon, por ello iniciamos esta iniciativa para poder reducir las cifras”, explica Liceth Pereira, directora del SLIM.

Sin datos acerca de las gestiones pasadas, resultaba difícil hacer una comparación que les advierta si el número de casos iba o no en ascenso, pero era evidente que algo debían hacer. En San Miguel de Velasco —municipio ubicado a unos 440 km de distancia de Santa Cruz de la Sierra—las denuncias recibidas tienen que ver, sobre todo, con violencia intrafamiliar y estupro.

“Dentro de la población esto está normalizado y naturalizado. Ahora, la gente está siendo educada, hay desconocimiento de la norma”, apunta Pereira. Según el Código Penal, el estupro o acceso carnal mediante engaños entre un adulto y una persona entre los 14 y 18 años de edad, se castiga con tres a seis años de privación de libertad.

Este y otros temas, como las masculinidades y los contenidos de la Ley 348, “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia”, son abordados con las y los miembros de la red en talleres, conversatorios, campañas y en programas emitidos a través de los medios de comunicación y por las redes sociales. El objetivo es desterrar los patrones machistas anclados en la sociedad, prevenir nuevos casos de violencia y fomentar la cultura de la denuncia.

 

Representantes de diversas organizaciones de base se sumaron a la Red (foto: GAMSMV)

 

Compromiso social

La red ¡Con rebeldía y sin violencia! está conformada por las Organizaciones Territoriales de Base (OTB), personal de salud, maestros, padres de familia, estudiantes, autoridades indígenas, representantes de las comunidades, periodistas comunitarios, la Policía, gremiales y otros sectores de la economía local.

“Se invitó a todos los actores a fin de crear diversos espacios de lucha contra la violencia. Si somos como un pulpo vamos a poder actuar mejor”, afirma Pereira.

Si, por ejemplo, llegase una persona con signos de violencia al hospital o si una menor de edad resultase embarazada por violación o engaños de un adulto, los médicos deben alertar de estos casos para que las autoridades intervengan, detalla la directora del SLIM. Lo propio deberá suceder si en alguna unidad educativa o en una comunidad alejada se detecta algún caso de abusos y vejaciones.

“Los gobiernos estudiantiles han sido una experiencia linda, han sido elegidos por sus pares y representan a los jóvenes, los capacitamos en prevención de la violencia, las leyes que les amparan, masculinidades, relaciones de pareja y otros. Y los medios de comunicación y las redes sociales son fundamentales como aliados porque la población se informa y busca información y asesoría a través de ellos”, añade.

Belén Rodríguez tiene 17 años y ya es toda una líder. El año pasado fue elegida presidenta del Centro de Estudiantes de la Unidad Educativa José Julián Dorado Toledo, y a nivel distrital ocupa el cargo de secretaria de Prensa y Comunicación. Desarrolla estas actividades mientras cursa el bachillerato, pero además le dedica varias horas a la semana a educar y compartir información vital para el desarrollo integral de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de su colegio y de su comunidad.

 

Belén Rodríguez San Miguel

Belén Rodríguez es presidenta de su unidad educativa y líder de los gobiernos estudiantiles de San Miguel de Velasco. Como parte de la Red es también una agente de transformación.

 

Belén es miembro de la red ¡Con rebeldía y sin violencia! y como parte de ella, en estos meses se formó en prevención de la violencia, valores, embarazo precoz, relaciones sanas de pareja, bullying, trata y tráfico, inteligencia emocional y técnicas para la expresión oral y para transmitir sus conocimientos.

“En los talleres he aprendido mucho, cosas que no sabía y que nunca hablé con mis padres, por ejemplo, la salud sexual, que era de lo que menos sabía”, dice. La finalidad es que “yo pueda enseñar y transmitir todo a mis compañeros de la Promoción y de mi comunidad a través de actividades como charlas, la elaboración de carteles, al menos una vez al mes. O pedimos a los profesores tomar un periodo de clases para hablar de la violencia”, detalla.

El voluntariado de Belén la convierte de a poco en un agente de cambio. “Los miembros de la red somos líderes estudiantiles, pero algunos niños de las comunidades también asisten a los talleres. Tengo muchos planes a futuro para seguir ayudando a la Red y apoyar a los jóvenes, en especial de las comunidades porque no tienen oportunidades ni padres que los guíen”.

A Belén le preguntamos qué planea estudiar al graduarse del bachillerato en humanidades y, con firmeza y seguridad, no duda en responder: “Quisiera elegir algo que tenga que ver con lograr cambios en la sociedad”.

Aunque, en general, hay empatía con el proyecto, a la Alcaldía le cuesta llegar a consensos con contados sectores debido a que se requiere de alta participación en los procesos formativos y las ocupaciones laborales son un obstáculo. Pero seguirán insistiendo, pues esa es la misión.

Un acuerdo entre el gobierno municipal y el proyecto Vida sin Violencia de la cooperación Suiza en Bolivia, que se amplía en alianza con la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), ejecutado a través de Solidar Suiza, permitió implementar la Red, y el alcalde de San Miguel de Velasco, Pedro Damián Dorado, considera que los esfuerzos ya dan frutos.

Una de las primeras tareas pasado el Carnaval fue evaluar el comportamiento de las cifras, “para apretar el acelerador”, dice el burgomaestre. “Creemos que estamos siendo favorecidos con esta red (…) Como gobierno local estamos con el interés supremo de luchar contra la violencia, algo que debería ser una política de Estado”, agrega.

 

Jóvenes San Miguel

Trabajar con los jóvenes en temas como los derechos humanos, derechos de las mujeres
y masculinidades es clave para la prevención de la violencia.

 

Fortalecimiento institucional

Las acciones también apuntan a mejorar la atención de las víctimas, y para ello, se dobló el presupuesto para el SLIM y la Defensoría, asegura Dorado. Para el primer año de gestión, ambas instituciones cuentan con un presupuesto de 127.666 bolivianos.

A diferencia de la gestión pasada, la Dirección a cargo de ambos servicios logró consolidar un equipo de expertos que acompaña y asesora a las víctimas.

“Tenemos una abogada, una psicóloga y una pasante. Hemos dado un giro (al sistema de atención) antes solo había un trabajador social y se le dificultaba cumplir con sus funciones, no era falta de voluntad. Pero ahora, hemos logrado consolidar el equipo y estamos procurando contar con una trabajadora social. Es difícil que técnicos vengan a este sector, nuestro municipio está a ocho horas de la capital cruceña y tiene menos de 10.000 habitantes, pero vamos a insistir”, indica Pereira.

Mientras que Dorado hace hincapié en que la misión de las y los funcionarios es brindar una atención “con calidad y calidez”.

La falta de un asiento del Ministerio Público y de una oficina de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) en San Miguel de Velasco es un problema para hacer justicia, pero no un impedimento. Las veces que es necesario, el equipo coordina con el personal del módulo policial del municipio y se traslada en una patrulla hasta San Ignacio, capital de la provincia Velasco, donde sí operan la Fiscalía y la FELCV.

“Hemos hecho un primer intento de articular las acciones que permitan que las autoridades judiciales también lleguen a nuestro municipio y puedan desarrollar sus funciones acá, de manera directa. Aún falta trabajo de incidencia, es difícil, pero lo tenemos que seguir haciendo”, asegura el Alcalde.