¡Los hombres suelen salir perdiendo en discusiones con las mujeres!
Esto quizás se debe a que no tienen la capacidad para dirigir una pelea o, como dirían algunas mujeres, porque ellas son más listas, están más preparadas, o que muchas mujeres no se suelen olvidar de ningún detalle.
Pueden ser estos algunos argumentos por los que el senador del Movimiento al Socialismo (MAS), Hilarión Padilla, dijo en la sesión del pleno de la Cámara de Senadores, a su colega de Comunidad Ciudadana (CC),Andrea Barrientos, que: “no discutiría con la hermana porque al final es mujer”.
Estas aseveraciones machistas que denotan, en mi opinión, estereotipos que perjudican o invisibilizan a las mujeres, y en el peor de los casos las denigran: “Hermana senadora a mí no me gusta discutir con señoras. Yo respeto a mi mamá”. dijo Padilla. Continuó: “Entonces, no tengo por qué discutir con la hermana, porque al final es mujer. Yo no voy a pelear”. Esto ocasionó el repudio de la senadora Barrientos, quien presentó una denuncia en la Comisión de Ética.
Padilla representa a los intereses de su departamento, es la voz de los ciudadanos/as al aprobar o rechazar leyes. Tener estas expresiones machistas y de discriminación al hablar con una mujer, limita y defrauda su autoridad como legislador.
Aún más, después de su juramento se le olvidó el reglamento de la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional que en el artículo 3 sobre Principios y Valores, indica que el ejercicio de sus funciones se regirá por “la igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia y equilibrio, basados en la igualdad de oportunidades, no discriminación, equidad social y de género….para el bienestar común”.
Con la actitud del Senador hacia su par, la paridad no existe, se vive aún en territorios de desigualdad en los que las mujeres son víctimas de la opresión por la cultura patriarcal enmarcada en modelos de desigualdad. Entonces, aunque las mujeres han logrado espacios en escenarios políticos, académicos, culturales, tienen aún mucho camino por recorrer en la real reivindicación de sus derechos y en el logro conjunto de la equidad y la igualdad.
Barrientos dijo con valentía: “no le voy a permitir el machismo explícito del senador”. De seguro, no será la última mujer en escuchar este tipo de frases machistas y de seguro entre la sociedad otras mujeres enfrentan diariamente situaciones de marginalidad, discriminación y vulnerabilidad tanto en espacios públicos como privados.
La igualdad de género es un tema de derechos humanos y no lo es solo de mujeres, sino es un tema de hombres y mujeres que creen en la democracia, en los derechos humanos y en el enorme potencial que tiene la participación de todas y todos. “Si una mujer entra a la política, cambia la mujer. Si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”, como dijo Michelle Bachelet.
Por: Wendy Ríos Montalvo.