Andrea somos todas y todos
Hace unos días el senador del Movimiento al Socialismo (MAS), Hilarión Padilla, se negó a debatir con la jefa de bancada de Comunidad Ciudadana (CC), Andrea Barrientos, alegando que “no le gustaba discutir con señoras (…), porque al final es mujer”.
Esta aseveración refleja el sexismo instaurado en una sociedad patriarcal, que nace de la creencia de que un sexo es superior al otro. Negarse a debatir, discutir, dialogar e, inclusive, deliberar con una mujer, es una forma de mandar a callar a quien no es considerada su igual.
Aquí no solo hay exclusión y desprecio, sino también una clara necesidad de exhibir la marginación a la mujer; en otras palabras, una masculinidad machista explícita, que pretende reafirmar roles y estereotipos hacia las mujeres.
Por: Mariola Arlandis Pérez.