Conoce La Paz en muletas

Marcelo Blanco / La Paz

El primer día que usé muletas creí que sería algo divertido, pero estaba totalmente equivocado. En realidad, usarlas es como tener piedras encadenadas a los pies, al menos con eso lo comparo. El esfuerzo que hacía en un día, lo hacía en una hora usando esas varas metálicas para caminar.

Cualquier persona que te ve andar ni se imagina el dolor que aguantas en cada paso. Molestia en las palmas por apoyarte mucho, en los brazos por el esfuerzo y en la pierna sana por el peso. Yo tardaba alrededor de 10 a 15 minutos en caminar una cuadra, parando unos momentos para descansar.

Parar unos segundos implica otro problema, porque tu pierna sana debe soportar el peso de todo el cuerpo. Cualquiera diría ¿Y si te apoyas con las axilas en las muletas cuando te detengas para que descanses y tu pie sano no se esfuerce por demás? Pues, lo intenté y sabes ¿Qué pasó? Al día siguiente, al dar el primer paso con muletas me dolieron las axilas y a cada paso la molestia aumentaba.

Cuando pasó eso me puse algo suave en las axilas para amortiguar el impacto, al menos por unos días hasta recuperarme. Así aprendí que la única forma de descansar, si usas muletas, es sentarte. Sin embargo, no en todas las calles hay bancas para sentarse. Por como vi, quedan tres opciones: aguantar el dolor hasta llegar a tu destino o a una banca, no salir de casa, o tomar transporte público para llegar.

Pero tomar el transporte público es otra odisea. Eso lo comparo con dar un examen final, ya que sientes estrés y miedo de equivocarte o cometer un error porque sabes que ese error puede ser fatal.

Una amiga, Yoshi Cary, me contó lo que ella vivió en el transporte público, cuando usaba muletas:

Aun así, la mejor opción es tomar transporte público porque caminar en una ciudad como La Paz, con esa topografía tan compleja es casi imposible. Al menos, sin estresarte y terminar como si hubieras jugado la final de un campeonato de fútbol, sudando y muerto de sed.

Entre las subidas y bajadas que hay en la ciudad, yo prefiero las subidas, porque las bajadas me parecen más peligrosas. Cuando bajo, temo que se resbale la muleta y me caiga. Tuve la suerte de nunca caerme, pero un amigo, Leonardo Lira, no tuve esa fortuna, él se tropezó en un par de ocasiones:


El miedo a caerse aumenta cuando llueve, ya que calles que si bien son planas, el material del que están hechos con la lluvia se vuelve demasiado resbaloso.

¿Qué hace al Alcaldía al respecto?

Según la ley Municipal de Transporte y Tránsito Urbano, en el artículo 51 (derechos del peatón) estipula que todo peatón tiene el derecho de circular en espacios públicos exclusivos que garanticen su seguridad y libre circulación, y que no estén aislados; sino incorporados en el espacio público de transito cotidiano.

Al respecto, el 21 de mayo del presente año, el alcalde Luis Revilla anunció que están trabajando en la creación de una ley de aceras. El fin es velar por el buen estado de las aceras de la urbe paceña.

Internamente, cada Subalcaldía está trabajando por mejorar el estado de sus aceras para el bienestar de los peatones, según indicó el Director de Infraestructura de la Subalcaldía Centro, Carlos Manrique. Él dice:

Si bien solo usé muletas por dos semanas, nunca las olvidaré porque conocí un mundo que muchos viven y pocos lo comprenden. En el centro médico Prosalud, ubicado en la avenida Busch de la zona de Miraflores, al día reciben alrededor de 40 pacientes de los que cinco necesitan ir al traumatólogo por una lesión que derivará en que dicha persona use muletas. Según la enfermera de Prosalud, Aurora Baptista, las lesiones más comunes que ven son los esguinces, ya que estos pueden ocurrir desde un tropezón al caminar.

Es tan fácil llegar a usar las muletas, pero tan difícil llegar a acostumbrarse a ellas. Las mayores complicaciones que una persona debe atravesar, según un sondeo a 20 personas que usaron esas varas metálicas son:

No espero no volver a usarlas, si no espero que se refaccionen las calles, haya una concientización a la población para que sean más tolerantes con las personas que usan muletas. Para que el día a día de personas que se movilizan con ayuda de estas veras metálicas sea un poco menos agobiador.


Termina el día, un día más con muletas  y solo los que las usaron alguna vez entenderán con exactitud la desesperación, angustia y estrés que se vive cuando usas estas varas metálicas para transportarte en la ciudad de La Paz.

Mira los videos del resto del día de una persona con muletas

Plan de difusión por redes sociales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *