Aaron Wörz: Las protestas y los conflictos después del 20 de octubre quedarán en mi memoria para siempre

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  • Cuéntanos un poco sobre quien eres, tus pasatiempos, que haces actualmente en Bolivia y por cuánto tiempo más te quedas en el país.

Hola, soy un periodista alemán y actualmente trabajo como voluntario en la Fundación para el Periodismo hasta finales de febrero. Mi pasantía cuenta con el apoyo de la Comisión Alemana de la UNESCO en cooperación con la Deutsche Welle Akademie, que es un estrecho colaborador de la Fundación. He estudiado comunicación y ciencias políticas en la Universidad Técnica de Dresden y publico textos en varios periódicos alemanes desde que tenía 16 años.

  • ¿Cuál fue tu primera impresión sobre Bolivia y cómo te recibió la gente?

Hace cinco años viajé por Bolivia durante unas dos semanas, así que ya tenía una breve idea del país y de la gente. Por supuesto, ahora es algo completamente diferente vivir aquí durante casi seis meses y construir una vida cotidiana. La Paz es sin duda una ciudad única: la topografía, las diferentes zonas con diferentes estilos de vida y la ubicación en medio de las altas montañas hacen que la metrópoli andina sea especial, y los paceños contribuyen mucho a esto porque la mezcla de la cultura andina y la modernización progresiva es fascinante.

  • Hasta el momento, ¿Qué fue lo que más llamó tu atención de la ciudad de La Paz?

Es difícil para mí comprometerme con una sola cosa. Pero estoy seguro de que las protestas y los conflictos después del 20 de octubre quedarán en mi memoria para siempre. Además era nuevo para mí que tanto el comercio y la venta diaria tiene lugar en la calle y en los mercados. Igual tuve que acostumbrarme al hecho de que casi no hay transporte público y con mis largas piernas a veces no es tan fácil en un minibús lleno (se ríe). Pero estas son sólo algunas observaciones de mi vida cotidiana.

  • Estuviste presente en las elecciones presidenciales el 20 de octubre y viviste de cerca todos los conflictos… ¿Cómo calificas está experiencia?

Estos meses fueron muy instructivos para distanciarme de mi comprensión alemana de la democracia y para ver con mis propios ojos cómo se vive la democracia de manera diferente. Al principio me sorprendió que el recuento de las elecciones no se hubiera llevado a cabo correctamente y que el gobierno de entonces ni siquiera se hubiera molestado en dar una explicación adecuada a la gente. Respirar el gas lacrimógeno de la policía y ver de cerca la rabia y la convicción con que los opositores de Evo Morales salieron a las calles fue una experiencia nueva como toda la forma de resolver un conflicto político. En Alemania, nunca he visto que se utilicen bloqueos y paros como medio de presión política durante un período de tiempo tan largo. Adicionalmente me asustó la eficacia de las campañas de desinformación y la difusión selectiva de rumores y temores a través de canales como WhatsApp o Facebook que no están sujetos al escrutinio periodístico.

  • ¿Cuál sería tu opinión respecto al ex presidente de Bolivia, Evo Morales y su gobierno? ¿Cómo dirías que era percibido por la gente en tu país, Alemania?

El fraude electoral es probablemente el mayor delito que se puede cometer contra el sistema democrático. La aceptación de los resultados de las elecciones a pesar de las irregularidades probadas habría supuesto el consentimiento involuntario a un lento cambio de sistema a una autocracia. Sin embargo, hay que constatar que Evo Morales ha hecho mucho para mejorar las condiciones de vida y los derechos de los indígenas en Bolivia.

La mayor parte de periodistas y políticos en Alemania acoge con agrado la caída de Evo Morales. Sin embargo, hay un número notable de personas en posiciones de poder que hablan de un golpe militar de derecha planeado desde hace mucho tiempo. En mi opinión, este juicio es una afrenta a la vista de las amplias protestas civiles durante varias semanas que finalmente llevaron a la renuncia de Morales.

 

  • ¿Consideras que actualmente Bolivia vive en Democracia? ¿Sí?, ¿No? ¿Por qué?

La democracia boliviana no debe perder su atención y debe defender la separación de poderes con respecto al actual gobierno de transición, de manera que el poder ejecutivo, el poder judicial y el legislativo actúen de forma independiente entre sí. Espero que para las nuevas elecciones haya diferentes candidatos que no pongan en primer plano sus propios intereses o los objetivos de un pequeño grupo de personas en el país. Al mismo tiempo, el gobierno de transición debe garantizar que los tribunales electorales sean resistentes a la corrupción y a la influencia externa. Estos son prerrequisitos necesarios para que el Estado Plurinacional de Bolivia continúe siendo una sociedad colorida, diversa e intrépida en la que el bien común prevalezca sobre los intereses de los hombres obsesionados por el poder.