En la mayor ciudadela de Santa Cruz se multiplican los pozos
En la mayor ciudadela de Santa Cruz se multiplican los pozos

En la mayor ciudadela de Santa Cruz se multiplican los pozos

El Plan 3000, con una población que supera los 350 mil habitantes, es la ciudadela más grande de Santa Cruz de la Sierra. La proveedora de agua potable, Saguapac, no llega ahí, al extremo sur de la metrópoli, pero en cambio funcionan dos cooperativas que atienden a los vecinos: la Cooperativa Plan 3000 (CooPlan) y San Juan Bautista (Sajuba).

Las oficinas de CooPlan están ubicadas a una cuadra de la bulliciosa rotonda del Plan, el lugar de mayor movimiento comercial de la zona. Desde ahí administran el servicio en 1.527 hectáreas, aunque su área de acción se está expandiendo cada vez más.

El Plan es visiblemente una zona que alberga a migrantes internos, quienes optan por buscar la propiedad de un lote antes que continuar pagando un alquiler. Esta es una de las razones por las que la demanda de conexiones de agua crece sostenidamente.

Margarita Fernández es, por ejemplo, una vecina paceña de la avenida Internacional que trabaja cada día en El Mechero, ambos barrios del Plan 3000, administrando un almuerzo solidario de 7 bolivianos. “Lo hicimos para apoyar a la gente que no tiene ingresos por esta crisis, pero ahora viene gente con trabajo e ingresos, todos necesitan”, dice, a propósito de su iniciativa.

Hace ocho años que ella, su esposo, dos de sus seis hijos y sus nietos están asentados en el Plan. Allí han consolidado su vida con su participación en la junta vecinal de la zona y su recurrente preocupación por mantener la imprescindible provisión del líquido elemento.

El gerente comercial de CooPlan, Luis Antonio Ruiz, explica que el notable crecimiento de la ciudadela se puede verificar también en la conexión de nuevos socios a la red de agua: 80 por mes; entre 900 a 1.000 por año.

Pero se viene algo mayor. Esa presión de la demanda de usuarios no se compara con la que llegará gracias a los proyectos inmobiliarios que se han multiplicado en progresión geométrica en Santa Cruz. “En el proyecto (denominado Urupé) de CooPlan y la inversión de Credicasas La Fuente vamos a tener 12 mil asociados más. Dentro de esa programación se ha proyectado la perforación de 3 nuevos pozos con sistemas aislados y con fases. Al cierre de este mes es probable que firmemos proyecto con Urupé”, dice Ruiz.

Actualmente el servicio de la cooperativa alcanza a 33.500 asociados. Y solo el proyecto inmobiliario Urupé hará crecer ese universo en 35 por ciento en pocos años porque “conforme tengan el servicio, se va a ir poblando”.

Los pozos

La clave de la provisión se halla en los pozos. CooPlan tiene 34 años de vida y ha perforado hasta ahora 24 pozos, el último acaba de ser inaugurado para proveer a la Pampa de la Isla y a la zona central del Plan, pero también a los primeros 1.600 clientes de inversiones La Fuente.

“El uso de un pozo depende de la profundidad, hay pozos que tienen 120 (metros), pero un promedio de vida útil de 12 a 20 años. Los que se perforan más tienen de 30 a 40 años, pero conforme va pasando el tiempo presentan desgaste, va disminuyendo su capacidad de producción. Quizás un pozo de 250 metros (de profundidad) va a tener 20 a 25 años de vida y va a botar 45 litros por segundo”, dice Ruiz.

Por las características del suelo, en Santa Cruz se puede encontrar agua a 100 metros de profundidad, pero “hay acuíferos subterráneos que están contaminados por las cámaras sépticas y pozos ciegos”. Entonces ahora la perforación de pozos es cada vez a mayor profundidad. Hasta ahora se han perforado 24 pozos en el Plan, pero solo 13 están vigentes produciendo agua.

Los acuíferos

Toda el área metropolitana de Santa Cruz de la Sierra obtiene agua de fuente subterránea para su consumo.

Las aguas subterráneas para la región metropolitana de Santa Cruz tienen tres orígenes, según un estudio de Periagua (El Programa para Servicios Sostenibles de Agua Potable y Saneamiento en Áreas Periurbanas respaldado por la cooperación alemana) realizado en 2018: aguas que se recargan localmente alrededor de la ciudad por efecto de la lluvia, aquí el recurso tiene una antigüedad de 60 a 2.000 años; aguas que se recargan en la serranía a 200 metros de altura de la ciudad, donde el líquido tiene entre 4.000 y 5.000 años; y aguas que se recargan por infiltración en el curso del río Piraí, que necesita mayor investigación para tener certeza sobre sus características.

Ante los datos emitidos por el estudio, el Gobierno Departamental de Santa Cruz emitió un decreto, en el año 2019, para prohibir que los nuevos proyectos inmobiliarios incorporen lagunas artificiales cargadas con aguas subterráneas. Además, dio 18 meses para cumplir requisitos a las inmobiliarias que hubieran construido esas infraestructuras antes de esta norma.

Cortes del servicio

A juzgar por el mapa de Periagua, el Plan 3000 se provee con el primer grupo de fuente acuífera. En CooPlan, los estudios técnicos para perforar un pozo consideran la existencia de ripio y arena a nivel subterráneo porque eso indica que el curso del agua internamente puede durar entre 12 y 20 años; si se encuentra arcilla significa que la corriente interna no está en condiciones de expulsar mucha agua.

Por el momento, la única queja de la población en redes sociales de CooPlan es el corte del servicio sin previo aviso. Y este hecho lo confirma Margarita Fernández, quien no sabe por qué hay cortes de agua, pero afirma que son bastante frecuentes y perjudican el funcionamiento de su comedor solidario. Esto sucede tanto en El Mechero, donde expende el almuerzo, como en la avenida Internacional, donde está su vivienda.

“El peligro es que venga la (inspección de la) alcaldía y nos encuentre sucias las cosas. No sabemos por qué pasa eso, quizás se pone a lavar ropa toda la gente”, dice. La pensión que atiende está abierta todo el día porque después del almuerzo comienzan a preparar comida rápida para el final de la tarde.

Ruiz explica que los cortes de los que se quejan los vecinos se originan en casos fortuitos, como cortes de energía eléctrica, y no a una falta de provisión del líquido.

Sin embargo, el alto consumo ocurre entre septiembre y diciembre, época en que las familias, como la de Margarita, arman incluso las piscinas de plástico para los nietos. Aunque oficialmente la cuenta no debería pasar de los 50 bolivianos para una familia de 3 a 5 personas, ella dice que su cuenta normal bordea los 200 a 300 bolivianos, monto que se duplica fácilmente en verano.

CooPlan pretende responder a varias falencias de su gestión con la ejecución de un plan maestro, actualmente en elaboración. “Tenemos terrenos que hemos comprado con anticipación para proyectarnos a futuro. Los asociados están yéndose a vivir más lejos. Cerca del vertedero se están abriendo urbanizaciones, hay comunidades de agua pequeñas, pero no utilizan el proceso de transformación (a agua potable)”, explica Ruiz.

Esto implica que en la periferia de la ciudad existe población que perfora por sí misma el acuífero para obtener agua, sin someterla a un proceso de potabilización. Esto lo sabe CooPlan porque ha comenzado a dar el servicio de análisis de agua en laboratorio a otras cooperativas y personas privadas de los alrededores. Luis Antonio Ruiz asegura que la población que recibe el agua de la cooperativa puede beberla directamente del grifo con total garantía para su salud.

Así lo hacen Margarita y sus cuatro ayudantes de cocina, aunque con desconfianza, muchas veces presionadas por la intensidad del trabajo, las altas temperaturas y un galpón de calamina sin ventilación.

Texto: Malkya Tudela Canaviri

 

Este reportaje fue realizado en el marco del curso “Derecho humano al agua, saneamiento y periodismo”, promovido por la Fundación Para el Periodismo, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y de la Unión Europea.