Para crear contenidos creativos que despierten interés en la Televisión Educativa, las temáticas y formatos de los mismos deben incorporar, obligatoriamente, componentes afectivos y lúdicos.
Todo contenido educativo que se difunda en televisión debe incorporar elementos lúdicos y afectivos para poder despertar el interés del público especifico y delimitado al que está dirigido el mensaje.