Hacer lo mismo que los demás, utilizar las redes sociales sin un fin, centrarse en uno mismo y no definir la audiencia son los principales errores en el desarrollo de una marca personal.
La marca personal de un periodista se diferencia de las demás por una razón: el personaje principal no es el periodista, sino la gente. Todo el contenido está destinado a que la audiencia pueda informarse y decidir.