ESCRIBE FERNANDO CABEZAS
Roxana Morduchowicz tiene en su palmarés, ser doctora en Comunicación de la Universidad de Paris, un grado académico que obtuvo en 1999; también es Master en Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y es Investigadora en Comunicación y Educación de la Universidad de Stanford, Estados Unidos. Es decir, es una autoridad internacional en esos temas. Ella dicta talleres en diferentes lugares del mundo y estuvo en Bolivia para hablarnos del por qué debe incorporarse a los trabajos de nuestras aulas, los medios de comunicación.
¿Qué es la alfabetización en medios, cómo explicamos este concepto?
La alfabetización en medios, que en otros países del mundo la llaman Educación en medios o Educación para los medios, es la promoción y fortalecimiento de los docentes y los estudiantes respecto de la actitud que deben tener hacia los medios de comunicación. Es una suerte de análisis para que puedan entender la manera en la que los medios de comunicación y las tecnologías representan la realidad, hablan de nosotros y del mundo que nos rodea.
¿Por qué debe interesarles a los maestros y a los alumnos este tema? ¿Resulta que hoy ya no sólo es necesario leer sino que, además, debemos indagar sobre los medios? ¿cuál es la importancia de todo esto?
Esta materia es muy importante por muchos motivos. Por un lado, hoy, los estudiantes reciben un gran caudal de información fuera de la escuela y esa información les llega de manera prioritaria de los medios de comunicación e Internet.
La escuela no puede quedar afuera, no puede ignorar esta información y debe, más bien, ser el centro, el lugar donde confluyan estas informaciones para enseñar a analizarlas, interpretarlas, evaluarlas y construir la propia opinión
En definitiva, la alfabetización en medios es fundamental para el fortalecimiento de los chicos como ciudadanos democráticos, que sean bien informados, críticos y reflexivos respecto de esa información; que sepan tomar decisiones y fundamentarlas, y que puedan participar para mejorar la vida de su comunidad.
La cantidad de información que circula en Internet rebasa todos los pronósticos y los niños y jóvenes navegan con tanta naturalidad que alarma a padres que se sienten analfabetos respecto a las ofertas de la Red ¿hay algún recaudo que deba tomarse al respecto de esta brecha… llamémosla generacional?
Es cierto que hoy lo que sobra es información. Todos tenemos al alcance a través de internet una biblioteca universal a la que antes de la Red no hubiéramos accedido. La escuela y los padres lo que tienen que tener en cuenta frente a tanta información, es el rol de siempre: enseñar a pensar.
Según estudios internacionales, los chicos tienen una credibilidad muy alta respecto a Internet; ellos suelen decir que en Internet está todo.
Los adultos, sean padres o docentes, lo que tenemos que hacer es enseñarles que así como hay información confiable en Internet, hay otros sitios o páginas web que no son confiables, que no son autorizadas y que no deberían usarse.
Entonces, enseñarles cómo distinguir las fuentes, diferenciar las distintas páginas y, por sobre todo, a poner en sus propias palabras lo que encuentren, porque lo último que queremos es que los chicos sólo “copien y peguen”, lo que queremos es que reflexionen y que utilicen sus propias palabras para poder hacer la tarea, aunque usen Internet
Entonces, usar Internet para las tareas no es malo como muchos piensan, pero ¿cómo distinguimos una información confiable de otra que no lo es?
La mejor manera y la que debe promoverse desde es la escuela, es chequear la información en diferentes fuentes. Si un chico encuentra tres o cuatro fuentes que dan la misma información, probablemente esté en el camino correcto. Ahora bien, si un sitio que me dice una cosa y otra me dice algo diferente, entonces necesitaré una tercera o una cuarta fuente para despejar las dudas.
El problema hoy en día es que los chicos utilizan una sola fuente; ponen el tema que quieren averiguar y se quedan con la primera fuente y eso es lo que utilizan; Esto conspira con la actitud crítica y la idea de chequear y diferenciar las fuentes.
La relación entre la escuela y los medios siempre fue compleja. Desde siempre hubo posturas condenatorias y apocalípticas que hablaban exclusivamente de los efectos nocivos de los medios de comunicación… Que si la imprenta debía o no estar al acceso de todos; que si la radio ahuyentaría a los lectores; que si la televisión haría que la gente pierda la imaginación; que si el Internet y la tecnología están minando la vida familiar y social, la cultura y la necesidad de investigar, etc, etc.
Pero más allá de los preconceptos que llegaron con cada adelanto, con todo ello, se reconoce que lo que conocemos del mundo proviene de los medios, que construyen una imagen de él a partir de la cual, nosotros, receptores, construimos la nuestra. El conocimiento está cada vez más mediatizado y tenemos una mayor dependencia de ellos.