Trabajo por necesidad y no soy feliz

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El Fondo Concursable para Investigación Periodística sobre el Empleo Juvenil en Bolivia es una iniciativa de la Fundación para el Periodismo y Solidar-Suiza que, por segundo año consecutivo, publicó la separata “Prioridad” y fue distribuido junto al periódico Página Siete. Los reportajes que se presentan fueron seleccionados por su calidad y rigurosidad periodística en el marco del programa. Sus autores recibieron una beca para estimular su realización.

Nils Puerta Carranza

El tema del empleo es un problema complejo que no sólo se remite a los que no tienen una fuente laboral, sino también a aquellas y aquellos  quienes, a pesar de contar con un trabajo, es como si no lo tuvieran debido a la  infelicidad vivida cotidianamente en él y que va carcomiendo sus expectativas.

Testimonios de jóvenes profesionales expresan su situación laboral y atribuyen su desgracia a la  errada selección de personal efectuada en las instituciones públicas y privadas de la ciudad de Tarija, donde no reclutan adecuadamente a las personas de acuerdo a sus destrezas, capacidades y habilidades. Ellos afirman que se prioriza sobre todo el favoritismo, la “muñeca”, el compadrerío, dejando en un segundo plano la preparación, la  capacidad, la  ética e idoneidad profesional.

Ana María de 28 años

“La verdad yo entré a trabajar por ayuda de mi tío que me recomendó, ingresé con muchas esperanzas pero hace mucho tiempo ya lo hubiera dejado…  Necesito el trabajo para ayudar a mi familia, tengo un hijito de tres años y su papá me abandonó antes que naciera mi bebé. No se imagina lo que tengo que pasar todos los días, el ambiente laboral es muy hostil siento que tengo muchos enemigos en mi oficina, cada vez que me esfuerzo por hacer las cosas bien, me boicotean y eso me deprime. Solicité que se haga evaluaciones para reubicar al personal y no tuve respuesta positiva, por eso he decidido literalmente cumplir como robot mi trabajo sin llevar la iniciativa. El lugar donde me pusieron ahoga mis cualidades y apaga todo lo que aprendí en la universidad”.

Juan Carlos de 32 años

“Mi vida se vuelve monótona y el desgano se acrecienta al sentirme frustrado por no haber logrado ejercer mi profesión exitosamente, el puesto que tengo no es el que supuestamente gané en una selección de personal. Tengo que hacer labores múltiples y no precisamente lo que compete al puesto de Auditor”.

Fabricio de 21 años

“Salí bachiller y de inmediato busqué trabajo para ayudar a mi familia, hago las funciones de mensajero, llevo y traigo información, soy algo así como el ´chico de los mandatos´, la empresa donde trabajo tiene varios escritorios y se dedican a hacer consultorías, el personal está codo a codo por lo chiquito del ambiente, a la semana cuatro días los veo con sus jeteas – enojados, sólo el viernes cambian de cara. Mi deseo es seguir estudiando y salir de allí, a veces siento que me tratan como perro. Yo soy bueno para la computación, pero lamentablemente me seleccionaron para ir y traer”.

El 80% de los funcionarios públicos y privados no está satisfecho en su fuente de trabajo explican que se mantienen en su puesto laboral por la necesidad de ganar un salario y no por cumplir una eficiente labor que satisfaga sus expectativas como seres humanos, según un estudio realizado por alumnos de último año de la Carrera de Psicología de la Universidad Juan Misael Saracho de Tarija.

El estudio da cuenta que al no sentirse satisfecho el empleado, su rendimiento no es el óptimo y esto repercute en los clientes o contribuyentes que acuden a las instituciones y empresas de la ciudad de Tarija, a esas empresas que prestan servicios a la población.  En su generalidad, lo que salió a luz fueron quejas, principalmente por la mala atención.

Al pagar el servicio de luz, en tono molesto una señora manifestaba: “No son amables y piensan que nos están haciendo un favor”.

Con lágrimas en los ojos otra persona que se encontraba haciendo un trámite de registro de inmueble, decía: “Es una barbaridad, nos tienen de un lado a otro y nadie da una correcta información, la verdad pienso que el servicio es deficiente”.

¿Cuáles son los factores que inducen a esta situación?

Gran número de empleados que ingresan en la mayoría de las  instituciones públicas y empresas privadas, son contratados por favoritismo político y, en otros casos, por un mal o inexistente manejo de técnicas de selección de personal que no favorecen al desarrollo adecuado de los roles y funciones que deberían cumplir los empleados en sus cargos potenciales.

Al margen de los conocimientos y experiencias presentadas en el  currículum, que no siempre se consideran al momento de contratar a una persona, se deja de lado factores notables para un eficiente desenvolvimiento, al no tomar en cuenta las capacidades emocionales y afectivas, las habilidades de relaciones humanas, la predisposición al trabajo proactivo y colaborativo, que apuntan en esencia a la auto realización del trabajador.

Un estudio  científico al problema de la empleabilidad

En el marco de una investigación realizada en la ciudad de Tarija, donde se tomó en cuenta el  aporte de la Psicología Institucional como ciencia que explica las relaciones interpersonales para lograr una mejor organización y condiciones que  tienden a promover el bienestar de los integrantes de la organización y empresas en general, se detectó que al interior de las instituciones y empresas públicas y privadas, existen aspectos inherentes al bajo rendimiento e insatisfacción en los trabajadores al cumplir sus funciones.

La selección de personal es un elemento esencial para un buen funcionamiento institucional y forma parte de la gestión de recursos humanos, que es la encargada de velar por el bienestar de los trabajadores como de la propia institución.

Si el personal no es el adecuado ni se encuentra motivado e integrado a la cultura organizacional, va a remar en contra de los objetivos y las metas perseguidas por la empresa, conduciendo así al fracaso, la insatisfacción y desmotivación de los mismos.

Pero, si es que dicho capital humano es de calidad y se encuentra motivado, puede conducir a la empresa hacia el éxito, el cual se refleja en la productividad y satisfacción que presentan los empleados, el clima laboral que se genera, logrando así desempeñar funciones de una manera más efectiva y sinérgica, tanto como la satisfacción de los clientes.

El mismo estudio  recomienda  que la selección del personal se debe hacer desde un punto de vista científico, ubicando al empleado en el puesto de trabajo donde brinde el mayor de los esfuerzos para beneficio propio, de la empresa y de la comunidad.

Las instituciones, tanto públicas como privadas, no cuentan con la asistencia de un psicólogo y mucho menos con un gabinete psicológico que cumpla la función de selección de personal, implementación de programas para mejorar las relaciones humanas, tratar casos de Mobbing o acoso laboral, estrés, autoestima, etc., que son de vital importancia y no así los números u  objetos que hoy por hoy son una prioridad.

La infelicidad, una disyuntiva laboral

Si bien somos conscientes que en nuestro medio para conseguir un trabajo necesitamos de un padrino o de un  familiar que tenga influencias, la verdad es que existe un potencial humano insatisfecho que no consigue trabajo y si lo consigue, no se siente pleno, útil y feliz desempeñando  el mismo. Esta infelicidad laboral apaga la luz potencial del individuo quien se acomoda a la monotonía, al mínimo esfuerzo y, por inercia, este fenómeno repercute en el servicio deficiente y mediocre de las instituciones.

Si en nuestro país se contratara personas tomando en cuenta herramientas científicas que exploren cognitiva y emocionalmente a las personas para ocupar un puesto de trabajo, descubriríamos una nueva forma de encarar las tareas institucionales y empresariales en ambientes de proactividad, innovación, amabilidad y servicio de calidad.

No caigamos en que Si ya lo sabemos y No hacemos nada, es menester poner en discusión no solamente la forma de contratar al personal en general sino también, y aún con mayor énfasis, el tema del desempleo juvenil como derecho a trabajar en un lugar donde los jóvenes profesionales puedan entregar todas sus potencialidades sin sentirse abatidos, desmotivados, tristes en un puesto laboral que al final es considerado como un trabajo precario.

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