Un puesto poderoso para un hombre súper poderoso
El cargo de Vicepresidente ya no es lo que era
Giovanna Maribel de la Cruz Huanca
Con la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) en 2009, la figura del Vicepresidente adquirió gran relevancia. El Vicepresidente del Estado se convierte en parte del Órgano Ejecutivo y representante de éste ante el Legislativo, y adquiere más atribuciones que las que tenía con la anterior Carta Magna. Hoy su elección se ha tornado más importante que antes. Según los analistas, los partidos políticos que participarán en las próximas elecciones presidenciales de 2019 deben pensar muy bien en su candidato vicepresidencial, porque una vez en el poder éste ya no desempeñará el papel de “quinta rueda del carro”, como en el pasado, sino que será una figura política determinante en el manejo del Estado.
El artículo 173 de la CPE señala en cinco incisos las facultades del Vicepresidente, las que lo convierten, según algunos analistas políticos, en un hombre con demasiado poder. La antigua Carta Magna sólo definía dos atribuciones para esa autoridad: el reemplazar al Presidente en caso de ausencia y el presidir el Congreso Nacional y el Senado. En la actual Carta Magna, el Vicepresidente no sólo es el coordinador entre el Legislativo y el Ejecutivo sino, como señala el inciso 4 del artículo 173, “Coadyuva con la Presidenta o el Presidente del Estado en la dirección de la política general de gobierno”.
A diferencia del pasado, hoy el Vicepresidente está facultado para participar en las reuniones del gabinete ministerial, apoya el cumplimiento de las políticas del Gobierno y el diseño de la política exterior y desempeña misiones diplomáticas. En anteriores gobiernos, el Vicepresidente no participaba en las reuniones de ministros y si lo hacía era a invitación del Mandatario.
La segunda autoridad del Estado ahora representa al país en el exterior, misión que sólo competía al Presidente o al Canciller.
De “quinta rueda del carro” a “doble tracción”
El abogado constitucionalista, William Bascopé, afirma que en la nueva Constitución hay un giro extraordinario: “el del Vicepresidente es el puesto más influyente, después del de Primer Mandatario”.
Para el analista político Carlos Cordero, en este tiempo el Vicepresidente adquirió un poder extraordinario: “Es casi un copresidente que interviene en todas las instancias del poder”.
La Constitución vigente expresa en su artículo 174 cuáles son las atribuciones del Vicepresidente en el Estado Plurinacional: “1. Asumir la Presidencia del Estado, en los casos establecidos en la presente Constitución, 2. Coordinar las relaciones entre el Órgano Ejecutivo, la Asamblea Legislativa Plurinacional y los gobiernos autónomos, 3. Participar en las sesiones del Consejo de Ministros, 4. Coadyuvar con la Presidenta o el Presidente del Estado en la dirección de la política general de gobierno, 5. Participar conjuntamente con la Presidenta o el Presidente del Estado en la formulación de la política exterior, así como desempeñar misiones diplomáticas”.
“El Vicepresidente, siendo miembro nato del Órgano Ejecutivo y al mismo tiempo siendo cabeza del Órgano Legislativo, reúne en sí mismo a dos órganos del Estado. Pero no sólo es miembro del Ejecutivo y cabeza del Legislativo, sino al mismo tiempo es Vicepresidente del Estado, mientras que el presidente Morales es cabeza del Ejecutivo y Presidente del Estado”, recuerda Cordero.
Para Bascopé, es importante que el Vicepresidente ayude al Presidente a tomar decisiones de todo tipo y que participe en la formulación de la política exterior, “a la par o encima del Canciller”. “El Vicepresidente ya no es lo que se decía en el pasado, la quinta rueda del carro; creo que ahora es la doble tracción del carro, aquello que le da fuerza, dirección”, enfatiza.
“Si antes el Vicepresidente quería desgastar la imagen del Presidente para provocar una sucesión política, ahora Álvaro García Linera no necesita más títulos, porque tiene poder. Mientras el Presidente se dedica a viajar por todo el país haciendo campaña, presentando obras, el hombre poderoso de acá maneja las decisiones políticas de alto nivel”, asevera Bascopé. El abogado constitucionalista no conoce una situación similar en América Latina, “De las constituciones latinoamericanas, la boliviana es la concentra mayor poder en el Vicepresidente”. Además, asegura que en la Asamblea Constituyente no ha sido discutido en profundidad el tema de las atribuciones del Vicepresidente.
Por el otro lado, el analista oficialista Hugo Moldiz dice que “desde el punto de vista político, tanto Evo como Álvaro han impreso un estilo en la gestión gubernamental, que difícilmente podría ser imitado o seguido por cualquier otro binomio que hipotéticamente ganara la próxima elección. Es muy difícil que el presidente Evo encuentre un nivel de complementariedad como la que tiene con Álvaro García Linera”, apunta.
En otras circunstancias, señala Moldiz, el Vicepresidente seguiría siendo una figura decorativa, “quizá de manera distinta que en el pasado, pero decorativa a fin de cuentas”.
Hoy el papel del Vicepresidente es más amplio que el establecido por la Constitución, es más político y se deriva del nivel de complementariedad, empatía, de identificación de Álvaro con Evo”, concluye.
Episodios de tensión en los que el Vicepresidente estuvo involucrado
A Álvaro García Linera le tocó muchas veces aprobar medidas delicadas para el país. El 26 de diciembre de 2010 firmó el Decreto Supremo No. 748 con el que se incrementó el precio de la gasolina y el diésel ante la ausencia del presidente Evo Morales, quien se encontraba de viaje en Venezuela. La medida duró cuatro días, hasta el retorno al país del Primer Mandatario, quien la eliminó ante la ola de protestas que amenazaba al país.
El 15 de diciembre del 2017, García Linera promulgó la Ley del Código de Sistema Penal, norma que ampliaba las causales para un aborto legal. 41 días después el presidente Morales abrogó el Código frente a la ola de protestas de distintos sectores sociales del país, los que observaron al menos 15 artículos del nuevo Código.
“El hombre más puro”
En su mensaje desde Lima al Congreso Constituyente de Bolivia, el 25 de mayo de 1826, a propósito del envío de un proyecto de una nueva Constitución Política, el Libertador Simón Bolívar señaló en referencia a la Vicepresidencia: “El Vicepresidente debe ser el hombre más puro… ha de esforzarse a merecer por sus buenos servicios el crédito que necesita para desempeñar las más altas funciones…”.