La aprobación de la Ley de Partidos Políticos tardó diez años y desde 1999 está vigente en el país.
Abigail Zuleta
Las encuestas de opinión mostraron que la gente optó por no creer en un sistema de representación que era hegemónico en los últimos años, pero tampoco quiere a los que están vigentes. Esto expone una nueva realidad: Que el sistema de representación está en crisis y esta Ley abre una ruta democrática en el país.
Según el politólogo Marcelo Silva, “es una buena Ley, pero se queda corta en algunos principios más profundos en lo que significa el modelo de democracia cultural, que es nuestro modelo democrático en Bolivia, que es la conjunción de tres modelos a la vez: democracia representativa, democracia participativa y democracia comunitaria, según lo establece la Constitución Política del Estado”. También se refirió a la aprobación por parte de la Comisión Mixta y Constitución de la Cámara de Diputados del proyecto de Ley de Organizaciones Políticas que dispone efectuar elecciones primarias en los partidos en enero de 2019. Si bien se argumentó que el objetivo de la normativa es fortalecer la democracia en las organizaciones políticas posibilitando que el militante diga quién será su candidato.
Por otra parte, los opositores señalan que el objetivo del proyecto de Ley de Organizaciones Políticas tiene claros objetivos. Según la diputada Ximena Costa de UD, el proyecto de Ley tiene el propósito de que el MAS conozca a los candidatos de forma prematura para iniciar su campaña y proceder a una cacería de brujas. Costa sostuvo que es una ingenuidad pensar que la aprobación de esta Ley legalizará la candidatura de Morales el 2019 porque ninguna norma está por encima de la Constitución Política del Estado, por lo que no coincide con criterios que van en ese sentido. “Creer que si se aprueba esta Ley, Evo va, y creer que si no se aprueba esta Ley Evo no va, yo creo que es una ingenuidad, van a imponer una candidatura que es inconstitucional, y que pisotea la decisión del pueblo soberano y el resultado que van a obtener es que Evo Morales va a perder la elección porque las encuestas nos están mostrando que hasta la gente que era del MAS ya le está dando la espalda. El MAS necesita un candidato contendor visible y no muchos para empezar su campaña… para empezar la cacería de brujas y cortar cabezas”.
Sin embargo, también reconoció la importancia de contar con esta Ley porque aseguró que la política y el sistema de partidos políticos a nivel mundial están en crisis y se debe reflexionar con la intención de salvarlos o no con esta clase de normas: “Lo que debemos comprender es que la política está en crisis en Bolivia y en el mundo; el sistema de partidos está en crisis en Bolivia y en el mundo, la crisis de los partidos en Bolivia no se supera desde hace más de una década y el MAS que decía ser un cambio acaba siendo más de lo mismo; entonces, una Ley tendría que ayudar a salvar los partidos políticos para que éstos no terminen por desaparecer, la gente hoy no cree en los políticos, la gente no cree en los partidos. Tenemos que decidir ¿dejamos que se mueran y que nadie crea en ellos y que crean que todos son corruptos? o encontramos mecanismos para ayudar a esos partidos a democratizarse internamente…”.
El diputado opositor Wilson Santa María se refirió también al proyecto de Ley y manifestó que no es favorable. Cuestiona la actitud cómplice del órgano electoral para acelerar la aprobación de la Ley de Organizaciones Políticas y observó que el principal proyectista de esta normativa hubiera estado ausente en su tratamiento como una clara actitud de complicidad con el oficialismo. Sostuvo que el Tribunal Supremo Electoral es partícipe silencioso de este proyecto y que dará luz verde para que se apruebe esta Ley. Santa María lamentó que el rodillo masista se haya impuesto pese a las observaciones que se plantearon como el incumplimiento del reglamento de la asamblea y haber desnaturalizado los cambios que se dieron en las mesas de trabajo con las organizaciones políticas y sociales.
Así mismo, Santa María manifestó que junto con otra legisladora expresaron su total disidencia y rechazo a este proyecto normativo porque la intención del MAS es legitimar, legalizar y pisotear la voluntad popular para habilitar a otra candidatura al binomio oficialista. Así también cree que la aceleración de esta Ley busca electoralizar al país para distraer de los temas de coyuntura. Lo que ha quedado consumado es un golpe artero a la democracia, dijo el legislador opositor al puntualizar que este proyecto de Ley pretende sepultar los resultados del 21 de febrero de 2016.
“El jueves 23 de agosto la Comisión de Constitución incumplió el reglamento 122 de la Cámara, que establece que cuando un proyecto implica derogación de recursos que no sean por el tema tributario u otros, requiere la aprobación del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, sin embargo, no hubo tal aprobación”.
Puede ser un mecanismo para sanear y democratizar la democracia, hacer partidos políticos que no sean feudos de determinados líderes, que se quedan ad eternum, o se mueren con el partido político, como ha sido el caso del MNR, ADN, UDP, CONDEPA, etc., y generar verdaderas instituciones políticas que tengan un verdadero proyecto político que puedan presentar más adelante una oferta de visión de país.
Para que verdaderamente este proyecto no caiga en el error, en el carácter vinculante, tendría que decir: Se habilitarán candidatos que no tengan carácter expreso de ningún referéndum, ahí sí podría decirse que es un mecanismo novedoso que va a profundizar la democracia. Mientras tanto, debido a las características presentadas, como la velocidad de la aprobación, tiene una intencionalidad muy clara.