Los y las participantes identificaron que las audiencias “no sienten que la radio les pregunte sobre los temas que son de su interés” y además “se sienten obligados a escuchar la programación que les da la radio".
El periodismo boliviano está obligado a reinventarse, debe acelerar su conversión digital, asumir que está viviendo un renacimiento y enfocarse en las audiencias, ya que ha perdido su capacidad de influencia y empatía.
Las radios comunitarias, afectadas y beneficiadas por la tecnología, han sabido usar la digitalización para permanecer vigentes y seguir sirviendo a su entorno social.
Los periodistas, en la actualidad, tienen que tener la capacidad de leer a las audiencias ya que el éxito de sus contenidos depende mucho del conocimiento que se tiene sobre lo que el público quiere hoy en día.
La participante Lorena Amurrio comentó que las “mentes cerradas” de algunas redacciones impiden la evolución del medio en el que trabajan y que lo mejor para un medio tradicional es evolucionar.
La búsqueda del periodismo independiente depende mucho de las audiencias y de la capacidad que tengan los periodistas en la actualidad para comprender y entender a las mismas.