La radio siempre tiene que ser un medio de comunicación para el desarrollo de una sociedad más libre, algo que cumple Bolivia al ser un país pujante en palabras y experimentación radiofónica.
Aquellos comunicadores y educadores que tienen interés en generar contenidos educativos para la televisión deben ponerse en el lugar del público al que quieren dirigir su mensaje y conocer su realidad.
La televisión y la educación tienen “un mal matrimonio” porque los procesos de aprendizaje que emplean son distintos y tienen objetivos diferentes, lo que provoca niveles de incompatibilidad entre ambos.
La llegada de las TICS (Tecnologías de la Información y Comunicación) ha generado importantes cambios en el aprendizaje y relacionamiento de las personas, aseguró Jenny Colque Saavedra, especialista en tecnologías de la información y la comunicación relacionadas a la educación.
Las nuevas formas de consumo de información obligan a los medios de comunicación a implementar un constante proceso de convergencia que apunta directamente a la construcción de multiplataforma.
Todo contenido educativo que se difunda en televisión debe incorporar elementos lúdicos y afectivos para poder despertar el interés del público especifico y delimitado al que está dirigido el mensaje.
La televisión educativa debe tener contenidos delimitados, orientados a públicos específicos y no ser relegada únicamente como transmisor cultural, según el coordinador Enzo Vargas