Los productos periodísticos trabajados en función del interés de las audiencias masivas y de las demandas informativas de las comunidades específicas implican en la práctica una doble empatía, que supone un mayor conocimiento de los periodistas sobre la temática que quieren contar y una conciencia de que esas historias deben ser necesariamente útiles para la sociedad.

Con esa visión, el Laboratorio 1: Nuevas Narrativas para Nuevos Públicos, del MediaLab de la Fundación para el Periodismo (FPP), trabaja en la primera fase del desafío de hacer un periodismo diferente al convencional tomando en cuenta las voces de la gente para diseñar un producto informativo y otros contenidos para conocer mejor un tema.

Foto: Exposición sobre el mapa de la empatía realizada por el coordinador Javier Aliaga

La metodología del laboratorio está basada en los principios del Human Centered Design (HCD) que, aplicado al periodismo, pone a las personas y sus necesidades en primer plano y condiciona la perspectiva y los enfoques de los periodistas, aunque ese relegamiento es algo que a los informadores les cuesta aceptar cuando hacen este otro tipo de periodismo.

“No hay que ver esto como una autoflagelacion, sino como una autocrítica sincera y franca sobre lo que estamos haciendo como periodistas respondiendo a varias interrogantes sobre nuestro trabajo”, dijo el coordinador del laboratorio Javier Aliaga.

En ese sentido, según Aliaga, algunas de las preguntas que podemos hacernos son: ¿A quién le importa lo que publicamos? ¿En lo personal, nos importa realmente lo que contamos de  la gente? ¿Nos dirigimos a un grupo concreto o publicamos de todo y de forma general? ¿La gente entiende el mensaje que le transmitimos y le sirve de algo? ¿Hemos preguntado a la gente qué le preocupa y cómo quiere que sea contada su historia?

Un periodismo con esos niveles de empatía, entendida como una comprensión profunda de la realidad de la comunidad investigada, funciona mejor con temas de importancia social que habitualmente son contados y presentados de forma limitada en los medios convencionales.

Foto: Niveles de empatía.

La empatía, según el modelo del HCD, implica saber lo que la gente piensa  y siente, hace y dice. De esa forma, una herramienta para acercarnos a las comunidades es el mapa de empatía.

Además, es necesario identificar los mejores niveles de empatía que podrían clasificarse, entre el más alto que implica una convivencia con la comunidad y el más bajo, limitado a solo pensar el tema para luego tratar de contarlo a los demás.

En medio, según una clasificación de Learning by Helping, están los niveles de acompañar a la comunidad por un mes, hablar con las personas involucradas y googlear el tema.

Foto: Ejercicio realizado por el grupo de participantes.

Esta forma de pensar el periodismo en profundidad puede ser considerada anticomercial y costosa para un medio tradicional, pero se está haciendo en medio emergentes como periodismo humano o tiene principios del periodismo de soluciones y cabe en los propósitos de un MediaLab con el que los participantes pueden permitirse ir más allá de los límites convencionales, según Aliaga.

Este laboratorio forma parte del diplomado “Laboratorio de innovación para medios digitales 3.0” que es impulsado por la Fundación para el Periodismo con el apoyo de la DW Akademie y en coordinación con la Universidad Privada Boliviana.