La famosa serie 31 Minutos, que se ha convertido en un clásico de culto por su aporte al entretenimiento y aprendizaje de los niños, es una muestra perfecta de cómo hacer televisión educativa rompiendo todos los esquemas establecidos.
Uno de los principales retos al momento de crear contenidos educativos para la televisión es romper los parámetros establecidos en la educación y aventurarse en lo lúdico y entretenido.