Por Tania Delgadillo Rivera*
Oliver Wates, durante la presentación de su «Guía práctica sobre Periodismo y Desarrollo», en La Paz, el 24 de abril
Para Oliver Wates, periodista británico de amplia trayectoria internacional, que visitó recientemente La Paz, el periodismo es una de las profesiones más maravillosas, aunque confiesa que, para lograr calidad y captar el interés de la gente, se requiere mucha disciplina, esfuerzo, formación, leer más y mirar los productos de los mejores medios del mundo, y sobre todo aprender a contar «historias» más que transmitir únicamente noticias.
Con el sentido del humor y la calidez que lo caracterizan, y la sencillez propia de quien ha recorrido el mundo y ha vivido en contextos y culturas diversas, Oliver Wates nos brindó unos minutos de su agitada agenda para hablar sobre Periodismo y sobre su experiencia en Bolivia, donde ha capacitado a periodistas de varias regiones del país, así como tuvo la ocasión de presentar un “Guía práctica sobre Periodismo y Desarrollo”, el 24 de abril, en el marco de su estadía en La Paz, como invitado de la Fundación para el Periodismo.
En esta su tercera visita a La Paz, que se enmarca en el Programas de Formación Académica que impulsa la Fundación para el Periodismo, capacitó a varias decenas de periodistas y comunicadores que trababan en el campo del desarrollo, con el apoyo del European Journalism Centre, impartiendo talleres sobre “Periodismo y Desarrollo”, “Entrenamiento en medios”, y transmitiendo a otros periodistas más experimentados para ser formadores de las nuevas generaciones.
Oliver Wates, de 59 años de edad, radica en el norte de Inglaterra, y tiene una prolífica carrera profesional como corresponsal y consultor de medios de comunicación en todo el mundo, lo que lo ha llevado a aprender a comunicarse no sólo en inglés, su lengua natal, sino además en español, ruso y portugués. Y como él mismo confiesa, que lo que más le gusta hacer es trabajar con periodistas.
Desde hace 15 años, viene formando a centenares de periodistas de diarios, televisión y radio en más de 50 países del mundo. Fue corresponsal de la agencia Reuters durante más de 20 años, en Argentina, Brasil, Portugal, Paquistán y Rusia (encabezó la oficina de Reuters en Moscú entre 1991-94). Aunque su trabajo no se reduce únicamente a capacitar a los trabajadores de los medios, pues también viene impartiendo cursos a empresarios y portavoces de diversas agencias de Naciones Unidas, desde hace más de una década.
Esta es la tercera vez que visitas Bolivia, en el marco de los programas de formación que imparte la Fundación para el Periodismo. ¿Qué nos puedes decir sobre lo que representó para ti tener en tus aulas a periodistas de varias regiones del país?
− Mi experiencia en Bolivia, estos tres últimos años, ha sido muy agradable. Pues por primera vez que trabajo con periodistas bolivianos. Veo que son más cautelosos, a diferencia de los italianos o de los periodistas ingleses que hablan más, pero sobre todo parece que hay una voluntad muy fuerte de aprender y de mejorar su trabajo. Al menos 100 periodistas bolivianos han estado en mis cursos, provenientes de varias ciudades de Bolivia.
¿Cuáles son los aspectos clave de la metodología que aplicas, tanto en Bolivia como en otras partes del mundo?
− La clave de mi modelo es la práctica. Un máximo de práctica y un mínimo de exposiciones. Yo prefiero hacer ejercicios con todos los participantes, pues ahí se ven los errores y luego se corrigen. Yo creo que las personas no permanecen atentas por más de 15 minutos. Hacer ejercicios resulta más motivador y útil.
Según tu opinión, cuales son los retos más importantes, en la actualidad, para el Periodismo en Bolivia.
− En general, para los periodistas hoy, tanto en Bolivia como en otros países, es tener un salario. La estructura antigua de las grandes empresas era tener periodistas pagados. Pero hoy en día es difícil, incluso para los grandes medios, resulta cada vez más difícil pagar a sus periodistas. Con tanta información en el internet, la gente no quiere pagar por tener lo que ofrece un medio tradicional.
Y en lo particular, en Bolivia, uno de los principales problemas es el tema político; es decir, dificulta mucho a los periodistas el hecho de que un medio esté al lado del gobierno y otros en la oposición, y que no quieran hablar los unos con los otros. Esto está muy mal. Debemos respetar a los periodistas que tienen opiniones diferentes.
Otro reto muy grande es saber distinguir la opinión de las noticias. Aunque esto también ocurre con frecuencia en Inglaterra, donde para vender, los diarios, tienen que hacer un tipo de reportaje muy politizado, muy distorsionado, que va más en el orden del entretenimiento. Cuando no hay una línea entre estos géneros, es un problema.
¿Cuáles son tus recomendaciones para los periodistas en Bolivia?
− Hay que alejarse un poco más de la noticia y contar «historias» que capturen la atención y el interés de la gente, porque la historia periodística es diferente de un texto simple. Demasiado, se transmite la información que se recibe sin elaborar la «historia».
También considero que hace falta leer más las «historias» internacionales e intentar escribir de ese modo. Tienen que estar más expuestos al buen periodismo. Yo siempre recomiendo a los periodistas leer más y ver el estilo de Rueters, por ejemplo. Aunque he podido observar que uno de los problemas es el idioma, no manejar el inglés, resulta una limitación, ya que es uno de los idiomas más hablados en el mundo. Es importante aprender inglés. The Economist, en inglés, es el mejor. Los grandes medios de México, Argentina y Colombia, son dignos también de mirar para aprender.
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*Tania Delgadillo Rivera, es comunicadora y periodista. Trabaja en la Fundación para el Periodismo.